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José Manuel Trigo y Clara Rosón son padres de diez hijos, pero tres no estarán en Navidad // “Ni siquiera vendrán las abuelas”, aseguran // Aunque hacen malabares con la cesta de la compra, no faltará el marisco // Adquieren mascarillas en paquetes de 200 TEXTO Mar Mera

Celebración sin allegados de una familia numerosa: de 25 a solo 9

Estas navidades no serán iguales para nadie. El COVID ha llegado para cambiarnos la vida a todos. Sin embargo, para algunas familias celebrar estas fechas será aún más diferente. Es el caso de José Manuel Trigo y de Clara Rosón, padres de diez hijos, que este año, más que nunca, han agradecido vivir en un piso, pero con terraza y balcón, para pasar el confinamiento, aunque aseguran que lo sobrellevaron bien.

Sin embargo, otra cosa es la celebración de la Nochebuena y la Navidad, donde pasarán “de ser 25 como poco” a estar solo nueve. Una cifra que quizá para muchos sea impensable, pero para una familia como la Trigo Rosón es muy pequeña. “Será raro estar tan pocos, pero tres de mis hijos no vendrán”, señala el padre de esta familia hipernumerosa de Compostela, que precisamente es el presidente de la Federación Nacional de Familias Numerosas y vicepresidente de la asociación gallega (Agafan).

José Manuel, de 61 años, y Clara, de 59, tienen una larga descendencoa: Clara (36 años, dos hijos), Patricia (34), José (31), María (28), Alejandro (27), Susana (25, un hijo), Elena (21), Catalina (19), Inés (18) y Pablo (17), Estas navidades no podrán contar con tres de sus hijos, que viven fuera, dos en el extranjero y una en Madrid. Sobre una de las hermanas, José Manuel explica que vive en Londres y que, “por un lado, está la economía, por el coste del precio de los billetes, y, por otro, los problemas que puede haber con los viajes. No sabemos qué puede pasar, si habrá cierres o no. Es complicado venir”.

Así, asegura que este año se sentarán nueve a la mesa. De hecho, apunta que “ni siquiera vendrán las dos abuelas a casa”.

Se declara “muy afortunado” por no haber tenido el coronavirus ninguno de la familia”, por lo que su reto es seguir protegiendo lo máximo posible a todos. “Es difícil escapar de este virus, porque hay gente que cumple con todas las medidas de seguridad, limpieza continua de manos, guardar la distancia y usar la mascarilla, pero al final cae; es una lotería. Pero estas navidades hay que pasarlas como se pueda, intentando siempre cumplir con todos los protocolos sanitarios y el año que viene, ojalá, esperemos que podamos celebrar estas fiestas como siempre lo hicimos, con mucha familia alrededor de la mesa”.

De todos modos, añade que “una de mis hijas, que vive en Madrid, estuvo al principio de la pandemia un poco mal. No se encontraba bien y puede que pasase el coronavirus de forma leve, pero en aquellos momentos no se hacían PCR como ahora y no está segura”.

También José Manuel asegura que es, si cabe, un poco más estricto con las medidas sanitarias “porque por mi trabajo (como presidente de la federación de familias numerosas) debo desplazarme a Madrid en ocasiones y procuro extremar al máximo lo que debemos hacer para protegernos del COVID”.

Así las cosas, pueden respirar tranquilos porque no superan los diez que se estima como máximo para las celebraciones navideñas en familia, aunque en Galicia se está debatiendo la posibilidad de no limitar por número y que puedan juntarse dos núcleos familiares.

Pese a todo, echarán de menos el bullicio de las fiestas en las que, sin contar allegados, solo familia, como mínimo se juntaban veinticinco”.

Aunque los gastos se reducirán, la cesta de la compra de esta familia de Santiago supone siempre hacer todo un máster para no pasarse. “Miramos hasta los céntimos porque cualquier desajuste cuenta”, explican. Y es que no suelen ir al cine y la ropa en esta casa se hereda.

Así, a pesar de mirar con lupa la lista de la compra, José Luis asegura que estas navidades “no faltará algo de marisco, aunque congelado que sale más barato, y una carne especial. En estas fechas hacemos un esfuerzo especial”, comenta.

Y es que al gasto habitual, se han sumado las mascarillas, aparte de geles hidroalcohólicos. Sobre estas, el padre de esta familia hipernumerosa lanza un respiro de alivio al haberse bajado el IVA de estos productos, “ya que ahora son más económicas”. Indica que en su casa “hacemos un mix, entre reutilizables y las quirúrgicas. Las primeras las podemos usar más tiempo, pero las segundas las utilizan, sobre todo, los que estudian, ya que son mejores para llevarlas en el aula”.

También se alegra de la guerra de precios en los supermercados, “porque puedes encontrar precios más bajos en las mascarillas quirúrgicas. De todos modos, en casa compramos paquetes de doscientas porque siempre salen mejor de precio”.

Y es que en esa vivienda llegan a consumir unos 24 litros de leche y más de cien yogures al mes. Pero como dicen siempre “nuestros diez hijos son, sin duda, nuestra mejor inversión”, dando ejemplo de que se puede ser familia numerosa y sobrevivir, incluso al COVID.

12 dic 2020 / 00:00
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