Arranca la construcción de la nueva depuradora de Santiago tras más de veinte años de espera

Tras más de dos décadas de espera, comienzan los trabajos para construir la nueva depuradora de Santiago. La infraestructura evitará que casi la mitad de las aguas que salen de los hogares compostelanos acaben sin tratamiento alguno en el río Sar. La sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), del Ministerio para la Transición y el Reto Demográfico informó esta tarde del inicio de las obras, en las que se estima que se van a invertir 60 millones de euros (IVA excluido).

En un comunicado, despeja además las dudas sobre la aportación que tendrá que hacer el Concello de Santiago. El consejo de administración firmó una addenda al convenio que se había suscrito el 5 de febrero de 2021, con lo que se reducirá el importe que tendrá que pagar Raxoi. Este era uno de los compromisos que el Ejecutivo de Pedro Sánchez había acordado con el BNG para contar con su apoyo a la investidura. La alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, ya había asegurado que esta medida sería efectiva pese a la prórroga de los presupuestos del Estado para este año.  La addenda eleva hasta en un 80% el porcentaje de financiación de los fondos Next Generation de la Unión Europea, frente al 65% que preveía el convenio suscrito en 2021. Esto reducirá las necesidades de aportación de Raxoi. Se mantiene la contribución de la Xunta de Galicia de 10,8 millones de euros, “si bien se ajusta su calendario de aportaciones en virtud de la nueva previsión de ejecución y finalización de las obras”, indica Acuaes.

Movimiento de tierras

Tras proceder al levantamiento de las actas de expropiación, el 8 de febrero, el día 14 tuvo lugar la firma del acta de comprobación del replanteo. Desde entonces se han desarrollado los trabajos de verificaciones topográficas y gestión de autorizaciones, y se ha preparado la zona del campamento de obra. Además, se han iniciado ya los trabajos de movimiento de tierras y explanación de la parcela exterior a la depuradora actual y los vaciados de pretratamiento y decantación primaria. El plazo del contrato es de 27,5 meses de construcción de manera que, a mediados del año 2026, la depuradora deberá estar en funcionamiento a pleno rendimiento.

“Las obras, contratadas y dirigidas por Acuaes, permitirán solucionar los problemas de capacidad y obsolescencia técnica que presenta la actual depuradora y eliminar los vertidos contaminantes al río Sar”, apunta la sociedad estatal. Una vez finalizadas, el Concello realizará su explotación. La sociedad estatal adjudicó el pasado mes de diciembre la construcción de la nueva instalación a la UTE formada por Obrascón Huarte Lain, Aquambiente Servicios para el Sector del Agua y Espina Obras Hidráulicas (ésta última con sede en Santiago).

La actuación incluye la construcción de una nueva depuradora, que tratará un caudal medio de 52.000 m3/día. También habrá que conectarla a la red de colectores existentes y ejecutar una nueva acometida eléctrica “compatible con las necesidades energéticas de la nueva instalación y dotada de un suministro eléctrico de respaldo”, apunta Acuaes. El proyecto de esta línea eléctrica se encuentra en su fase final de trámite de supervisión. La sociedad pública estima que se aprobará en abril e inmediatamente después, se licitarán las obras.

Nueve constructoras pujan por hacerse con el contrato de la nueva depuradora de A Silvouta

La de Compostela será la primera depuradora de Galicia que use la tecnología de tratamiento de membranas, que ya funciona en unas 60 depuradoras de toda España. Permitirá que el agua salga de la planta hacia el río con mucha más calidad. La instalación servirá, además, para eliminar el nitrógeno y el fósforo, algo que hasta ahora no sucedía. Estos dos elementos químicos aportan un exceso de nutrientes a los ríos y provocan proliferación de algas que dañan los ecosistemas. 

Aviso de la UE

En 1991 se publicó una directiva europea que obligaba a todas las localidades de más de 15.000 habitantes a tener sistemas de depuración de aguas residuales. Tenían hasta el 31 de diciembre del año 2000 como fecha límite para cumplir este mandato. Pero Santiago seguía en esas fechas con la depuradora obsoleta. En el año 2011 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó una sentencia que condenaba a España al pago de sanciones por el incumplimiento de la directiva en 38 localidades, entre las que figuraba la capital gallega. Posteriormente la multa se congeló al introducirse alguna mejora en la planta de A Silvouta. 

Desde entonces, Santiago se enredó con la ubicación de la instalación. Durante el mandato socialista de 2007 a 2011 se apostaba por construirla en las inmediaciones de la actual en A Silvouta, después gobernó el PP y decidió cambiarla a O Souto. Y ya en el mandato de Compostela Aberta volvió a plantearse el emplazamiento actual. Pero no terminaron los problemas. Con la obra ya adjudicada a Drace Infraestructuras S.A. y Vías y Construcciones S.A., la constructora renunció a los trabajos por el encarecimiento de costes en julio pasado y hubo que volver a arrancar todo el proceso de licitación.