Entrevista | José Ramón González Juanatey Jefe del Servicio de Cardiología del CHUS y catedrático de la USC

“En el CHUS, los más ricos y los más pobres reciben igual atención”

El cardiólogo del Clínico subraya que "Medicina y Enfermería de Atención Primaria han de ejercer un liderazgo, sin ellos no es posible la buena medicina”

El doctor José Ramón González Juanatey, jefe del Servicio de Cardiología del CHUS

El doctor José Ramón González Juanatey, jefe del Servicio de Cardiología del CHUS / Antonio Hernández

Firme defensor del sistema público y responsable de que Cardiología del CHUS sea uno de los servicios referentes en toda España, José Ramón González Juanatey se muestra agradecido a un equipo que confió en su apuesta por medir los resultados para seguir avanzando y que afronta el reto de continuar en ese nivel de excelencia.

Al frente de Cardiología del CHUS desde 2008, ¿cómo se logra ser el mejor servicio en calidad de atención al paciente durante 8 años?

El cambio al nuevo hospital y el trabajo por parte de las gerencias, desde Manuel Ariza, y sobre todo con María Codesido y Suso Caramés, supuso una transformación completa de la medicina en Santiago. Ese cambio generacional que también afectó a Cardiología, llevó a desarrollar un servicio de calidad gracias al compromiso con el sistema público de un grupo que es hoy también el número uno en investigación cardiovascular en España. No se puede hacer asistencia moderna y de alta calidad sin investigación a ese nivel.  

¿Cuántos pacientes pasan anualmente por el servicio?

Tenemos más de dos mil hospitalizaciones anuales, aunque también ingresan en Medicina Interna y otros servicios. Y es un honor saber que aquí vienen los más ricos y los más pobres del área sanitaria, y todos reciben la misma atención. El gran mérito es que los servicios públicos busquen la excelencia.

Impulsor de la plataforma CardioCHUS, ¿cómo la definiría?

Teníamos un hospital nuevo, una universidad con cinco siglos de historia, y todos creímos en CardioCHUS, esa imagen de marca para tener un servicio asistencial, docente e investigador de referencia. CardioCHUS es medir para mejorar, comparar tus datos con los de los mejores, buscar alianzas y ver qué oportunidades hay en la pública para la excelencia asistencial al margen del nivel socioeconómico y procedencia social. La privada sin embargo, salvo excepciones, es opaca y saber sus resultados nos permitiría mejorar.

¿No se planteó dejar Galicia?

He sido el primero de mi familia en tener acceso a una carrera gracias al esfuerzo de mis padres, y mi trayectoria se la debo en parte a la sanidad y a la educación públicas. Fui profesor y catedrático muy joven gracias a gente como José Cabezas Cerrato y Jerónimo Forteza, y aunque estuve a punto de irme a un hospital de Barcelona, en una charla con el entonces rector Darío Villanueva, me explicó que no me podía marchar y adquirí un compromiso con las personas que trabajaban aquí.

¿Es profesor vocacional?

Sí, y tuve mucha ayuda, además de por los ya mencionados, ante los que mi responsabilidad fue responder a sus expectativas, también la de una persona fantástica como el profesor Luis Concheiro.  

¿Qué le aportan los alumnos?

Tienen una formación excepcional, un potencial enorme y mejoran a los que tenemos cierta edad. El reto es que sientan el compromiso con el servicio público y el modelo social que nos hemos dado.

¿Cardiología es un reclamo?

La especialidad en sí es fascinante, siempre atrae a los primeros en el MIR. Muchos residentes eligen formarse aquí y vienen profesionales de Europa y Latinoamérica. Tenemos un gran desarrollo en investigación traslacional, nuestro grupo nos ha llevado a ser el número uno en investigación en este campo. Y hay cardiólogos excepcionales en España y fuera que estudiaron aquí.

Un hermano suyo siguió sus pasos ¿por presiones?

No. Obviamente, siempre hay alguna influencia, pero nada más. Es jefe de servicio en Lugo, donde tienen un hospital formidable y creo que bajo su liderazgo ha habido una transformación en cardiología.

¿La profesión de ambos monopoliza sus reuniones familiares?

No, se habla muy poco de ello.

¿En qué ha cambiado la facultad en la que estudió y ésta en la que es catedrático?

La medicina en Santiago en los últimos quince años se ha puesto a nivel asistencial, docente y, sobre todo investigador, en un liderazgo real. El IDIS está entre los cuatro primeros institutos de investigación de España y genera casi 50 millones en captación de fondos.

¿Faltan médicos o no?

No es tanto el número de médicos como la reorientación. Debemos ser conscientes de que sin una Atención Primaria comprometida y de calidad no puede haber buena medicina, En los hospitales tratamos situaciones agudas, pero el pilar de la medicina es Atención Primaria. Hay que buscar estrategias para que medicina y enfermería de primaria ejerzan un liderazgo. Y no podemos formar profesionales para que se vayan.

Habla de retención de talento...

Sí, es algo fundamental, al igual que no equivocarse con el recambio generacional. Yo soy muy crítico con el actual sistema de contratación de facultativos porque hay unas listas en las que lo que más cuenta es la antigüedad. Así es muy difícil captar talento de fuera y hay que ir a nuevos modelos que lo permitan. Los méritos deberían ser prioridad.

Ha disertado en público sobre ‘Cómo vivir cien años sin enfermedades del corazón’. ¿Cómo hacerlo y cómo llegar a esa edad?

Se puede con consejos sencillos ya desde niños, con buenos hábitos, que pasan por el ejercicio regular, no te puedes ir a la cama sin que tu móvil marque 10.000 pasos. Un estudio reciente considera el ejercicio regular y de cierta intensidad tan eficaz frente a la depresión y la ansiedad como las pastillas, y hay una relación muy directa entre el riesgo de demencia y los cardiovasculares. Hay que apostar por la comida real, evitando los ultraprocesados, la sal y el azúcar, ya que la dieta es también clave frente al cáncer, y no fumar.  

En Galicia hay muchos centenarios, ¿a qué obedece?

Al ejercicio, se mantienen muy activos; a que no fuman y a que su dieta se basa en productos naturales. Y luego está el soporte social, están integrados y eso es de lo mejor para la salud mental y en general. 

¿Se aplica la receta?

Lo intento. El ejercicio para mí es una prioridad absoluta y si no tengo tiempo, me levanto antes. Sigo una dieta más o menos equilibrada por formación familiar y no he fumado nunca. Lo que peor llevo es la higiene del sueño, pero lo intento. 

“Galicia tiene a nivel europeo la mayor fortaleza de datos sanitarios, con una historia clínica integrada de veinte años”

¿Los puestos en organismos internacionales son protocolarios?

Para nada. Como miembro del comité directivo de la Federación Mundial del Corazón he propuesto al Parlamento Europeo el modelo de datos de Galicia para conocer la realidad sanitaria de un área. Galicia está en la mejor disposición, con una historia clínica integrada de veinte años, de poner en marcha una agencia pública de datos sociosanitarios que nos permitan orientar las políticas sanitarias e incorporar recursos. 

Es un gran defensor de la historia clínica electrónica...

Es que nos ha permitido poner en marcha nuevos proyectos de gestión, saber que las siete mil peticiones anuales de Atención Primaria las respondemos en dos días, y que si hay que ver al paciente lo hacemos en menos de quince, o comprobar que hemos mejorado mucho en cuanto a inequidad y no hay diferencias en la atención a hombres y mujeres. En mi presidencia en la Sociedad Española del Corazón se empezó a enviar un informe con datos a todos los servicios, se fijó con números la calidad a ofrecer y hoy es referente a nivel europeo. Y se publicó la mortalidad por infarto en las comunidades.

¿Había diferencias?

Sí, la tasa era mucho menor en las autonomías que como Galicia tenían un código infarto, y eso llevó a que de las nueve que no contaban con él, ocho lo pusieran en marcha.

¿Qué papel juega la inteligencia artificial en su ámbito?

Nunca va a crear medicina, pero tenemos varios proyectos que la incorporan para ayudar al diagnóstico y a tratar mejor a nuestros pacientes. Desde aquí lideramos un proyecto de medicina personalizada sobre la toxicidad cardíaca en mujeres con cáncer de mama y otro sobre la arritmia más frecuente, la fibrilación auricular. Y la UE acaba de aprobar un ambicioso proyecto que vamos a liderar desde Santiago con el norte de Portugal, con una financiación de varios millones, sobre cómo va a ser el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las enfermedades cardíacas del futuro.