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ENTREVISTA
Contratenor, ganador del III Concurso de Canto Compostela Lírica

“Conseguir un premio de esta categoría es un gran empujón a mi carrera”

Yo me siento privilegiado de poder tener esta voz, aunque muchas veces me haya encontrado con cierto grado de prejuicio

Christian Gil-Borrelli es el ganador del primer premio del III Concurso de Canto Compostela Lírica, convocado por Amigos de la Ópera de Santiago, un certamen presidido por el prestigioso especialista en voz Arturo Reverter, compostelano de nacimiento y con reconocimiento internacional. El contratenor, nacido en A Coruña, estudió Medicina y Cirugía en Santiago, especializándose más tarde en Madrid, pero la música pudo más, y se trasladó al Conservatorio Arturo Soria madrileño y a la Escuela Superior de Canto, donde recibirá clases de Pilar Pérez-Íñigo, Mª José Santos y Cristina Gallardo-Domâs. También Miro Moreira veló por su ampliación, en la que destacan igualmente Manuel Burgueras, David Mason, Carlos Budó, Alberto Zedda, Miquel Ortega y Eduardo López Banzo. Debutó en festivales de élite: FIOCLE, de León, la Semana de Cuenca, el Leipzig Bachfest o el Monteverdi di Cremona. Mejor y más reciente recuerdo, lo tenemos por la participación en la programación Lírica de Amigos de la Ópera de A Coruña, en el ciclo de As novas voces galegas, ofrecido en Afundación, en su undécima edición, acompañado por Miguel Huertas al piano.

¿Cómo fue su relación con la organización de Lírica de Amigos de la Ópera de A Coruña?

Me dio una excelente oportunidad de darme a conocer a un nuevo nivel, compartiendo cartel con artistas consagradísimos dentro del panorama musical mundial. La confianza que depositaron en mí tanto Amigos de la Ópera como su director artístico, Cesar Wonenburger, supuso un reconocimiento muy importante a mis capacidades como cantante y me motivó a continuar por este camino tan hermoso y a la vez arduo como es la carrera operística. Alberto Miguélez y yo nos conocemos de hace muchos años y la posibilidad de coicidir juntos sobre el escenario es algo que se viene fraguando desde hace un tiempo y que espero pueda materializarse pronto.

¿Cómo influyó en su carrera Alberto Zedda?

El maestro Zedda ha dejado una huella indeleble en mi canto, el cual siempre intento colorear con una extensa paleta de matices gracias a sus impagables consejos. Desde el primer momento sentí que creía en mí como cantante. Él mismo me animó a abordar el repertorio rossiniano y me acordé mucho del maestro cantando Tancredi durante la fase semifinal del concurso.

Una cuerda compleja la de los contratenores, hoy tan demandada y respetada. Se ha creado un nuevo mito desde su recuperación desde finales de los años cincuenta, ¿cuáles son sus referentes?

Yo me siento privilegiado de poder tener esta voz, aunque muchas veces me haya encontrado con cierto grado de prejuicio. Por suerte, la admiración que despierta entre el público junto al proceso de recuperación del repertorio barroco desde mediados de siglo XX, ha creado un espacio dentro del panorama musical. Entre los contratenores actuales, mi referente es Xavier Sabata, por su voz, su inteligencia como artista y su savoir-faire dentro y fuera del escenario.

En repertorios, suponemos que tendrá épocas y autores que orientan sus preferencias ¿Qué puedes contarnos al respecto?

Me encuentro muy afín al repertorio barroco, especialmente a Händel y Vivaldi, tanto en sus óperas como oratorios, pero también abrazo con agrado la música más contemporánea, desde Britten a composiciones actuales. El repertorio de cámara creo que es fundamental también para el desarrollo artístico de cualquier cantante, y disfruto haciendo melodie francesa o lied alemán, y por supuesto, canciones españolas de concierto. Admito que tengo un espíritu ecléctico y me siento muy orgulloso también de mis coqueteos con la música jazz y el teatro musical, escarceos con lo que he aprendido mucho y me han traído inmensas alegrías.

¿Recital o quizás óperas en vivo, por cuál de los géneros se decanta y dónde encuentra más posibilidades de futuro?

Yo me siento lleno cuando puedo interpretar a un personaje sobre las tablas, por lo que la ópera es mi hábitat natural. Asimismo, el recital crea un espacio íntimo, donde poder conectar con el público de una manera más directa y personal que también me encanta. Creo que mi futuro pasa por aprender a compaginar ambos formatos de la manera más sincera posible.

¿Sois los contratenores auténticos rara avis?

Mi percepción es que la vocalidad de contratenor, así como el repertorio barroco que practica, ha sido en muchos casos denostado por la academia y su tradición romántica. Por suerte, esto ha ido cambiando, y los contratenor de hoy en día tenemos mucho que agradecer a quienes tuvieron la valentía de enfrentarse a estos prejuicios. En el caso de Galicia, contamos con un pionero como Miro Moreira, cuya personalidad ha allanado el camino para muchos contratenores dentro (y fuera) de nuestra tierra y al cual yo siempre le estaré agradecido.

¿Qué supone para usted ganar el premio Compostela Lírica?

Sin duda, un premio de esta categoría resulta un empujón considerable en mi carrera operística. No obstante, con la gran mayoría de los teatros cerrados en Europa y muchas programaciones canceladas, estoy aprovechando estos meses para perfeccionar mi formación junto a la mezzosoprano María José Montiel, catedrática de la Universidad de las Artes de Berlín, quien está resultando clave en el avance de mi técnica vocal en la actualidad. En cuanto a este año, tendré el privilegio de abordar el estreno de la ópera gallega basada en el personaje de María Soliña del joven compositor Nacho Mañá y con libreto de José Bustamante. Esta tendrá lugar en mayo en el Auditorio Municipal de Cangas y es uno de los proyectos más ilusionantes para mis próximos meses.

04 ene 2021 / 00:00
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