Entra en funcionamiento la pasarela peatonal: Del Ensanche a Pontepedriña en apenas dos minutos
Vigilancia permanente para los ciento sesenta metros de la calle encapsulada, cuyo mantenimiento y seguridad costará unos 120.000 euros anuales
La primera fase de la estación intermodal, la puesta en marcha de la estación de autobuses y la apertura de la pasarela con el Hórreo tendrán mañana su corte de cinta oficial, lo que permitirá que los primeros autobuses, de los más de ochocientos diarios que se prevé que circulen por la zona, puedan arrancar y empezar a prestar servicio.
En las últimas horas se han intensificado los trabajos, sobre todo en el arranque de esta gran calle encapsulada desde la rúa do Hórreo, donde la solución adoptada para salvar la actual diferencia de altura entre la acera y la pasarela ha provocado un buen número de críticas, y fue preciso remodelar. El arreglo definitivo llegará en breve, cuando en los próximos días el Ayuntamiento licite la reurbanización de este tramo de calle y coloque en este punto un paso de peatones elevado.
El nuevo vial cubierto servirá también para el tránsito peatonal entre el Ensanche y Pontepedriña, de forma que aunque funcionalmente será parte de la intermodal, estará abierto durante las veinticuatro horas del día para que pueda ser utilizado por los vecinos. Para ello, contará también con un servicio de vigilancia propio contratado con una empresa de seguridad privada.
Raxoi, a través de la empresa municipal de transportes, Tussa, se encargará tanto de la gestión de la estación como del mantenimiento y vigilancia de la pasarela, al menos por el momento. Dado que la empresa asumió el encargo esta misma semana, lo que se ha firmado es un contrato temporal para realizar ambos servicios, a la espera de que convoque un concurso para adjudicarlos ya a largo plazo. El coste estimado de estas labores se dispara a unos 120.000 euros anuales, y la intención de Raxoi es que se incluyan, al menos en parte, en los costes de explotación de la estación
De momento, donde se va a centrar la seguridad es en la entrada a la pasarela desde la rúa do Hórreo, mientras no se llevan a cabo las obras de la nueva terminal del AVE, cuyo proyecto se espera que se licite este mismo año para que las obras puedan estar concluidas en 2023. Una vez que se construya la nueva estación, que estará situada junto a la pasarela y sobre las vías, Raxoi espera que Adif también se comprometa con su parte de mantenimiento y seguridad.
En este sentido, cabe señalar que además de la entrada principal a la estación, que estará en la rúa do Hórreo, junto a la pasarela, también está previsto que desde ésta última también se pueda entrar a la terminal del AVE. Para ello, uno de los pórticos acristalados del lado de la actual estación de tren se desmontará y se convertirá en una nueva entrada, completando así la interconexión con la terminal de buses, y también con las calles situadas en los extremos y la cohesión de todo el complejo.
Aunque forma parte del complejo de la intermodal, la pasarela que hoy se inaugura es la calle acristalada más grande la ciudad, con ciento sesenta metros de longitud, y una superficie total de más de mil quinientos metros cuadrados. Además, estará a considerable altura, con una media de 13,5 metros sobre la playa de vías, para salvar así la diferencia de cota existente entre O Hórreo y Clara Campoamor. Para ello, en el diseño se también muy en cuenta la resistencia de la misma, de forma que está preparada para resistir vientos de hasta ciento cincuenta kilómetros por hora. La ráfaga más alta registrada en la ciudad se remonta a 1961, y fue de 155 kilómetros por hora. Eso sí, aunque actualmente está descubierta por ambos lados, en un futuro uno de ellos, el más próximo a la actual estación, estará protegido por la nueva terminal del AVE. En total, se estima que está preparada para resistir durante un siglo.
El alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, destacó ayer que la inauguración de la nueva fase de la intermodal supone la conversión de la zona en el principal nudo de comunicaciones de la ciudad, además de reforzar el papel central que desempeña el Ensanche en la ciudad.
En este sentido, destacó que al transporte por carretera se suma también el ferroviario, y en breve el AVE, en cuanto la Agencia de Seguridad Ferroviaria dé el visto bueno a la puesta en marcha del servicio, porque la obra está terminada tanto en lo que se refiere a las vías, como a la adaptación de la estación y los andenes para la Alta Velocidad.