Gana fuerza la visita del papa en el jubileo tras la invitación de Sánchez

El papa Francisco ya tiene en la mesa de su despacho tres invitaciones para visitar España el próximo Año Santo de 2021. La primera se la hizo llegar hace meses el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio; a la que siguió la del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Juan José Omella. Pero la considerada indispensable por la diplomacia vaticana para empezar a estudiar esta posibilidad llegó ayer a la Ciudad Eterna de la mano del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

Durante un encuentro en el Palacio Apostólico, el jefe del Ejecutivo convidó a Francisco a viajar a nuestro país, según confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Galicia, ante lo que Bergoglio se habría mostrado muy receptivo, teniendo en cuenta el interés que también le manifestó la Archidiócesis compostelana de una peregrinación papal durante el Año Santo. “El momento de la visita dependerá de la propia agenda y compromisos del papa, así como de la evolución de la pandemia del covid-19”, apuntaron fuentes de la Moncloa consultadas por EL CORREO.

De producirse el viaje a España, no cabe duda de que una de las escalas del papa sería Compostela, con motivo del jubileo. Francisco es buen conocedor del fenómeno jacobeo, de la fuerza internacional del Camino y las peregrinaciones; y de la relevancia de Santiago como uno de los principales santuarios del orbe católico. De ahí que gane fuerza la posibilidad de una nueva peregrinación apostólica, después de que lo hayan hecho sus antecesores, san Juan Pablo II, en dos ocasiones; y Benedicto XVI, en noviembre de 2010, último Año Santo compostelano.

POLÍTICA Y CARIDAD. Por otro lado, el papa señaló ayer ante Sánchez que “la política es una de las formas más altas de la caridad”, al tiempo que le advirtió de “las ideologías que se apoderan” de la nación o de las “maniobras” que no responden a un acto de servicio. “Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria”, dijo el santo padre. “Las ideologías sectarizan, las ideologías deconstruyen la patria, no construyen”, agregó el pontífice en una intervención improvisada.

En un gesto poco habitual en las visitas de un jefe de Estado o de Gobierno al Vaticano, el papa pronunció un discurso ante el presidente Sánchez; su mujer, Begoña Gómez; la embajadora de España ante la Santa Sede, Carmen de la Peña; y otros representantes de la presidencia del Gobierno.

HACER PATRIA. De este modo, señaló que, a su juicio, es muy “difícil” lo que calificó de “hacer patria”, porque alertó de que “siempre se encuentran coartadas para eso” que son “disfrazadas o de modernidad o de restauracionismo”. “Pablo VI, retomando también otra tradición de otros papas, decía que la política era una de las formas más altas de la caridad. La política no solo es un arte, es un acto de caridad que ennoblece y muchas veces lleva al sacrificio”, destacó el papa, para el que los políticos tienen tres compromisos claros con “el país”, con “la nación y con “la patria”. “Tiene la misión de hacer progresar el país”, espetó Francisco a Sánchez.

Antes del discurso, el papa se reunió en privado y sin cámaras de periodistas con Sánchez durante cerca de 20 minutos. A continuación, entraron en la biblioteca privada, donde tuvo lugar el encuentro bilateral con el resto de personas que componían la delegación española. Posteriormente, el presidente del Gobierno se reunió con el secretario de Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher.

Tras el encuentro, el Vaticano descató la “oportunidad de diálogo constante” entre la Iglesia española y el Gobierno de Sánchez, además de abordar temas de carácter internacional como “la emergencia sanitaria actual, el proceso de integración europea y las migraciones”. Por su parte, desde Moncloa mencionaron otras cuestiones tratadas: la globalización, el cambio climático, la migración y la educación.