Barrio insiste en que el Año Santo arrancará "el 31 de diciembre por la tarde", pero no renuncia a extenderlo

SANTIAGO. EP. El Año Santo arrancará, "si Dios quiere", la tarde del 31 de diciembre. El Arzobispado de Santiago ha insistido este lunes en que su objetivo es mantener el calendario previsto "en la medida de las posibilidades", aunque estará vigilante de la evolución de la pandemia y de los peligros de rebrote para adoptar una decisión definitiva sobre su posible extensión a 2022, como sugiere la Xunta.

Así se ha pronunciado este lunes en rueda de prensa el propio arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ante la insistencia por parte de los periodistas y las dudas sobre un hipotético aplazamiento o ampliación de esta efeméride con motivo de la crisis provocada por la COVID-19 y tras la petición formulada por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.

Desde el Arzobispado optan por la discreción y la prudencia. Julián Barro ha apostado por "ir viendo como se van sucediendo los acontecimientos" y la influencia de la pandemia, "que tanto dolor está causando".

"Analizado y estudiado el proceso y evolución, trataremos de hacer y de pedir lo mejor para que los objetivos de este Año Santo, objetivos espirituales y pastorales, puedan conseguirse y que lleguen a la mayor parte de personas"

En este sentido ha querido subrayar que el objetivo del Arzobispado es mantener su hoja de ruta según o previsto y ha confiado en contar con una respuesta "más precisa" en próximas semanas. "No se si mas bien pronto que tarde", ha matizado, dado que podría tratarse de una decisión que se aborde durante meses.

Barrio ha reconocido que las informaciones sobre la pandemia son "tan contradictorias" que no se sabe "a lo que atenerse", sobre todo ante la falta de claridad y predicción de los posibles rebrotes (en octubre o principios de 2021).

"Si Dios quiere y lógicamente contando con el Santo Padre, trataríamos de buscar lo mejor para la celebración de un acontecimiento tan importante", ha insistido el arzobispo, quien ha reconocido la preocupación sobre toda esta situación.

"Yo les informaré puntualmente de toda esta realidad que les preocupa y, lógicamente, como responsable de esta Iglesia compostelana, a mí también me preocupa y también sin duda le preocupará al Santo Padre".

El arzobispo ha recordado el precedente de 1937, cuando se extendió al 38 debido a la influencia de la Guerra Civil en todo el País, aunque ha reiterado que se trata de una circunstancia diferente. "En su momento tendremos que evaluar y actuar en consecuencia", ha zanjado Barrio.

OBISPO AUXILIAR

El objetivo de la rueda de prensa de este lunes ha sido el de anunciar el nombramiento del obispo auxiliar de Santiago de Compostela, monseñor Jesús Fernández González, como obispo titular de la Diócesis de Astorga.

Una noticia "agridulce", ha reconocido Barrio, quien ha trasladado su felicitación y su agradecimiento al propio Jesús Fernández por el trabajo desarrollado hasta ahora.

El nuevo obispo de Astorga sucede así a Juan Antonio Menéndez Fernández, fallecido el mes de mayo de 2019 tras sufrir un infarto de miocardio. El hasta ahora obispo auxiliar de Santiago de Compostela recibió su ordenación episcopal el día 8 de febrero de 2014, en una Eucaristía celebrada en la Catedral de Santiago y presidida por monseñor Julián Barrio.

Ahora el Arzobispado encara el reto de situarse a las puertas de un Año Santo con este cargo sin cubrir, aunque Barrio ha asegurado el "interés y la preocupación" del Papa Francisco por la situación que vive Santiago de Compostela.

Barrio ha confiado en que el Papa ofrezca "cuanto antes" una ayuda en este sentido, y se nombre un nuevo obispo auxiliar, sobre todo ante la proximidad del Año Santo 2021 y "sabedor de lo que conlleva esta celebración".