Hasta diez mil euros mensuales por alquilar un negocio en la zona vieja

Muchas veces salen publicadas noticias sobre el precio disparatado de los alquileres de bajos comerciales en el casco histórico de Santiago, zona muy atractiva para instalar un negocio dirigido, fundamentalmente, a los turistas y peregrinos. Pues bien, ¿qué hay de verdad en ello? ¿Un emprendedor modesto puede permitirse el lujo de montar un comercio, tienda o despacho en el área monumental con ciertas posibilidades de obtener algún rendimiento económico tras pagar el alquiler, la luz, los servicios básicos y todos los gastos que acarrea convertirse en autónomo? La respuesta es: depende.

Vayamos por partes. En el portal inmobiliario Idealista ofrecen en la actualidad 42 bajos dispuestos para ser alquilados y sus precios difieren una enormidad según su tamaño, ubicación, estado de conservación y fin al que pueden destinarse. Con echar un simple vistazo a los anuncios se puede concluir que los locales más cotizados son los que pueden dedicarse a labores de restauración, y dentro de ese apartado, los precios se disparan en el caso de establecimientos muy amplios y que se encuentran ya en funcionamiento. Diez mil euros al mes piden, por ejemplo, por un restaurante que según la información facilitada, se encuentra en plena rúa da Raíña y cuenta con 300 metros cuadrados útiles distribuidos en tres plantas.

A tenor de las fotos, todo indica que se trata de un local muy acogedor y en perfecto estado de revista, por lo que cualquier emprendedor interesado podría empezar a trabajar de inmediato en un negocio que puede acoger hasta cien comensales a la vez. ¿Es disparatado, entonces, pagar diez mil euros mensuales de alquiler en una de las calles por la que transitan más turistas? Mejor es que respondan los empresarios curtidos en el sector.

El mismo precio piden por otro local de restauración situado en la plaza de Cervantes, a muy pocos metros de la plaza de Abastos. Según la información brindada por Idealista, el “fantástico local cuenta con 295 m2 construidos, distribuidos en dos plantas” y tiene fachada acristalada a dos calles. Al igual que el anterior, se encuentra funcionando como restaurante y dispone, además, de licencia de terraza para instalar quince mesas en la céntrica plaza.

En A Raíña se alquila también otro restaurante de 220 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas. En este caso el precio es muy inferior: 3.500 euros al mes.

Los empresarios no interesados en negocios de hostelería disponen también de un considerable abanico de locales en alquiler en varias de las rúas más emblemáticas de la zona monumental. Su mejor o peor emplazamiento, que a nivel empresarial se mide por el número de transeúntes que pasan por delante del escaparate, es determinante para fijar el precio; aunque, lógicamente, influyen también variables tales como su estado de conservación, las reformas que hay que realizar, su superficie o las dimensiones de la fachada comercial.

En estos momentos, el local más barato en alquiler dentro del casco histórico cuesta 350 euros al mes y está radicado en la Algalia de Abaixo, rúa muy tranquila, pero que cuenta con bastante tránsito peatonal por enlazar el corazón de la zona monumental con el colegio La Salle y la popular área de Basquiños. Dispone de 35 metros cuadrados útiles y cuenta con un pequeño aseo.

Por cincuenta euros más es posible alquilar un bajo de 45 metros cuadrados sin acondicionar “a escasa distancia de la plaza de Cervantes” y por 450 euros al mes se oferta un local de 50 metros cuadrados en la Algalia de Arriba. Este establecimiento cuenta con escaparate, se encuentra en buen estado de uso y acogió un negocio de apertura continuada.

Entre las altas cifras que se piden por los restaurantes amplios y ya en funcionamiento y los pocos centenares de euros que cuesta alquilar bajos pequeños y modestos, los empresarios interesados en establecerse en la zona vieja pueden encontrar un amplio abanico de locales con precios para todos los gustos.

Por ejemplo, si disponen de 6.200 euros mensuales tienen a su alcance la posibilidad de alquilar “la planta baja, conjuntamente con el sótano, de un edificio reformado en el 2005 ubicado en pleno casco histórico de Santiago”. El anuncio añade que el sótano dispone de 126 metros cuadrados de superficie construida mientras que la planta baja, que dispone de “dos grandes escaparates” ocupa 334 metros cuadrados. Cuenta con calefacción de suelo radiante y posibilidad de fibra óptica.

En las calles que desembocan en la Catedral, que son las más cotizadas a la hora de instalar un comercio, los precios de los locales de tamaño medio, en torno a 80 metros cuadrados, rondan los 2.500 euros mensuales, mientras que en el entorno de Porta Faxeira, zona igualmente muy cotizada, es posible encontrar algún local de mayor amplitud y buen escaparate por poco más de dos mil euros. Es el caso de un bajo que funcionó hasta hace pocas semanas como joyería en la rúa Bautizados, que se ofrece ahora por 2.200 euros. Dispone de 130 metros cuadrados útiles y la fachada a la calle mide seis metros.