Aprovechar la pandemia para crear nuevas formas artísticas

La propuesta es considerablemente original. Los clientes de la cafetería Airas Nunes, en la Rúa do Vilar, están acostumbrados a contemplar exposiciones en el local, pero la última, protagonizada por Ahel Estudios, nombre artístico que tomó por la forma de pronunciar Ángel en Venezuela, ha sorprendido, al estar formada por retratos figurativos realizados con alambre.

Artista autodidacta, nacido en el país latinoamericano y de padres ourensanos, recorrió distintos campos desde el dibujo y la pintura, incluso de prendas de vestir, hasta el trabajo con alambre para la joyería, una labor que explica que aprendió de artesanos de primera categoría en el país sudamericano.

De vuelta en Galicia, y en pleno confinamiento por la pandemia, decidió aprovechar el alambre que le había sobrado de aquella labor para comenzar a experimentar nuevas formas, un dibujo continuo que reflejara aquello que reconoce que es su vocación, el retrato no realista, sino basado en las impresiones y, sobre todo, en las expresiones que revelan sentimientos desde la tristeza hasta directamente el amor.

“Dinme conta de que eso era o que levaba toda a vida buscando”, explica. A partir de esos retratos se fue desarrollando una creatividad para la que los cuadros se quedaron pequeños, y las figuras fueron extendiéndose primero por el paspartú, y después ya directamente fuera del marco, de forma que es posible encontrar parejas retratadas en dos cuadros separados pero unidas por la misma línea que forma un entrelazo de cuadro a cuadro.

De esta forma, independientemente del tamaño y la distancia, cada obra está formada por una sola línea de alambre.

escultura. El siguiente paso, explica, fue experimentar con el volumen. Conseguir que este dibujo de línea continua se convirtiera en escultura, y en la misma muestra se pueden contemplar varias obras enmarcadas en cilindros de cristal, e incluso alguna realizada para aprovechar la arquitectura del establecimiento.

A partir de esta muestra, que estará hasta comienzos de enero en Compostela, y que ya estuvo precedida de otras en lugares como la fábrica de Sargadelos, o el Museo do Pobo Galego, en el marco de una muestra colectiva organizada por Creativas Galegas, explica que seguirá trabajando y experimentando.

Desde hace dos años, además, cuenta con permiso del Ayuntamiento de Santiago para ofrecer directamente en la rúa su trabajo, primero en el Obradoiro, y después en la Rúa do Vilar, donde los fines de semana, de viernes a domingo, es posible contemplar su original forma de convertir este material en dibujos.