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Por las redes sociales se ha corrido el bulo de que un asteroide gigante podría impactar contra la Tierra el 6 de mayo, pero las posibilidades de colisión son escasísimas // El objeto cósmico, además, tiene apenas diez metros de diámetro, la mitad del que cayó sobre Rusia en 2013 TEXTO Josefa Rodríguez

Aún no ha llegado el fin del Mundo

Durante los últimos meses se ha extendido por las redes sociales el anuncio de una evento apocalíptico según el cual el 6 de mayo entrará en la atmósfera terrestre el asteroide 2009 JF1, capaz de provocar el caos en nuestro planeta, pero nada hay más lejos de la realidad.

Es cierto que este objeto existe, pero los expertos descartan que vaya a impactar con la Tierra. Es el caso de José Ángel Docobo Durántez, catedrático de Astronomía de la USC, director del Observatorio Ramón María Aller y presidente de la Comisión de Estrellas Dobles y Múltiples de la International Astronomical Union (IAU) entre 2009 y 2012, para quien el alarmismo no está en absoluto justificado.

¿Cuáles son las probabilidades de que este asteroide impacte con la Tierra?

Realmente son muy bajas. Cuando se descubrió este objeto, hace trece años, la órbita preliminar daba una probabilidad de impacto de 0.026%, pero al refinarse la órbita durante todo este tiempo, la probabilidad actual es solo de 0.00074%.

Si llegase a impactar, ¿qué podría ocurrir?

Tiene un diámetro de unos diez metros, aproximadamente la mitad del superbólido que cayó en Chelyabinsk (Rusia) el 15 de febrero de 2013 en Rusia y posterior caída de meteoritos. Dependiendo de la velocidad y la inclinación podría producir un suceso semejante al mencionado (provocó daños en edificios y heridas leves a unas 1.500 personas).

¿A lo largo de su carrera ha sido conocedor de algún tipo de peligro similar o alguna situación de estas características?

Aunque pueda parecer lo contrario, este tipo de acercamientos son bastante usuales, incluso con distancias a la Tierra mucho menores que este. El 2009-JF1 se acercará a una distancia equivalente a 0,19 veces la de la Tierra al Sol, o sea casi 28 millones y medio de kilómetros. Estos días están pasando otros asteroides mucho más próximos, a distancias que no llegan al millón de kilómetros. Son distancias en las cuales no corremos ningún riesgo, pero obviamente cara a futuro no tenemos seguridad al cien por cien. Como comenté, las probabilidades de choque son muy pequeñas, pero no nulas. Quién tenga interés por estos asuntos le recomiendo que lea sobre el fenómeno de Tunguska, ocurrido a comienzos del siglo pasado, o sobre el relativamente reciente de Chelyabinsk.

¿Considera que se está generando alarmismo sobre el Asteroide 2009-JF1 o no?

Personalmente creo que sí. Tanto por la distancia a la que pasará de nosotros como por su propio tamaño considero que no hay motivos de alarma, pero está bien que de vez en cuando noticias así nos hagan reflexionar sobre este tema. Y es que, a pesar del estricto seguimiento a los que están sometidos los asteroides potencialmente peligrosos, no tenemos un seguro a todo riesgo.

Probabilidades. La Agencia Espacial Europea (ESA) publicó el pasado 14 de febrero un artículo en su página de seguridad espacial explicando que 2009 JF1 había sido expulsado de la lista de objetos peligrosos gracias a nuevas observaciones. En la información, dicho instituto señala que el objeto fue descubierto en el año 2009 y su última observación fue menos de 30 horas después de su primer avistamiento, lo que provocó “un conocimiento deficiente de la órbita del objeto”, lo que impidió hacer un seguimiento más riguroso de sus características, como su tamaño, distancia y probabilidad de impacto.

Estas nuevas mediciones de la ESA permitieron bajar la probabilidad de una forma extraordinaria: de 1 entre 4.000 que estimaba la agencia previamente hasta solo una entre 1,7 millones.

Herramientas. Para los interesados que quieran seguir las trayectorias de objetos cercanos a la Tierra,la agencia espacial estadounidense permite seguir dicha materia gracias a la base de datos de cuerpos pequeños, desarrollada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, JPL) de la NASA y el Instituto Tecnológico de California (Caltech).

La NASA utiliza dos tipos de escalas. Se trata de la escala de Palermo (Escala Técnica de Amenaza de Impacto de Palermo en su nombre completo), que mide el riesgo de impacto de un objeto próximo a la Tierra a través de técnicas logarítmicas.

La idea es comparar la posibilidad del impacto potencial del objeto detectado con el riesgo medio de otro de tamaño igual o superior a lo largo de los años.

Se trabaja con valores continuos. Así, un valor de -2 significa que solo existe un 1% de riesgo medio de impacto. El valor 0 indicaría que la probabilidad de impacto está al 50%. Si ese valor es 2, se activarían todas las alarmas, ya que probabilidad de choque sería 100 veces superior al riesgo medio. Sin embargo, podemos estar tranquilos: jamás se ha descubierto un asteoride o cometa que se acerque siquiera al valor 0.

Por otro lado, la escala de Turín facilita las cosas aún más para los profanos. Este método de clasificación del peligro de impacto asociado a objetos de tipo NEO (Near Earth Objects) simplifica los valores y usa una escala de 0 a 10 y valores siempre enteros. En esta escala un valor 0 revela que el objeto tiene posibilidades casi nulas de colisionar con la Tierra. Un valor de 10 implicaría una colisión segura en los próximos 100 años, y solo a partir del nivel 5 se considera el evento como una verdadera amenaza.

En resumen, no hay motivo para entrar en pánico. El fin del mundo todavía no ha llegado.

11 abr 2022 / 01:00
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