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El viernes comenzarán los trabajos de rehabilitación del edificio modernista construido entre 1910 y 1915, tras numerosas paralizaciones y demoras // Se completará así la conversión en espacio público del antiguo parque TEXTO C. D.

Finca do Espiño recuperará su palacete más de un siglo después

Casi dos décadas después de iniciarse el proyecto urbanístico para Finca do Espiño por fin comenzará este viernes la rehabilitación del antiguo palacete modernista, prácticamente en ruinas no solo por el paso del tiempo, sino también por el incendio que sufrió a finales del pasado siglo, cuando llevaba años abandonado.

Ya la recalificación de los terrenos de la finca tuvo sus más y sus menos, ya que la zona estaba incluida en el Plan Especial de Protección e Rehabilitación do Casco Histórico, y cuando una promotora privada compró los terrenos para construir pisos tutelados en una parte de ella, a cambio de cederle el resto del espacio al Ayuntamiento, el proyecto quedó parado varios años.

Una vez solucionado este tema, todavía hubo que esperar a que se resolviera el contencioso entre la promotora y el Ayuntamiento por la licencia de obra.

Y eso que el proyecto de rehabilitación se sacó a concurso y se adjudicó. Había un diseño original, realizado por el prestigioso arquitecto francés Jean Nouvelle, que proponía consolidar los muros, de hormigón y muy deteriorados, y colocar un gran cubo de metacrilato en su interior sin apoyo externo.

El diseño, que había encargado la promotora, quedó en nada, cuando ésta acordó no realizar la obra, sino entregar su coste al Ayuntamiento y que fuera éste el que se encargara de llevar a cabo los trabajos. La última propuesta era parecida, reforzando interiormente los muros con una estructura metálica, que sería la que soportaría la construcción.

Así se adjudicó en 2016, pero no se llegó a firmar el acta de replanteo. Cuando la empresa designada inspeccionó los muros, emitió un informe negativo, al detectar que con el paso del tiempo, y a pesar de haber sido reforzados con barras de hierro, el hormigón estaba en muy mal estado, y era preciso proceder a reforzarlos, lo que encarecía el proyecto más allá de lo que permitía la legislación vigente.

Se convocó un nuevo concurso, aunque también se vio afectado por la pandemia, y hubo que esperar al levantamiento de las restricciones para la licitación. Finalmente, en julio se aprobó la adjudicación de esta obra, incluida en la Estrategia de Desenvolvementeo Urbano Sostible e Integrado (Edusi), con un presupuesto de 1.425.922 euros, a Bauen Empresa Constructora Sau.

Entre las mejoras que incluyó esta empresa figura la contratación de un jefe de obra técnico titulado superior con dedicación total, tres técnicos adicionales, la puesta a disposición del Ayuntamiento de un espacio habilitado para reuniones, una ampliación de garantía de las obras de cinco años, y un incremento del 1 % del presupuesto de control de calidad y del programa de actuación ambiental del proyecto.

Otra novedad importante es la recopilación de información sobre la marcha de las obras, lo que se llevará a cabo a través de un portal informativo. Asimismo, una vez finalizada la obra se elaborará un libro con todo el proceso llevado a cabo y el resultado final de los trabajos de rehabilitación. También está previsto realizar un estudio geológico y trabajos para ajardinar y dotar de árboles el entorno del edificio.

Su destino todavía no está decidido, aunque en tiempos se barajó la posibilidad de acoger diferentes actividades, como la celebración de bodas civiles. Lo que está claro es que acogerá actividades municipales.

El edificio del palacete de Espiño fue construido en la primera década del pasado concretamente, entre 1910 y 1915, por lo que ya se cumplieron cien años desde su finalización según el proyecto realizado por el prestigioso arquitecto López de Rego, para el abogado, diputado provincial y senador Ramón Gutiérrez de la Peña Quiroga, que también fue catedrático de Derecho Político y Administrativo en la Universidade de Santiago, en la que se jubiló en el año 1918.

Procedente, tanto él como su mujer, de familias acaudaladas, buscaron disponer de una vivienda de prestigio. Por eso el terreno cuenta también con una capilla, de la que solo quedan las paredes.

La construcción modernista con adornos neogóticos, y realizada en hormigón, está rodeada de un parque de 18.000 metros cuadrados, con una carballeira compuesta por más de 250 ejemplares, algunos centenarios, castaños, acebos o magnolios, y lagos naturales.

08 nov 2021 / 01:00
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