Mestrelab estrena a finales de septiembre su centro de investigación de Santiago

La inversión en el edificio, que arrancará con 35 profesionales, alcanza los 9,4 millones

Se centrará en el desarrollo de las aplicaciones de las nuevas tecnologías para procesar datos de la industria farmacéutica

Vista exterior del CIM de Mestrelab,  en la Avenida de Barcelona de Santiago, en la última fase de las obras

Vista exterior del CIM de Mestrelab, en la Avenida de Barcelona de Santiago, en la última fase de las obras / Jesús Prieto

La empresa compostelana Mestrelab Research, cuyo software fue utilizado en todas las vacunas contra el coronavirus, ya cuenta los días para la culminación de un nuevo hito en su trayectoria. Esta vez muy centrado en casa aunque con proyección internacional: la puesta en marcha de su nuevo y flamante CIM (Centro de Investigación Mestrelab) de Santiago, que está en la última fase de sus obras y prevé comenzar sus operaciones la última semana de septiembre. 

Situado en la Avenida de Barcelona, a pocos metros del Campus Vida de la USC, uno de los más destacados en ciencias de la vida en Europa, se trata de un edificio industrial histórico que estuvo abandonado durante 25 años, por lo que fue objeto de una importante labor de restauración desde que en marzo del año pasado le fue concedida la licencia de obra. Cuenta con más de 2.000 metros cuadrados de superficie y es conocido en la ciudad por haber acogido los talleres de Renault.

Inversión

La inversión final en el complejo será de 9,4 millones de euros, siendo la mitad del capital invertido desde la propia empresa de manera privada y la otra mitad subvencionado por la Axencia Galega de Innovación (GAIN). Este proyecto, que aumentará significativamente el departamento de I+D de la firma, tiene como misión acelerar la investigación para el diseño de nuevas herramientas digitales de alto valor añadido para los sectores farmacéutico y biotecnológico en Galicia. Además, aspira a actuar como espacio neurálgico para una comunidad de tecnólogos y científicos de los sectores digitales y de las ciencias de la vida.

Inicialmente, tal y como confirma la empresa a EL CORREO GALLEGO, el número de investigadores con el que arrancará en centro será superior a 35. “Se trata de una instalación con capacidad para más de 300 investigadores y que centrará su actividad en la investigación de las aplicaciones de las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial y la robótica, a la aceleración de la investigación farmacéutica, biotecnológica y química”, destacan. “Gracias a todo ello desde el CIM los tiempos para sacar un nuevo fármaco al mercado quedará reducido de manera considerable”. Sobre los perfiles que trabajarán en las instalaciones, el CEO de Mestrelab, Santiago Domínguez, apunta a profesionales STEM –aquellos con titulaciones científicas, tecnológicas, ingenierías y matemáticas– especialmente matemáticos, ingenieros de software, especialistas en Inteligencia Artificial, químicos, bioquímicos y biólogos.

Además de Mestrelab, durante la primera etapa de funcionamiento de este centro la idea de la compañía es instalar en la parte inferior laboratorios compartidos para start ups, empresas emergentes que se enfocan en la innovación y la tecnología para crear un modelo de negocio escalable y disruptivo. “Aunque hay varios proyectos pendientes por confirmar, todavía no estamos en condiciones de poder hacerlos públicos, aunque sí podemos adelantar que el interés por participar del CIM ha superado nuestras expectativas”.

“Nos vemos como un paso intermedio entre el momento de spin off de la Universidad y el polo biotecnológico de A Sionlla, que requiere empresas que tengan más de entidad”, indicó Domínguez a este periódico en entrevista publicada el pasado mes de noviembre. “Nos vemos como ese espacio en donde las start ups pueden incubarse durante entre 6 meses y dos años, dependiendo a la velocidad que vayan, que les permita dar el salto hacia el biopolo e incluso hasta su propia instalación.

Expansión

Cuestionada sobre si contemplan una ampliación futura de este centro o incluso su implantación en otras ciudades, la compañía compostelana concreta que inicialmente “se trata de una medida piloto en Galicia por razones estratégicas, y de ubicación, aunque estaremos encantados de poder oír nuevas posibilidades en otras comunidades autónomass, si con ello hacemos fomentar y crecer la incidencia de la innovación y la investigación científica”. Aunque volcados con Galicia y especialmente con la ciudad de Santiago, Mestrelab “tiene vocación y ADN internacional, el mismo que se transmitirá para el desarrollo del CIM”. Por tanto, confirma que contará con profesionales de otras nacionalidades, al igual que lo hará de la Universidade de Santiago y otras universidades gallegas y del resto de España. “El conocimiento y la ciencia no debería tener fronteras por el bien de la humanidad”, zanjan. “Por supuesto, estamos abiertos a recibir el conocimiento expatriado. Los países de origen serán variados... UK, USA, Suiza, Francia, Portugal...”

Mestrelab, entre cuyos clientes figuran algunas de las mejores universidades del mundo, grandes laboratorios farmacéuticos y multinacionales, se dedica al procesado y análisis de datos que salen de instrumentación de laboratorio, con aplicaciones sobre todo en la industria biofarmacéutica y también en la química. Actualmente llega a más de 80 mercados de los cinco continentes –los principales son la UE, EEUU, China y Japón– y que quiere seguir creciendo.