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En las catas para acondicionar los accesos salieron a la luz diversos elementos de grandes dimensiones // Confirman que la fortaleza de la mitra compostelana era una de las de mayor relevancia en la Galicia Medieval TEXTO Carlos Deaño

Aparecen nuevos muros y dos fosos en el castillo de A Rocha

A lo largo del pasado verano se desarrollaron dos actuaciones en la antigua fortaleza medieval de A Rocha Forte, una de ellas para la mejora de los accesos al recinto, y otra para la consolidación del interior del yacimiento.

Como es preceptivo, estas labores fueron acompañadas de unos sondeos previos en el terreno, y en el transcurso de los mismos se descubrieron importantes vestigios arqueológicos, que como señalaba la concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, han permitido una nueva visión del antiguo castillo, y confirmado la opinión de algunos expertos que señalaban que se trataba de una de las fortalezas más importantes de la Galicia medieval.

En las excavaciones aparecieron nuevos elementos del sistema defensivo que protegía la entrada del castillo, y que tienen unas considerables dimensiones; nuevos muros, y también dos fosos con una profundidad de tres metros. En uno de los muros, además, también se descubrió la base de una torre circular.

Estos hallazgos vienen a completar los descubrimientos que se fueron haciendo a lo largo de las diferentes campañas que se llevaron a cabo en el recinto desde hace ya más de una década, y que sacaron a la luz tanto la zona central de la fortaleza del Arzobispado de Santiago, que tenía planta cuadrada, y contaba con dos murallas defensivas concéntricas, además de una torre del homenaje ubicada en el centro. Parte del yacimiento se vio alterado cuando se construyó la vía del ferrocarril por sus proximidades.

En la documentación de la época, especialmente en el famoso pleito Tabera-Fonseca se aludía a una tercera muralla, por lo que a finales de 2019 se inició su busca a través de una prospección geofísica con un sistema de tomografía de resistividad eléctrica, trabajos que fueron realizados por el geólogo Óscar Pazos y la arqueóloga María José Bóveda. A partir de estos datos se inició la excavación en busca de la tercera defensa del castillo, una campaña de sondeos valorativos que dirigió el arqueólogo Mario César, de la empresa Tempos Arqueólogos, y confirmaron la existencia de una muralla con torre circular y fosos a ambos lados, así como toda una serie de estructuras como muros o canalizaciones.

Los trabajos fueron promovidos por el Ayuntamiento a través de la Oficina de Rehabilitación y forman parte del programa Edusi, cofinanciado en un 80 % por Fondos Europeos. El objetivo del proyecto es investigar esta fortaleza, edificada por el Arzobispado de Santiago en el siglo XIII como residencia, pero también para proteger y controlar fiscalmente el acceso a la ciudad por el sur.

A lo largo de sus más de doscientos años de existencia fue escenario de importantes acontecimientos históricos, entre ellos varios asedios, fruto de los enfrentamientos entre la autoridad eclesiástica y los vecinos de Santiago, hasta su destrucción en el año 1467, en el marco de la revuelta Irmandiña, cuando era arzobispo compostelano Alonso II de Fonseca. Quedó en ruinas hasta las excavaciones de este siglo.

28 oct 2020 / 00:00
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