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Sin luz y sonido. A algunos negocios la semana del Apóstol les permite facturar más del doble de lo generado en un mes normal, un ‘colchón’ necesario para poder hacer frente a otros períodos menos intensos // Los comerciantes ven lógicos los cambios en la programación de las fiestas TEXTO A. Bernárdez

Comprensivos pero expectantes

Con la información transmitida recientemente por el Concello en la que anunciaba unas fiestas del Apóstol un tanto descafeinadas, con los conciertos y actividades culturales en el aire y con muchas dudas sobre cómo se desarrollarán los tradicionales fuegos artificiales, los hosteleros y comerciantes de la ciudad ven cómo se desvanece una de las últimas oportunidades para salvar la temporada.

Manolo García, propietario del mítico restaurante Don Quijote, en el número 20 de la calle Galeras, se muestra comprensivo ante las medidas tomadas, aunque asume que la ausencia de turismo será “un palo más para el sector”. Aun así, el hostelero comprende que se limite el gasto en los espectáculos pirotécnicos porque “si no hay público no vale la pena invertir tanto dinero”. García no se muestra especialmente optimista y lamenta que la ausencia de visitantes este verano termine de echar por tierra los locales que hayan superado estos meses de parón. “Aún queda un mes y medio y no tenemos ni idea de cómo se regulará el turismo, pero la gente tiene mucho miedo y yo estoy seguro de que este año llegarán a Santiago muchos menos visitantes”, sentencia el veterano hostelero.

En este sentido, García destaca las grandes pérdidas que esto supondrá para los negocios como el suyo. Explica que del 23 al 31 de julio conseguían recaudar lo equivalente a dos meses y medio de actividad normal, unos ingresos que servían de colchón para las temporadas más tranquilas. “Creo que este año no se llegará ni al 50 % de lo que solemos facturar en el Apóstol”, vaticina, antes de asegurar que le parece “una idea genial” la iniciativa del ayuntamiento de apoyar a los hosteleros y comerciantes de la ciudad con el dinero que se ahorre en las fiestas.

En este sentido, José María Fernández, propietario de Jael Joyería, en el número 7 de Xeneral Pardiñas, y presidente de la Fundación Santiago Centro, va más allá y llega a firmar que con esta iniciativa, la alcaldía “se pone del lado del comercio y la hostelería” en este momento tan difícil, algo que los “beneficia mucho”. Fernández defiende la decisión del Concello porque “no tiene sentido hacer unas fiestas por todo lo alto y que no venga nadie”. Asegura que se trata de una decisión “difícil”, pero que considera “necesaria”.

Sin embargo, para muchos empresarios a los que el covid todavía no les ha permitido abrir sus negocios, las fiestas no son una prioridad. Sergio Arias, propietario de, entre otros locales, el restaurante Curro da Parra, en la calle Travesa, cuenta que, pese a que está seguro de que la limitación de las fiestas afectará negativamente a su negocio, ahora mismo “lo principal es poder abrir el restaurante lo antes posible”. El empresario defiende que “hay que ir día a día” y que, aunque toda ayuda es buena, en este momento ve más importante las negociaciones que los hosteleros están llevando a cabo para conseguir una flexibilización de la normativa de las terrazas.

En cuanto a este tema, Suso Pais, propietario del Bar Literarios, recuerda que una buena forma de ayudar a la hostelería sería perdonar el pago de las terrazas de este año. Asegura que toda ayuda será bienvenida, aunque lamenta que el Ayuntamiento no haya aportado más información sobre esta iniciativa. En lo que se refiere al Apóstol, coincide en que “no tiene sentido organizar grandes conciertos” y apuesta por unas fiestas con actividades en pequeño formato. “Creo que si se hacen pequeños conciertos como los que se organizan en agosto con el Feito a Man, se puede generar bastante ambiente en la ciudad, pero sin grandes multitudes”, concluye. Toca ahora esperar a que progresivamente vuelvan a abrir los establecimientos de la ciudad, más allá del centro.

Las ayudas son bienvenidas, pero mejor a corto plazo

··· La mayoría de empresarios relacionados con la hostelería y el pequeño comercio ven adecuado el cambio en la programación de las fiestas y apuestan por celebraciones más baratas e íntimas que animen la ciudad de forma segura.

··· Los hosteleros lamentan no tener más información sobre las ayudas que el ayuntamiento pretende ofrecer. Muchos señalan que sería más eficaz tomar medidas a corto plazo, como flexibilizar la normativa sobre terrazas o incluso anular el pago de las mismas durante todo este año.

··· La incertidumbre de no saber cuáles serán las restricciones para el turismo este verano mantiene en jaque al sector de la restauración que, de seguir así, habría perdido tres de las citas más importantes para su facturación anual: la Semana Santa, la Ascensión y las Fiestas del Apóstol. Ahora ponen sus esperanzas en los visitantes nacionales, los únicos que podrían salvar una temporada especialmente dura, en la que muchos todavía no han conseguido remontar.

23 may 2020 / 00:16
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