Exigirán que repare los fallos de Concheiros la empresa constructora

El Concello de Santiago exigirá a la empresa concesionaria de la reurbanización de la rúa Concheiros que subsane todos los fallos que se han detectado en la calle tras la reforma. “No es normal que se levanten las piedras en seis meses. El tráfico pesado que pueden suponer los autobuses ya estaba previsto desde el inicio de la actuación, por lo que el pavimento debía responder ante esto. Por lo tanto nos tienen que dar una solución”, señalaba ayer a este periódico el concejal de Obras, Gonzalo Muíños, antes de añadir que este lunes se realizó una visita a la calle con los técnicos municipales y los responsables de la constructora para ver las anomalías.

“Se les ha pedido un pequeño informe de los fallos que hay en la calle para que se proceda a su subsanación”, añadía, a la vez que confirmaba que la empresa concesionaria ha mostrado toda su predisposición para los arreglos.

Aunque está recién urbanizada, la calle presenta ya serios problemas. Los baches en las zonas empedradas están por todos lados, con el peligro que suponen para la circulación. De hecho, en algún punto ha tenido que colocarse una plancha metálica.

Es de esperar que se solucione este problema cuanto antes, puesto que llevan así varias semanas. Pero los problemas en la calle atañen no solo al Departamento de Obras. En lo que se refiere al tráfico, competencia también de Muíños, los problemas de la calle son quizá más graves. Se ha asumido ya con normalidad el aparcamiento indiscriminado en las aceras, una práctica habitual cualquier día de la semana y a casi cualquier hora, sin que la presencia ocasional del multamóvil haya hecho nada por mejorarlo. Más grave aún es el hecho de que muchos vehículos, y especialmente los autobuses, circulan pisando claramente la zona reservada a peatones, sobre todo cuando viene otro coche de frente. Si lo que coinciden son dos buses, los peatones ya pueden buscar un refugio seguro.

La decisión de eliminar los pocos bancos que se habían colocado en la parte impar de la calle, tomada por este mismo concejal, no solo ha dejado la reurbanización coja, con una parte con árboles, bancos y zonas ajardinadas, mientras la otra es un desierto. También ha provocado que los peatones que pasean por la acera no cuenten con ninguna protección, ya que al estar al mismo nivel de la calzada es fácil que un vehículo pueda invadir ese entorno peatonal.