Imposible dormir: crece el enfado vecinal por las juergas nocturnas
Cientos de residentes en el Ensanche y la zona vieja están hartos de soportar cánticos hasta altas horas y música a toda ‘pastilla’ en las calles // Exigen más control policial
La movida nocturna ha comenzado este año con mucha fuerza y cada vez arrecian más las protestas de los vecinos del Ensanche y del casco viejo, las dos zonas de la ciudad más afectadas por el ruido, ante la imposibilidad de poder descansar hasta altas horas de la madrugada. Aunque las noches de los jueves son las que registran un mayor barullo, debido a que muchos universitarios abandonan al día siguiente la ciudad para pasar el fin de semana con sus familias, las de los miércoles se han convertido también en una juerga permanente.
El mayor problema se registra, curiosamente, cuando cierran las terrazas de hostelería, porque cientos de jóvenes se quedan en la calle bebiendo, gritando y cantando hasta que les entra el sueño, con la consiguiente molestia para los vecinos que viven en pisos exteriores. Otros, por contra, siguen de fiesta en sus viviendas de alquiler y revolucionan a todo el vecindario.
Entre las zonas más perjudicadas de la ciudad se encuentra la plaza Roxa y todas las calles de alrededor. Allí, los cánticos y el ruido insoportable suelen durar hasta pasadas las tres de la madrugada y las familias afectadas estiman que la Policía debería multar con mucha más contundencia a los grupos que, lejos de comportarse con algo de civismo, parecen competir para ver quién molesta más a los residentes.
Así, ahora se ha puesto de moda animar las juergas nocturnas en la calle poniendo música a todo meter desde los coches. De igual forma, abundan los graciosos que se pasan toda la noche chillando por los patios de manzana o cantando a pleno pulmón por las ventanas. Cualquier día, afirman los vecinos, algún residente perderá la cabeza y ocurrirá algo gordo.
··· Este año también se nota un incremento de los partes contra noctámbulos que no dudan en faltar el respeto a los agentes de seguridad cuando se les llama la atención por incivismo o por cometer faltas de todo tipo. En el informe policial del miércoles figuran un par de denuncias de este tipo contra sendas personas que estaban consumiendo alcohol en la vía pública y que se pusieron farrucas con la policía. Ambas fueron trasladadas a Comisaria.
Durante la noche del miércoles fueron identificadas otras cinco personas por estar bebiendo alcohol en la calle, todas ellas en calles del Ensanche. Las consumiciones no se pueden sacar de los establecimientos públicos.
En otras ciudades que están sufriendo movidones noctunos similares a los de Santiago se han registrado ya, en las últimas semanas, diversos enfrentamientos entre juerguistas y vecinos que exigen su derecho al descanso. En este sentido, desde Raxoi agradecen la paciencia de la sociedad y señalan que, pese a las protestas, no se ha registrado ningún incidente. Creen que el problema radica en que los jóvenes llevaban mucho tiempo sin socializar.
La policía local tuvo que emplearse a fondo durante la noche del miércoles para poner fin a cinco fiestas en pisos y a dos botellones que se estaban celebrando en los parques de Belvís y la Constitución. De igual forma, las patrullas también tuvieron que acudir tanto al Cantón de San Bieito, pasada la una de la madrugada, como a la rúa de Curros Enríquez, a las 3.00 horas, para disolver a grupos de jóvenes que impedían descansar al vecindario.
Las fiestas callejeras de madrugada en dicha rúa se han convertido ya en un clásico debido a que los jóvenes que no pueden acceder a la discoteca Ruta montan sus particulares jaranas en la calle. Los vecinos de dicha zona llevan ya varias semanas protestando por las broncas que se montan en el barrio, pero la situación no parece mejorar.
El parte policial incluye también la identificación de un gracioso que se dedicaba a dar palmas en la calle Alfredo Brañas y la llamada a una ambulancia para asistir a una persona que se encontraba tirada de madrugada en Virxe da Cerca.