Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Expertos reclaman que no se permita el consumo de tabaco en espacios públicos

Uno de cada tres compostelanos sigue atado a los cigarrillos // El fracaso de la normativa vigente exige medidas más efectivas

Los expertos lo tienen claro: solo hay una manera de reducir el consumo de tabaco y esa es prohibir fumar en espacios públicos. Así lo asegura Jorge Carballido, técnico de prevención de drogodependencia de la UMAD de Santiago. “A loita é moi simple e levamos as de gañar. O que temos que facer é doado e concreto: prohibir fumar en espazos públicos”. Y es que en su opinión, los cigarrillos tienen que quedar relegados a los lugares privados.

Además, este especialista destaca que “ninguén queda atrás. Esos seis millóns de persoas que hoxe compraron unha caxetilla de tabaco son os nosos pais, nais, irmáns, veciñas, veciños, todas e todos vítimas desa pandemia. Os recursos farmacolóxicos, médicos, psicolóxicos xa están activados desde hai tempo e coidaremos deles e os axudaremos a recuperar a saúde”, señala Carballido.

Este técnico recuerda que el poder adictivo del tabaco es mayor que el de la heroína, de ahí que las medidas para frenar su consumo tengan que ser drásticas. “Antepoñemos a saúde colectiva á individual, non permitiremos que o efecto de imitación, utilizado pola industria tabacalera, faga que se propague e que a capacidade aditiva da nicotina, adicción máis potente que a da heroína, consolide a propagación desta adicción”.

Según Jorge Carballido no es una cuestión de libertad, puesto que los fumadores no tienen capacidad de elección. “Debe primar o sentido común. Non podemos poñer unha das sustancias máis aditivas da natureza a disposición do consumo da poboación coa finalidade última de obter un beneficio económico. Non se trata de liberdade de consumir ou non consumir cigarrillos. Unha persoa adicta non ten capacidade de elección, simplemente ten que consumir, o seu cerebro o ordena: consume”.

Así, para Caballido la educación, la prevención y la normativa no son suficientes ante la enorme capacidad de generar adicción que tiene la nicotina. Sencillamente lo que hay que hacer “é prohibir fumar en espazos públicos”.

A las personas o instituciones que dicen que existen dudas sobre las limitaciones o regulación en la venta del tabaco hay que decirles “que ante a dúbida escollemos a saúde e non o beneficio económico dunha empresa. Temos a obriga de dar un paso adiante contra o tabaco. Este paso pode ser pouco ambicioso pero no eido das adicións debemos facer movementos gañadores e non arriscados”, asegura.

Y es que los datos demuestran que quince años después de la entrada en vigor de la polémica ley antitabaco, el porcentaje de compostelanos que siguen fumando es exactamente el mismo: un 32 por ciento de la población. Es decir, que uno de cada tres santiagueses continúan fumando a diario.

Aún así, hay un dato positivo, según confirma Carballido y es que “o número de caxetillas de tabaco vendidas, contabilizadas a través de impostos, reduciuse un cincuenta por cento”. A pesar de esta reducción en el número de cigarrillos, el INE (Instituto Nacional de Estadística) informa, que “ano tras ano 60.000 persoas falecen por enfermedades moi directamente relacionadas co consumo de cigarrillos”, señala.

UN BUEN MOMENTO PARA REFORMAR LA LEGISLACIÓN ACTUAL. Este técnico de la UMAD considera que éste es el escenario perfecto para introducir estos cambios en la legislación, en lo que al consumo de tabaco se refiere. “A actual pandemia do COVID axudounos a comprobar, verificar e ver o grao de cumprimento normativo que mostra a sociedade ante os problemas de saúde, é dicir, se nos mandan quedar dous meses sen saír da casa por un problema de saúde pois quedamos, se nos mandan levar máscara en todo momento e lugar, a levamos, se nos piden o máis duro, que é evitar contacto social, pois o cumprimos. Todo elo lévanos a pensar que estamos nun momento óptimo para o control da pandemia do tabaquismo”, sentencia Carballido.

En el caso de los más jóvenes, de catorce a dieciocho años de edad, los expertos explican que los chavales cuentan que se sigue fumando mucho por postureo y para la foto. Empiezan con el tabaco por presión social y por quedar bien, como ya ocurría hade décadas. Y parece que en este sentido el trabajo de los influencers, a través de Youtube e Instagram, está haciendo bastante daño.

Por su parte, el ministerio de Sanidad trabaja en una nueva modificación de la norma actual que pasaría por la ampliación de los espacios sin humo en las calles o por la subida de precios. Mientras, los sanitarios, científicos y plataformas ciudadanas reclaman una hoja de ruta para alcanzar una España sin humo en el futuro, tal y como reclama Jorge Carballido.

Datos
Apuestas entre jóvenes

··· Los datos que baraja la UMAD de Santiago respecto al consumo de sustancias como el cannabis entre jóvenes de 14 a 18 años de edad también son preocupantes. Así, a pesar de ser una sustancia ilegal, su consumo entre adolescentes se aproxima bastante al del tabaco. Cuando se pregunta a los adolescentes, un 20 por ciento reconoce haber fumado porros en el último mes.

··· Otro tema que preocupa en la UMAD es el del juego, puesto que el diez por ciento de los adolescentes de entre 14 y 18 años de edad confirma haber realizado una apuesta deportiva en el último mes. Respecto al incremento del consumo de heroína en los últimos años, desde la UMAD señalan que “no detectamos un incremento de la demanda sanitaria por adicción”.

09 feb 2021 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.