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ENTREVISTA
DIEGO MARTÍNEZ SANTOS Físico de partículas. Investigador ERC y del IGFAE

“Fallamos en el momento de atraer y consolidar investigadores de fuera”

“Este último año hemos visto a mucha gente tratando de desacreditar a la comunidad médica. Me parece demencial”

Distinguido en 2013 como el mejor físico de partículas joven de Europa, Martínez Santos regresó del instituto holandés Nikhef, donde se encontraba investigando, cuando en 2014 le fue concedida una ‘grant’ del Consejo Europeo de Investigación, después de haber planteado un ambicioso proyecto científico. Miembro del selecto club de los Gallegos del Año, galardones que concede el Grupo Correo Gallego, no dudó un minuto en traer a Santiago este nuevo reto, para el que recibió 1,5 millones de euros, apostando por su tierra y el prestigio mundial de la USC

Se encuentra entre los investigadores que desarrollan en Santiago un proyecto del Consejo Europeo de Investigación (ERC). Explíquenos cómo se denomina y en qué consiste.

El título del proyecto es Challenging the Standard Model using an extended Physics program in LHCb y se aprobó en 2014. Lo que me llevó a plantearlo fue la posibilidad de que el LHC registrase cantidades sin precedentes de ciertas desintegraciones del quark ‘s’, una partícula subatómica cuyo estudio reveló gran parte de las partículas llamadas fundamentales que conocemos hoy en día. Hasta ahora esos quarks ‘s’ se estudiaban en experimentos dedicados explícitamente a dichos quarks, como los proyectos del CERN NA48 o NA62, KLOE en Roma, o KOTO en Japón. Mi idea era montar un sistema de activación en un detector del LHC (LHCb en este caso) para obtener muestras de desintegraciones de quarks ‘s’, sin necesidad de construir un experimento dedicado a ello, y estudiar desintegraciones que no eran accesibles a ningún otro experimento, existente o planteado (en 2014 existían propuestas para nuevos experimentos específicos sobre el quark ‘s’, como el llamado Project X en los Estados Unidos de América).

¿Cómo se hace eso?

Probamos la idea durante la última toma de datos del LHC, y logramos una eficiencia bastante alta. De hecho, es bastante probable que hayamos registrado lo que podría ser la desintegración más rara jamás ‘vista’, aunque de momento no lo podemos decir con certeza: hacen falta bastantes más datos para estar seguros. Para la próxima toma habremos mejorado aún más ese sistema de disparo, utilizando ahora tarjetas gráficas (como las de los videojuegos) en vez de procesadores convencionales. Esto se debe a que las tarjetas gráficas permiten tener mucha más potencia de cálculo por euro invertido.

¿Cuál es el objetivo final?

Que la observación de estas desintegraciones revele la existencia de nuevas partículas, o, si prefiere, dicho de otra forma, nuevas leyes de la naturaleza. Por otro lado, si todo lo que medimos se sigue comportando según predice el Modelo Estándar, pues servirán para descartar ciertos modelos alternativos.

¿Qué financiación ha obtenido y cómo se distribuye?

Un millón y medio de euros. Se distribuye íntegramente en Santiago, no hay ninguna parte del proyecto en otra institución, aunque sí es cierto que trabajamos parte del tiempo en el CERN (Ginebra). Los gastos son principalmente en personal, y en equipos de computación. Por suerte el acelerador y el detector están en el CERN y no tuvimos que comprarlos.

¿Cuánto empleo ha generado en Santiago?

Tres postdocs equivalentes a Ramón y Cajal, y varios estudiantes de doctorado.

Háblenos de la calidad del empleo que generan las ‘grant’ ERC y de su equipo.

Bueno, espero que el empleo fuese de buena calidad. Al fin y al cabo este proyecto logró atraer personal posdoctoral de Max Plank Institute Munich, EPFL (Laussane), la Sorbona, Cincinnati o Bristol. Normalmente es al revés, somos nosotros los que emigramos a esos países. La parte mala quizá es que la gente que viene de fuera tiene muy pocas posibilidades de estabilización en el sistema investigador español (en comparación con la gente que se ha doctorado en España), pero me temo que arreglar eso va más allá de mis posibilidades.

¿Qué beneficios en términos científicos o de formación aportan estos proyectos de investigación?

Los beneficios científicos de los proyectos del ERC son muy claros dado que, en principio, uno de los criterios centrales es la calidad del proyecto y, sobre todo, lo rompedor que sea con respecto a líneas de investigación existentes. Por ejemplo, varios Nobel tuvieron apoyo crucial del ERC a su investigación antes de lograr el premio. Los beneficios de formación, también; especialmente para los países que tenemos un nivel científico menor, porque nos permite competir en igualdad de condiciones, o casi, y nos pone en contacto estrecho con los centros más avanzados en nuestro campo.

¿Cuáles son sus beneficios en términos industriales?

En el caso de física de partículas, los beneficios industriales están muy ligados a la pregunta anterior. En Holanda o en Alemania, unos 8 o 9 de cada 10 doctorados en partículas entran en la industria local al acabar el doctorado (en el caso de los que somos analistas de datos, típicamente van a secciones de Big Data o en general relacionadas con software). Aquí es algo distinto, supongo que porque el tejido industrial es menor, así que lo habitual es irse fuera una vez obtenido el título.

¿Tiene el proyecto que desarrolla algún tipo de impacto económico inmediato o a largo plazo?

Bueno, lo que hacemos nosotros se llama investigación básica, cuyo objetivo principal es la generación de conocimiento, y no tanto el impacto económico inmediato. Esto no quita que, durante dichas investigaciones, se generen herramientas que sí tienen un impacto inmediato, como es el caso del invento de la web en el CERN. Sobre impactos económicos a largo plazo, me temo que eso siempre es difícil de predecir.

¿Cuál es el impacto social de un proyecto de este tipo?; ¿qué reporta a una ciudad como Santiago?

Creo que el impacto en Santiago es muy grande, porque la universidad es una parte muy importante de la ciudad, y estos proyectos aumentan enormemente la calidad de los centros de investigación que tiene la USC. Por ejemplo, nuestro centro (el IGFAE) es el primero en Galicia que ha llegado a la categoría de María de Maeztu, y en ello jugó un papel esencial el tener dos proyectos ERC.

¿Cree que la sociedad es consciente del importantísimo trabajo que realizan los investigadores?

Creo que hay una parte de la sociedad que sí es consciente, pero hay otra parte que no. Aquí y en todo el mundo. Este último año hemos visto a mucha gente tratando de desacreditar a la comunidad médica. Me parece demencial.

A nivel profesional, ¿qué le preocupa más en este momento y qué solución le encuentra?

A nivel investigador, que el Modelo Estándar funciona frustrantemente bien. Sabemos que tiene que romper por algún sitio, pero se resiste a (casi) todas las pruebas de laboratorio y eso nos da muy pocas pistas sobre qué teoría lo puede sustituir. A nivel laboral: que aquí fallamos algo a la hora de atraer (o consolidar) investigadores de talento de otros lugares, aunque parece que en esto hemos hecho progresos durante este último año.

07 ene 2021 / 00:00
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