Alivio para gasolina y diésel: muchos podrán acceder al ‘Santiago central’

La llegada del Santiago central, una zona restrictiva de bajas emisiones, ofrecerá un ligero respiro para los vehículos de gasolina y diésel. A tenor de las disposiciones que rigen la nueva Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, esta nueva área, a implementar antes de 2023 en las ciudades de más de 50.000 habitantes, permitirá el acceso de los automóviles con etiqueta “0”, “ECO” y también “C”, esto es, combustión, aunque con matices.

En este sentido, el Gobierno local, que mantiene este proyecto en fase de estudio, planea situar este territorio limpio en la Almendra, un casco histórico al que se restringiría, en lo que a la movilidad se refiere, el paso de los coches más antiguos y contaminantes. Esta medida, impuesta desde la Unión Europea, afectará, en esta primera fase, de manera relativa al parque móvil de la capital gallega.

De este modo, teniendo en cuenta las especificaciones de la Dirección General de Tráfico, todos aquellos vehículos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 podrían acceder a este espacio. Por su parte, para los de diésel, su registro tendría que datar de septiembre de 2015 en adelante. Asimismo, para los de más de ocho plazas y los pesados, el límite se marca en 2014.

A mayores, evidentemente, también estarán habilitados los ECO, híbridos, a gas o ambos; y los 0 emisiones, los más eficientes, que se integran de eléctricos de batería (BEV), eléctricos de autonomía extendida (REEV), eléctricos híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible.

Teniendo en cuenta que la circulación dentro del casco histórico ya se encuentra muy regulada actualmente, los principales afectados por esta decisión serían los taxistas y los repartidores. En todo caso, el concejal de movilidad, Gonzalo Muíños, remarcó en declaraciones a EL CORREO que el 95 % de los coches de los taxistas ya entran dentro de estos distintivos que regirá la nueva normativa, por lo que no tendrán problema para completar su servicio en la zona de intramuros.

Con todo, estos ajustes no afectarán sólo a la circulación y al estacionamiento, sino que también pondrá el foco, entre otros temas, en los ruidos y en la calidad del aire.

PENDIENTES DEl SMARTIAGO. Así como el sector del taxi, según las estimaciones municipales, no tendrá especiales problemas para adaptarse a los criterios que se impondrán, los camiones de reparto si que podrían encontrarse con una situación más complicada, ya que en algunos casos, su matriculación es anterior al 2014.

Por ello, la implantación del proyecto Smartiago, con la construcción de un centro logístico de mercancías y la implantación de una flota eléctrica de distribución de titularidad municipal será crucial para que esta nueva legislación afecte lo menos posible a los repartidores.

La edificación de este punto, previsto para Meixonfrío, está sujeto a la aprobación de los fondos Next Generation de la Unión Europea, cuyo plazo de ejecución finaliza en 2026. El objetivo es el de crear el modelo de reparto llamado de última milla.

Por otro lado, según apunta el concejal, esta zona de bajas emisiones entrará ya en el nuevo Plan de Movilidad para Compostela, un proyecto que, después de que la Xunta de Galicia le diese la razón al Concello con respecto al primer concurso, en el que ninguna empresa cumplía las directrices, volverá a publicarse en breves. Tras variar el pliego, se encuentra en fase de contratación, previo paso a salir a licitación.