Bugallo asegura que Concheiros era un caos antes de las obras

El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, salió ayer en defensa de las obras de remodelación de la rúa Concheiros, objeto de numerosas críticas, sobre todo por las dos ampliaciones del plazo original de nueve meses, que ahora se prolongan hasta finales del mes de diciembre.

La razón, explicó, está en los imprevistos que aparecieron, como la línea de media tensión o las viviendas irregulares, pero también destacó que se trata de una obra “moi potente”, que se hace con la previsión de que dure entre treinta y cincuenta años, “e temos que procurar que quede o mellor posible”.

Recordó que cuando llegó a la alcaldía este proyecto estaba paralizado por las diferencias sobre el mismo entre la Xunta y los vecinos, que había llevado a la primera a decidir “non facelo”.

Una situación que dejaba Concheiros entre dos zonas reurbanizadas: rúa de San Pedro y el cruce con Fontiñas, lo que consideraba un agravio, porque la calle era “un desastre completo”, especialmente por el mal estado del pavimento y las aceras. “Non tiña ningún sentido que desde a Cruz de San Pedro para abaixo o barrio estivera renovado, e xusto houbera uns seiscentos metros de espazo que era un caos”, afirmó.

A partir de ahí, el Ayuntamiento asumió las obras y el presupuesto previsto aportado por la Xunta, y describió toda una serie de cambios que se habían llevado a cabo sobre la propuesta inicial, a petición de los propios vecinos y comerciantes de la zona.

La primera, explicó, equilibrar el tamaño de las dos aceras de la calle, ya que en el primer proyecto había una de seis metros, la más utilizada por los peregrinos, y otra de tres, que al final se convirtieron en dos de algo más de cuatro metros, tal como pedían los vecinos.

Entre las modificaciones también destacó la que se introdujo en la circulación rodada, para cumplir una demanda de los residentes y empresarios de la zona, el mantenimiento del doble sentido del tráfico, ya que en el proyecto que había diseñado la Xunta para dar continuidad al del cruce solo se recogía un único carril de salida.

Otro de los cambios que se introdujeron fue el referido al alcantarillado. En el proyecto original, afirmó, solo estaba previsto renovar una parte, la más antigua, y lo que se decidió fue acometer toda la calle, con el objetivo de garantizar que no fuera necesario volver a levantarla por una avería.

También se modificaron otros diseños, como el de la plaza situada junto al ascensor que conecta con la rúa de Triacastela, que inicialmente estaba prevista con pavimento de asfalto, y finalmente llevará piedra. Unas decisiones que manifestó “que benefician á calidade do proxecto e á veciñanza”.

Sobre el caso concreto de las viviendas irregulares que se descubrieron en la parte inferior de la calle, recordó que se había decidido dejar esta zona fuera del proyecto, ya que el caso lo está estudiando Disciplina Urbanística, y que hasta que no haya una resolución no se podrá actuar. Lo que sí se va a llevar a cabo es un refuerzo de la plataforma en forma de terraza que está sobre ellas, reforzándola para evitar que se produzca un derrumbe.

molestias. De esta forma, señaló que aunque entiende que las obras son “molestas”, por las ampliaciones de plazo debidas a este y otros imprevistos, se mostró convencido de que una vez que estén finalizadas el resultado habrá merecido la pena.

Destacó que en los trabajos “non se escatimaron recursos”, y que el autor del proyecto es un conocido arquitecto, Eduardo Cruz, que también había realizado otros trabajos en Compostela, como la reurbanización de la rúa de Carretas, y que estaba seguro de que una vez que estén finalizados los trabajos “a valoración vai ser moi distinta”.

Estas molestias reconoció que a quienes estaba afectando de manera más especial era a los negocios de la zona, que veían dificultada su actividad, y que por ello el Ayuntamiento tiene previsto buscar una compensación no a través de subvenciones directas, que recordó que ya existen a través de los planes de apoyo al comercio y la hostelería de toda la ciudad, para aquellos que hayan sufrido un descenso en las ventas, sino de campañas de dinamización de la actividad.

Unos programas que se pondrán en marcha una vez que concluyan los trabajos, a finales del presente año, y que se diseñarán en su momento. Como ahora está previsto reformular los presupuestos tras la bajada de ingresos que supondrá la supresión del Impuesto de Plusvalía, señaló que habra que esperar a saber de qué partida se dispone, pero que en caso contrario se podría hacer con cargo a los remanentes.