Éxito rotundo de las ‘25 Joyas sobre ruedas’

Ayer por la mañana la Praza do Obradoiro amaneció con una estampa bien distinta a la que nos tiene acostumbrados, con veintidós automóviles clásicos de alta gama que llamaron la atención de miles de personas.

Se trataba de la celebración del 10º aniversario del Club Clásicos Terras do Incio, que tras su paso por la capital gallega se desplazará hasta Pontevedra, donde lucirán sus ejemplares en la Plaza de España. La llegada a Santiago se produjo el miércoles, tras visitar la Ribeira Sacra, Sarria, el Monasterio de Samos, el embalse de Vilasouto y otros puntos de interés de nuestra comunidad. Con esta ruta, lo que se pretende es “promocionar toda Galicia, especialmente la desconocida”. Así lo señalaba Andrés Castro, quién dirige junto a su mujer Pilar Debelius el Club Clásicos Terras do Incio, en declaraciones a EL CORREO GALLEGO. “Llegamos el miércoles tras hacer una gran ruta y cenamos en el Restaurante Quijote, un histórico de la ciudad. Por la mañana llevamos los coches al Obradoiro y lo cierto es que fue un éxito rotundo, todos los automóviles generaron muchísima expectación”, señala el presidente del club. Para la organización del evento, cuenta que “pusimos dos agentes de seguridad y contamos con la gran ayuda de la asociación Compostela Monumental, que dirige José Ángel Blanco, y del Concello, a los que estamos muy agradecidos”. Estos últimos colocaron cintas para que quienes se acercasen al lugar viesen los vehículos con cierta distancia de seguridad, pero finalmente se decidió cambiar el protocolo para disfrutar al máximo de esta experiencia, que había tenido lugar por última vez hace tres años: “Pedimos a los de seguridad que abriesen las cintas y permitiesen pasar a la gente en grupos de 5 personas, para apreciar de cerca todos los detalles y que se tomasen las fotos que quisieran”.

EJEMPLARES. Entre los vehículos expuestos podían verse grandes marcas como Ferrari, Aston Martin, Mercedes, Corvette, Lancia, Jaguar, Roll Royce, Bentley... siendo este último el más antiguo de la colección, datando del año 1951, por lo que lleva más de 70 años recorriendo nuestras carreteras. Pese a todo, no dio la sensación de que ninguno destacase ayer por encima del resto, y es que, tal y como asegura Andrés Castro: “es un tema complejo y que va por gustos, a cada uno le puede gustar un tipo de auto en particular. Para todos los participantes su coche es el mejor del mundo, y parece que el público tampoco se puso de acuerdo, pues todos generaron una gran expectación”.

Todos los carruajes son propiedad de los participantes en el rally, y según Castro “hay sobre cincuenta personas asociadas al club, y aunque algunas participan siempre en estos eventos, intentamos que varíen de uno a otro para que los coches que se exponen cambien también”. Así, en esta ocasión se anotaron inicialmente 25 participantes, aunque 3 de ellos finalmente no pudieron acudir. Sin embargo, se trata de una cifra más que considerable teniendo en cuenta que estamos hablando de una asociación sin ánimo de lucro. “Cuando planeamos estas cosas, Pilar y yo calculamos el coste por persona sumando hoteles, comidas, gastos en gasolina, etc, y compartimos los presupuestos. Luego cada uno se apunta a lo que puede” señala el presidente del club.

APASIONADOS DE LOS CLÁSICOS. Puede afirmarse con certeza que los dueños de estas joyas, para conservarlas en buen estado tras tantos años, las habrán tratado con el máximo cuidado posible. Sin embargo, al contrario de lo que muchos puedan pensar, reparar estos automóviles es más sencillo de lo que parece. Para Castro “los clásicos aguantan más”, pues “casi todos los problemas que le pueden surgir tienen arreglo”. Destaca especialmente el caso de las piezas que se estropean, ya que “muchos concesionarios conservan las de los coches antiguos, mismo sus dueños las acumulan y las reservan. Sin embargo, para los más nuevos apenas se producen piezas de recambio a partir de los diez años tras el lanzamiento”.

Todo esto, sumado a la gran resistencia de estos ejemplares, favorece notablemente su conservación.

ANÉCDOTAS. Por desgracia, hay cosas que no se pueden evitar, como lo que le sucedió a uno de los Aston Martin que participaba en este evento. El miércoles, cuando los integrantes del club se disponían a abandonar Cee, este auto fue golpeado en el parachoques. El incidente, narra Andrés Castro, se debió a que un conductor de un Seat Ibiza iba mirando su teléfono móvil y esta distracción causó el choque. Pese a que no hubo que lamentar heridos, se dió la mala suerte de que el Seat Ibiza apenas se llevó un pequeño rayazo y el Aston Martin si precisó atención en la zona del impacto.

Pese a todo, esta anécdota no empaña ni por asomo la gran experiencia que esta viviendo el Club Clásicos Terras do Incio durante esta semana de celebraciones, que finalizará en la Illa da Toxa tras su paso por Pontevedra. El próximo año, concluye Andrés Castro, esperan disfrutar de otra gran ruta en la que lucirán de nuevo estas maravillas del motor, si todo avanza según lo previsto, en la zona de A Coruña.