Asesor especial de Fraga, concejal en Raxoi y comisario del Xacobeo 1993
La capilla ardiente está en el tanatorio de Boisaca, donde hoy, a las 19.00 horas, se oficiará una misa
Decenas de instituciones y personalidades manifestaron en las últimas horas su profundo pesar por la muerte repentina del doctor José Carro Otero, quien, además de por su trayectoria como médico, académico, historiador y antropólogo, también será recordado por su actividad institucional. La que desempeñó como presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, pero sobre todo por su papel durante la época de Manuel Fraga en la Xunta de Galicia. Fue asesor especial del presidente autonómico durante largos años, quien también lo designó comisario para el Xacobeo 1993.
Aquel acontecimiento supuso el resurgir del fenómeno de las peregrinaciones a la tumba del Apóstol Santiago y el doctor Carro, como experto de la historia jacobea, asesoró a la Xunta en la elaboración del plan de promoción. No pocos compostelanos recordarán imágenes del prestigioso profesor de Medicina mostrando a jefes de estado, miembros de la realeza, primeros ministros o altos representantes internacionales los secretos de la Catedral y del casco histórico compostelano.
El doctor Carro siempre decía que parte de sus conocimientos sobre este campo los había adquirido de su tío canónigo, quien además le legó un importantísimo patrimonio documental que él se encargó de estudiar minuciosamente, y de divulgar en numerosísimas publicaciones.
Por otro lado, en Santiago también será recordado por su faceta como concejal del Ayuntamiento en varias etapas: durante la Transición y en los años noventa del siglo pasado.
La capilla ardiente del doctor José Carro Otero permanece abierta desde ayer en el tanatorio municipal de Boisaca, donde esta tarde, a las 19.00 horas, se celebrará una misa de exequias por su eterno descanso. El aforo estará limitado a cincuenta personas, en base a las restricciones de las autoridades sanitarias. A continuación será incinerado. Sus tres hijos, Susana, Santiago, colaborador habitual de EL CORREO GALLEGO, y Gonzalo, y sus nietos ruegan una oración por su alma.
Hombre de fe, participaba siempre en la misa dominical en el monasterio de San Paio de Antealtares y era habitual su presencia en las grandes solemnidades de la Catedral, como miembro de la Archicofradía del Apóstol Santiago.