Una entrada a medida de lo que disfrutes

Cada vez más, los bares y pubs de Santiago anuncian actuaciones de diversos artistas con taquilla inversa, un formato de acceso en el que el público paga al final del espectáculo dependiendo de lo que le haya gustado o bien de sus capacidad económica

Puede ser el músico el que pase el bote de recaudación por las mesas

Concierto en el Café Bar Arume

Concierto en el Café Bar Arume / cedida

Antía Suárez

Cada día, más y más carteles de conciertos en Santiago describen su entrada como taquilla inversa, pero, ¿qué significa eso?

La entrada inversa es un ejercicio de responsabilidad para el espectador, en el que tras presenciar el evento, decide cuánto está dispuesto a pagar.

En este sentido, este tipo de entrada dependerá de la valoración de la puesta en escena, de cuanto esfuerzo se ve detrás del espectáculo y de las capacidades económicas de cada uno.

En la escena musical y cultural actual de Santiago, muchos bares emplean este tipo de taquilla: como el Bar Café Arume, Bar Embora, Rock Café O Cum, Pub Modus Vivendi o el Pub Atlántico, entre otros.

Cada uno de estos locales tiene métodos diferentes, y no todas sus taquillas inversas funcionan del mismo modo, pero para el Bar Café Arume es la fórmula de poder programar conciertos casi a diario. Javier Pardo, dueño del Arume, expresa que para él “la entrada inversa es una forma de que el cliente en vez de pagar para entrar en el local, lo que paga es correspondiente a lo que aprecie en el espectáculo. Ellos dan una cantidad después del concierto dependiendo de lo que les haya gustado o el esfuerzo que puedan ver detrás. Es una aportación voluntaria que se hace al terminar el concierto”.

Fotografía de Diego Salgado nun concerto de Udra

Fotografía de Diego Salgado en un concierto de Udra / Sonia García

Su método de taquilla inversa funciona de esta manera: el dinero que se recauda va íntegramente para los artistas y si los músicos no recaudan lo suficiente siempre se hace una aportación dentro de lo que el local pueda.

Al hablar de como gestionan ellos este tipo de entrada, Javier expresa que es una buena forma para que cualquier persona pueda disfrutar de música en vivo y aporte dentro de sus capacidades. Al mismo tiempo, habla de como él siempre se presta voluntario para pasar el bote de recaudación por las mesas, porque “es una forma de quitarle presión a los músicos, a no ser que ellos prefieran hacerlo o tengan a alguien que lo haga”.

La publicidad: esa necesidad ineludible para los músicos

El Arume lleva anunciando conciertos a taquilla inversa desde el 2009. Como expresa Javier, muchos grupos que iban a caché no promocionaban sus conciertos en el local, ni hacían carteles, ni publicaban la actuación en sus redes sociales; entonces al final tomaron la decisión de introducir la entrada inversa para hacer que los músicos tuvieran un incentivo para promocionar sus actuaciones en el local.

Después de que les recomendaran que esto se estaba haciendo en otros sitios, lo probaron y les funcionó. “Nos llaman de muchos lugares para venir a tocar aquí. Cuando uno sabe que va a atrapar a la gente y que va a dar un buen espectáculo, aunque no sean conocidos de antemano por la gente que viene al bar, pues saben que va a haber una buena respuesta”.

Diego Salgado es un artista gallego que lleva diez años tocando y actuando por Santiago. Ha sido la voz de la banda Mojo Experience, cantante de Udra con la que ganaron un Martín Codax , guitarrista de Eucaria y ahora parte de la compañía compostelana de ImproVersados. Comenta que “la publicidad hay que hacerla porque es como funciona el mundo, pero es una responsabilidad compartida entre tanto el local como los artistas”.

“No todo el mundo está dispuesto a escucharte”

Diego Salgado lleva cuatro años trabajando bajo entrada inversa –desde el 2019–, año en el que empezó a ver más este tipo de taquilla vinculada a espectáculos musicales. Aunque ya lo había visto en el mundo de la improvisación, para él la taquilla inversa en la música está más asociada al mundo de tocar en bares, una experiencia que “quema mucho”.

Expresa que “es un sitio en donde no todo el mundo está dispuesto a escucharte. Ya para empezar, condiciona el tipo de música, la hora a la que actúes, la demografía de la ciudad, si el local está acostumbrado a hacer este tipo de taquilla... He tenido experiencias de todo tipo, buenas y malas, experiencias de local lleno y caja vacía al final del espectáculo, locales que no tenían experiencia con este tipo de contratos y no acababan de fiarse del método, incluso me ha pasado de que me quitaran de la caja”.

Una Compostela rica, llena de artistas y de precariedad

Diego expresa que la escena compostelana es muy rica, tienen un montón de artistas con gente que tiene ganas de hacer cosas, con referentes muy fuertes también, aunque no hay relevo generacional, que es culpa de “la precariedad del trabajo, porque si las generaciones de los más mayores son precarias, imagínate los que vienen detrás”.

El artista comenta que todo esto tiene que ver con el auge del turismo, y que con el aumento de apartamentos turísticos se crea un entorno séptico alrededor que impide que haya oferta cultural en la ciudad.

Sin embargo, locales como el Arume han encontrado una solución en este tipo de entrada para programar oferta cultural siempre que puedan, aunque hay que tener en cuenta el espacio reducido de estos escenarios, que impide que bandas y proyectos más grandes tengan espacio.

¿Es la entrada inversa algo negativo?

La entrada inversa no es algo malo ni una solución divina para la oferta cultural local, simplemente es un formato de conciertos que permite que una mayor cantidad de personas tengan acceso a la música y los espectáculos de Santiago.

Diego comenta que “la entrada inversa no solo está guay si estás empezando, también si estás mostrando un trabajo nuevo. En nuestro caso con ImproVersados, estábamos rodando un formato de impro de bar específica, pero yo no haría un formato de espectáculo de música consolidado con unos costes de producción elevados a entrada inversa, no me parece que sea rentable”. También indica que cuando se acuerda un mínimo con el bar de antemano, en su opinión, funciona mejor.