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‘Capador’ al servicio de la Catedral de Santiago

Certifica su existencia un documento fechado el 16 de octubre de 1630 que se conserva en el Archivo de la Catedral de Santiago. Se trata de la “orden de pago”, por parte del Cabildo de un profesional dedicado a las tareas que indica su nombre. En tal documento, anotado al margen como “libranza de un capador”, los Srs. Canónigos, en su reunión del día indicado, “ordenaron y mandaron que el mayordomo capitular le dé a Francisco Durán 30 ducados por la cura que hizo a los mozos de coro y los 7 por cuenta de la misma prebenda de mozos de coro que también se le pagarán”. Para comprender este texto importa explicar lo siguiente:

1. “EL Capador” era un cirujano que en aquella época extirpaba los testículos a niños pertenecientes al Coro de la Catedral cuyas voces infantiles interesaba conservar dada su especial calidad como “voces blancas”, para que no cambiasen en la época prepuberal. Eso explica que se los operase hacia los 8 años de edad: le hacían dos incisiones en las ingles, por encima de la bolsa testicular, ligando, a través de ellas, los respectivos “cordones espermáticos” que luego se seccionaban por debajo de tales ligaduras con lo que ya se podían sacarse los respectivos testículos. Finalmente suturaban ambas incisiones de la ingle con la mayor rapidez posible pues la operación se había hecho sin anestesia que, en aquella época todavía no se había inventado.

Esta práctica mutilatoria se realizó mucho durante los siglos XVII al XIX, perviviendo incluso, en algunos lugares, hasta principios del siglo XX. Los afectados solían ser de familias pobres que con estas castraciones garantizaban, para el futuro, una forma de vida económica mejor para sus hijos, aunque estos pagaban una serie de graves deficiencias biológicas: eran estériles, tenían un aspecto feminoide, no les salía la barba ni otras pilosidades corporales, poseían un panículo adiposo muy abundante, eran tímidos en exceso, etcétera.

2. Sobre nuestro “capador”, Francisco Durán, o algún descendiente suyo del mismo nombre, encontramos algunos datos 20 años más tarde. Así, en 1650, una “Orden Real”, datada en Madrid el 29 de octubre, dispone que se cree una plaza de “capador y hernista” en el Gran Hospital Real de Santiago, la cual se cubre el 10 de enero de 1651 en la persona de don Francisco Durán, al que se le asigna, en concepto de sueldo único, “una casa para vivir”. Este personaje extirpaba testículos, por sus obligaciones de capador, y también operaba las hernias que salían en las ingles, ya que el método operatorio para ello es muy parecido al usado para sacar las gónadas.

3. Como ejemplo de lo que pasaba en la “Capilla de Música” de la Catedral compostelana diremos que la integraban “músicos instrumentales” (orquesta) y “cantores” de varios tipos de voces, entre los que se encontraban los “niños de coro”, algunos de los cuales eran los “castrati”. Todos actuaban en las numerosas y variadas ceremonias litúrgicas ocupando sus respectivos lugares en el lugar llamado “Coro” existente en la nave central del brazo mayor del Templo, cuyos sitiales, facsistoles y demás elementos ocupaban los cuatro primeros tramos, justo debajo de donde están los dos “Órganos”, circunstancia que impedía la visión directa del Altar Mayor, razón por la cual y no sin ardua polémica se suprimió dicho “Coro” en 1944, quedando así la nave totalmente libre y sin obstáculos visuales para la Capilla Mayor. La foto que ilustra este artículo, tomada por el fotógrafo profesional Arturo, en mayo del citado año y encargada por el eminente historiador jacobeo don Jesús Carro García, de cuyo archivo procede, ofrece gráficamente el panorama de oeste a este, es decir como si desde el Pórtico de la Gloria, en la lejanía, se mirase hacia el Altar Mayor. En el medio pende una estructura ovoidea que es la llamada “Alcachofa”, objeto metálico que se usa para mantener tensa la cuerda del “Botafumeiro” cuando éste no va a funcionar.

4. En un artículo que tuve el gusto de publicar en este mismo periódico, a plena página, el 10 de julio de 1994 se explican otros muchos aspectos, interesantes, de los “castrati” en general y de los que hubo en nuestra Catedral de Santiago, en particular.

31 ago 2020 / 00:20
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