Actos de vandalismo en Fontiñas llenan de pintadas todo el barrio

Lamentablemente, las pintadas vuelven a estar de actualidad en Santiago por los ataques de un grupo de incívicos que parecen considerar que los elementos públicos son suyos. Este mal, que se arrastra por muchos puntos de la capital gallega, ha afectado muy notablemente, este pasado fin de semana, al barrio de Fontiñas, donde aparecieron, en un par de madrugadas, cientos de mensajes, algunos de ellos obscenos y amenazadores, y manchones por las paredes de sus calles.

Los hechos no cogen por sorpresa a los vecinos de esta zona, puesto que ya están acostumbrados a encontrarse cada cierto tiempo con nuevos “graffitis”, pero lo de estos pasados días sobrepasó lo percibido hasta ahora, tal y como han relatado algunos de ellos a este periódico. Así, se encontraron con multitud de borrones en un escaso margen de tiempo, situación que fue denunciada a los agentes.

La situación llegó a tal punto que, como se puede comprobar en las imágenes, llegaron a pintar junto a ventanas de casas, muestra de la escasa decencia de los autores de los “dibujos”.

Según han apuntado varios residentes, se tratan de bandas de trapicheo que aprovechan las paredes para amenazar a otras personas, teoría en todo caso que no ha sido confirmada por las fuerzas de seguridad. En todo caso, varios de los responsables de esta última trifulca, fueron cazados in fraganti, y fueron identificados por los policías.

Cabe recordar que las sanciones por actuar contra elementos del espacio público pueden ascender a un importe desde cien hasta seiscientos euros, siempre y cuando no se trate de un patrimonio de la capital gallega, en cuyo caso podría tratarse incluso como una sanción penal.

Asimismo, dado el “éxito” que tienen este tipo de actividades ilícitas entre algunos compostelanos, el Concello ha tenido que aumentar su servicio de limpieza gratuito, ampliándolo a toda la ciudad, con el objetivo de que esté lo más limpia posible, puesto que incluso ni se respetan obras recién estrenadas ni tampoco estructuras históricas de Compostela.

En este caso, auténticas obras de arte, ya sea en grandes murales, como el de Romero Donallo o Amor Ruibal, o con el trabajo de expertos grafiteros en paredes, con dibujos alegres, contrastan con el feísmo de las firmas y mensajes de todo tipo, en tabiques, garajes o cualquier estructura al aire libre.

Siguiendo esta línea y ante las advertencias de los vecinos, durante esta semana, operarios municipales han limpiado o tapado algunas de las marcas más indecentes, aunque, como se puede comprobar, todavía le queda mucho trabajo por delante para recuperar el estado original de los muros.

En todo caso, los habitantes del barrio esperan que este nuevo fin de semana no se vuelva a repetir lo sucedido hace siete días, puesto que no es del agrado de nadie despertarse con mensajes de este tipo en las fachadas de sus edificios o de los inmuebles más cercanos, más aún si se trata de familias con menores.