“Forma un relato sobre la vida en la ciudad a través de la Basílica”
Es uno de los arquitectos más reconocidos de Compostela y también una de las personas que mejor conoce cada esquina de la ciudad, como demostró en su libro La ciudad heredada. Evolución urbana y cambios morfológicos. Sus estudios contribuyeron, hace tres décadas, a que la capital gallega fuese declarada Patrimonio de la Humanidad. Desde 2011 forma parte del club Gallegos del Año. Buena parte de los últimos tres años los ha dedicado al libro La Catedral de los caminos. Una biografía de la iglesia de Santiago, bajo la batuta de Xosé Manuel Villanueva, con una impresionante parte gráfica de la que Pablo Costa es responsable.
Pese a su trayectoria, en esta ocasión él se “siente un invitado de lujo en medio de tanto catedrático y experto, y con un proyecto de mi propia ciudad”, afirma con humildad después de que el exalcalde Xerardo Estévez le invitase a participar en los grupos de trabajo. Para él, este libro supone un relato de todo aquello que representa la construcción de un lugar tan emblemático. “Una publicación que pone en valor el diálogo entre la Catedral y la ciudad a lo largo de once siglos”, explica Pablo Costa. “Toda ciudad tiene una gran catedral pero en este caso es al revés: una gran Catedral que forma una ciudad”, destaca.
“Es todo un viaje gracias a una metodología que desgrana el ADN del monumento contemplando todas las referencias: la fundación, primeros asentamientos monárquicos, la transformación...”, explica este arquitecto. Todo hasta la actualidad “en forma de epílogo creador de nuestros ancestros, desde el austero románico, al abovedado gótico, el urbanismo renacentista, la gran exaltación del barroco y el estilo neoclásico”, especifica. Pese a lo riguroso del libro, la publicación va más allá del tecnicismo académico, ya que es entendible para cualquier persona que tenga interés por este tema. “Se puede hacer un reto: coger cualquier página la azar, cualquier pasaje, y todo tendrá su imagen explicativa y detallada al lado”, reitera Pablo Costa.
QUÉ HACE ESPECIAL AL LIBRO. Existen miles de publicaciones académicas sobre la Catedral de Santiago así como muchos libros sobre el monumento. Ante la pregunta de qué hace tan especial al recién publicado, Costa considera que la globalidad del estudio y su vínculo con la transformación de la ciudad ponen el valor añadido: “Existe todo un universo erudito sobre el estudio catedralicio. Sin embargo, estamos hablando de un monumento con siglos de historia y muchas adecuaciones. La transformación fue continua”. En este sentido, añade que “muy pocos análisis se encaminaron hacia toda su extensión y su relación con el entorno, con cada Compostela de cada época”. El título es claro ejemplo: estamos ante una biografía.
EXPERIENCIA VISUAL. Si algo del libro lleva el sello más personal de Pablo Costa esa es la parte gráfica: la rica colección de detallados planos y dibujos que forman esta obra. Sin embargo, él se resta importancia y asegura que sin su equipo no habría sido posible, ni en esta ocasión ni en ninguna otra. Entre todos han conseguido maquetar un libro en el que cada fundamento “es comprensible. Se tratan partes más difíciles de comprender, como el Xacobeo, la inventio, con un fuerte base geopolítica. Por eso, para cada momento hay referencias visuales”, concreta.
“Se ha reproducido en 3D el antiguo claustro protogótico, la Torre Manrique, los antiguos contrafuertes, los cambios de la única fachada germinal que se mantiene en pie: la fachada de Praterías...”, enumera así Costa los elementos que ha tenido que recrear. “Es un privilegio tener todos los datos para ir formando todo esto”, expresa agradecido. Así, nombra a las personas de las que ha aprendido en este trabajo coral: Fernando López Alsina, Daniel Lorenzo, Alfredo Vigo o José Antonio Puente, de quien destaca sus estudios sobre la antigua fachada románica de la Catedral, “y, por supuesto, Xerardo Estévez y Xosé Manuel Villanueva, con quien mantuve horas de debate. Villanueva ha realizado un trabajo fantástico unificando y dando harmonía a todos los textos que le iban llegando”.
Reconoce que el montaje fue sacrificado, pero que el resultado ha merecido la pena tanto por lo visual como por “algunos de los increíbles pasajes y por todos los datos que aporta”. El arquitecto Pablo Costa resume el espíritu de la obra con una frase: “La Catedral es un espectáculo en sí misma”.