Pantallas antirruido: el PP exige al BNG que escuche las quejas de los vecinos de Poza Real

De la Fuente advierte que en algunas viviendas "quedan tan cerca que incluso se pueden tocar desde las ventanas"

El concejal lamenta la falta de apoyo del BNG a los afectados, y pide que exijan una solución menos intrusiva a ADIF

El Partido Popular de Santiago insta al Bloque Nacionalista Galego a atender las quejas de los residentes de la rúa Poza Real sobre la reciente instalación de las barreras antirruido

El Partido Popular de Santiago insta al Bloque Nacionalista Galego a atender las quejas de los residentes de la rúa Poza Real sobre la reciente instalación de las barreras antirruido / Cedida

Redacción

El Partido Popular de Santiago exige al Bloque Nacionalista Galego que escuche las quejas de los vecinos de la calle Poza Real sobre la instalación de nuevas pantallas antirruido.

José Ramón de la Fuente, concejal del PP, advierte que en algunas viviendas "quedan tan cerca que incluso se pueden tocar estas barreras desde las ventanas, y lo que es más grave, el proceso de instalación podría afectar a los cimientos de las casas".

El PP pide sustituir las barreras instaladas por otras menos 'intrusivas'

El PP pide sustituir las barreras instaladas por otras menos 'intrusivas' / PPdeG

De la Fuente resalta la falta de sensibilidad del BNG en defender los intereses de los vecinos de esta zona, en contraste con otras áreas de la ciudad donde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) no implementará esas "monstruosidades" que aíslan a los residentes.

Los vecinos expresan preocupación por las nuevas pantallas opacas de seis metros de altura, en contraste con las antiguas barreras, transparentes y de tres metros, que permitían vistas y luz. Consideran que son excesivas y convierten algunas viviendas en "verdaderas cuevas".

El concejal lamenta la falta de apoyo del BNG a los afectados, pidiendo que se pongan en su lugar y exijan una solución menos intrusiva a ADIF.

El PP argumenta que los nacionalistas deberían priorizar a los residentes en lugar de defender los intereses de la ADIF, demostrando preocupación por la gente en lugar de evitar molestias a la empresa ferroviaria.