Época de vendimia: Barcelos-Ponte Lima
VOLVEMOS A LEVANTARNOS as 8.00 horas por que nunca he entendido las prisas absurdas que tienen algunos peregrinos para madrugar. Tenemos todo el día para caminar. Nos despide Andrea, dueña del albergue donde hemos dormido. Mi compañero Carlos se queja de los ronquidos de Paco, un peregrino holandés que aparece y desaparece como el Guadiana.
Los 36 kilómetros de la etapa que realizamos se hacen largos pero lo positivo es que el Camino discurre alejado de las carreteras aunque el trazado continua siendo de asfalto y adoquines. Pero los coches no nos agobian. Vamos muy tranquilos pese a que en un tramo de quince kilómetros (entre el cinco y veinte) carece de servicios.
Rodeamos quintas y como estamos en la época de vendimia nos obsequian con uvas. Cuanto agradecemos estos detalles los peregrinos. La entrada a Ponte de Lima circula por un paseo que bordea el río Lima con unas preciosas vistas del puente medieval.
En este y venir de caminantes nos encontramos con Antonella, italiana de Napoles que vive en Roma. Nos invita a unos Oportos, que aceptamos gustosamente y Carlos dice que en Padrón nos tomaremos la revancha. Es el tercer día nos acercamos a los primeros cien kilómetros y seguimos en una nube. El Camino te da todo. Somos peregrinos y muy orgullosos. Nos vemos en Compostela cuando toque. Ahora nos toca descansar a nosotros.