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Hoteles al 10% de ocupación y pisos turísticos con ofertas ‘de invierno’

Muchos establecimientos verían como un éxito llenar la mitad de sus plazas durante las fiestas del Apóstol // Tienen que desinfectar hasta el bolígrafo que usan los clientes para firmar el ‘check in’

Tras unos días desde que se abriera oficialmente el turismo en Compostela, buena parte del sector hotelero de la ciudad ya trabaja para conseguir sobrevivir a una temporada veraniega que, al menos de momento, no se presenta fácil.

Entre los hoteles, pensiones y hostales santiagueses reina la inseguridad, aunque también el optimismo. De momento, las cifras de ocupación no se acercan a las de años anteriores y muchas empresas que antaño tendrían todo el mes de julio reservado desde hace ya meses, trabajan estos días a medio gas a la espera de que el buen tiempo y la confianza de los turistas de un empujón a sus negocios.

Este es el caso del Hotel Compostela, que abría el pasado miércoles tras más de tres meses cerrado al público. Los trabajadores de la recepción del complejo señalan los malos datos tanto de ocupación como de reservas. Así, pese a contar con cerca de 100 habitaciones disponibles, en su primer día de actividad, el complejo apenas pudo cubrir seis de ellas. Ayer llegaron hasta 10, aunque de momento los trabajadores auguran “una vuelta difícil”.

Así, uno de los mayores inconvenientes a los que se están enfrentando es la necesidad de mantener un fuerte protocolo de seguridad. Desde la recepción señalan que los procesos de limpieza retrasan la burocracia y hacen más tedioso su trabajo. “Entendemos que es necesario, pero no estamos acostumbrados a tener que desinfectar hasta los bolígrafos con los que los huéspedes firman el check-in”, explican.

Es por ello que, dentro de la tragedia que supone la escasez de visitantes, muchos agradecen una reapertura escalonada y explican que el poco tráfico de huéspedes les está permitiendo una mejor adaptación a esta nueva normalidad.

En cuanto a sus pronósticos para las próximas semanas, los trabajadores están convencidos de que, poco a poco, irá llegando más gente a Santiago, aunque “nada que ver con años anteriores” y cuentan que alcanzar el 50 por ciento de ocupación para las fiestas del Apóstol sería “un buen dato”. En este sentido, la Asociación Hostelería Compostela va más allá y pronostica una ocupación que apenas supera el 23 % para los días grandes de la ciudad.

Ante esta tesitura algunos negocios han preferido mantener sus puertas cerradas hasta que puedan asegurar un flujo de clientes que sea rentable. La pensión O Códice, en el número 6 de la Rúa do Franco, se mantiene a la espera de que las reservas vayan subiendo progresivamente. Su gerente, José Manuel Nieto, explica que su intención es volver al trabajo el día 13 de este mes, pero que esto dependerá del número de turistas que reserven sus habitaciones a través de plataformas como booking. “Nuestro negocio bebe mucho del tránsito de peregrinos y, de momento, no vemos un aumento significativo ”, señala.

Así, el miedo a viajar está haciendo mella en los establecimientos hoteleros de la ciudad. Nieto cuenta que su negocio es muy vulnerable a la evolución de la pandemia y que las informaciones sobre nuevos rebrotes suponen, en muchos casos, una oleada de cancelaciones para los empresarios del sector.

En la otra cara de la moneda está el Hotel Nest Style, en el número 15 de la calle Doutor Teixeiro. El complejo abrió el pasado miércoles con más de la mitad de sus habitaciones ocupadas. La estrategia, según cuenta su jefa de recepción, María Mouriño, fue bajar las tarifas y ofrecer la mayor seguridad posible a sus clientes. Esto les ha permitido abrir hoy con un 73 % de ocupación, unos datos que esperan mantener durante el resto de la semana. En este sentido, el mayor inconveniente al que se están enfrentando es la dificultad para prever el avance de la temporada. Mouriño explica que pese a tener la primera quincena de julio muy ocupada, el resto del verano es todavía una incógnita. “Personalmente creo que es porque la gente tiene miedo a reservar con mucha antelación. Están esperando al último día para evitar imprevistos”, comenta.

Quienes siguen siendo los grandes olvidados del mercado, pese a tener cada vez mayor importancia en la economía de la ciudad, son los propietarios de los pisos de alquiler turístico. Laura Pérez, propietaria de un apartamento en la calle do Boqueixón, asegura que en años pasados “en el mes de abril ya estaba todo el verano cubierto”, pero que de momento apenas cuentan con unas pocas reservas.

Otro propietario de un apartamento turístico del centro compostelano cuenta como antes de que se decretase el estado de alarma ya tenía buena parte del verano ocupado, unas reservas que se cancelaron de golpe en apenas unos días.

Para suplir estas bajas se vio obligado a poner precios “de temporada baja”. La estrategia fue efectiva para el mes de agosto, para cuando cuenta con un buen número de clientes interesados. La mayoría españoles que utilizan Compostela como base central de su viaje por Galicia. “Normalmente la mitad de mis clientes eran peregrinos, pero este año apenas llegan al 20 %”, concluye.

03 jul 2020 / 00:00
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