Avalancha de repostajes y circulación apelmazada en víspera de Año Nuevo

Continúa la carrera de los conductores para realizar sus últimos repostajes del año en las gasolineras, que serán también los últimos bonificados con el descuento de 20 céntimos de ayuda en el precio del combustible que a partir de mañana desaparecerá para todos los particulares. Este medio se hacía ayer eco de cómo con la situación ha proliferado la demanda en las estaciones de servicio (especialmente en el caso de las low-cost) hasta el punto de crear grandes atascos en áreas como el polígono de Costa Vella, donde se concentran un buen número de ellas. Una congestión que se prolongaba ayer hasta la conexión con la SC-20 y que obligó a los conductores a detener sus vehículos a lo largo de todo el tramo hasta el acceso a la gasolinera de la rúa de Polonia.

Más arriba, a la altura de la solicitada estación de servicio, la situación de bloqueo se tornaba aún más tensa. La estampa de la rotonda que venía describiendo EL CORREO lucía más crítica ayer, si cabe, con ambos carriles desbordantes de coches estacionados que provocaron un efecto embudo y taponaron la circulación en sentido de subida. La inmensa cola de vehículos a la espera de su turno para repostar, que atravesaba el acceso a la gasolinera, absorbió también a aquellos que simplemente buscaban pasar de largo, dejando libre únicamente la otra mitad de la glorieta, en dirección al enlace con la carretera de Amio.

El abarrotamiento en toda esta zona fue continuo durante todo el día, especialmente en las horas punta, como a primera de la tarde. Una situación que no casó bien con la otra constante de la jornada: el mal tiempo. Por si la atención requerida para maniobrar ante los bloqueos y navegar entre filas de turismos no fuera suficiente, la reinante caída de precipitaciones intensas acompañadas de fuertes rachas de viento tampoco dio tregua a la operación, la cual acabó exasperando a más de uno, a juzgar por algún que otro claxon de gatillo fácil que se hacía oír entre la multitud de vehículos.

Visto lo visto, y sumado a la aciaga climatología y el tráfico denso previstos para la señalada jornada de hoy, resulta imprescindible extremar precauciones al volante, especialmente tras la caída de la noche, cuando la visibilidad será menor. Así que, junto a la recomendación de aprovechar las horas de luz para circular, están las de evitar aglomeraciones en la medida de lo posible, mantenerse ojo avizor con los riesgos de los vientos y las precipitaciones y, por supuesto, hacer gala de sentidiño al volante para disfrutar de una Nochevieja sin preocupaciones.