Alzhéimer: cuidadores al límite en el confinamiento al cerrar centros de día

Ayer, con motivo de la celebración del Día Mundial del Alzhéimer, los expertos pusieron el acento sobre las graves consecuencias que la pandemia y el confinamiento tuvieron –y aún tienen– tanto para los afectados como para sus cuidadores. La Asociación Galega para a Axuda dos Enfermos con Demencia tipo Alzhéimer (Agadea) explicó que “trajo consigo un deterioro más elevado de los pacientes y llevó al cuidador a situaciones límite y problemas de convivencia”.

Según subrayó la presidenta de esta entidad, “los cuidadores necesitan un respiro que no tuvieron”. En declaraciones a Onda Cero dijo que “hay que poner el foco para mantener los recursos en estos tiempos en los que en Santiago Agadea se vio obligada a modificar sus actividades tras las restricciones en centros de día, aunque se siguió ofreciendo servicio a domicilio a pacientes y cuidadores”.

Isabel Gey aseguró que “personas que tenían rutinas diarias dejaron de andar, e incluso los leves, a medida que iban pasando los meses, la falta de socialización y el aislamiento provocó un claro declive funcional”.

Ahora, están a la espera de lo que dicte Sanidade esta semana sobre la reapertura de los centros de día.

Por su parte, el área sanitaria de Santiago se sumó a la celebración del Día Mundial de la Enfermedad de Alzhéimer recordando la importancia de continuar con la tendencia de acudir a la consulta de neurología cognitiva en estadíos leves.

Para el doctor Juan Manuel Pías, facultativo de la unidad de Demencias del CHUS, “este año, marcado por la pandemia covid-19, conseguimos mantener en todo momento las consultas de neurología cognitiva. Dada la situación excepcional y pensando en la especial vulnerabilidad por edad y copatología de los pacientes con deterioro cognitivo y demencia, en algunos casos se optó por revisiones telemáticas”.

El responsable de la unidad de Demencias Cognitivas del CHUS, el doctor José Manuel Aldrey, indicó que “estudiamos los efectos del confinamiento sobre los pacientes con Alzhéimer y sus cuidadores. Concluimos que los pacientes del medio rural disfrutaron de una mayor estabilidad que en el medio urbano, probablemente al afectarle menos el confinamiento a sus rutinas establecidas. Muchos cuidadores, especialmente en medio urbano, sufrieron los cierres de centros de día y de otras actividades de estimulación”.

Otro dato significativo es que, siguiendo con la tendencia de años anteriores, los pacientes con deterioro cognitivo acuden a la consulta de forma más precoz, en estadíos más leves, lo que permite un diagnóstico de inicio más temprano. Más de la mitad de los pacientes consultados en los últimos años presentan alteración cognitiva leve o incluso quejas de deterioro cognitivo sin afectación funcional ni repercusión neuropsicológica.

Según el doctor Aldrey, “en consonancia con esto, se regularizó el uso de determinaciones específicas de biomarcadores en la práctica asistencial habitual, con el que podemos hacer diagnósticos cada vez más precoces”.

Con respeto a la asistencia, cada año ven más de 2.500 pacientes por sospecha de demencia, de las que unas 800 son primeras consultas.

En la unidad tienen en cuenta que el Alzhéimer no solo afecta al paciente, sino que tiene una gran repercusión sobre la familia, y sobre todo el cuidador. De ahí que elaboraran un proyecto pionero de formación impulsado por la socióloga Ana Díaz y los doctores Aldrey y Pías).

“Estas estrategias se definen como el conjunto de esfuerzos y actitudes que el cuidador dedica a tratar de solucionar los problemas derivados de la enfermedad, que son percibidos cómo excesivos. Analizar esta carga para poder aliviarla es necesaria para aplicar el tratamiento al enfermo en el sentido amplio de la patología”, afirma Pías.