La odisea de un camionero de Vista Alegre atrapado por ‘Filomena’

Contaba con llegar el viernes a última hora de la tarde a Madrid, pero el temporal de nieve le sorprendió en un pueblo de la provincia de Albacete y Enrique Torres Otero tuvo que estacionar el camión como buenamente pudo en un área de servicio, donde ayer a la tarde, cuando charló con EL CORREO GALLEGO, todavía seguía atrapado. En esta ocasión, transporta sobre veinte toneladas de carne fresca envasada desde Murcia a unos almacenes de distribución ubicados en la capital del Reino, ruta que ayer esperaba poder retomar hoy, siempre que Filomena, el temporal de nieve que azota la península, dé una tregua; y que la red de carreteras esté en condiciones para la circulación.

“Estoy bien, tengo el camión aparcado en una estación de servicio desde las siete de la tarde del viernes, cuando la Guardia Civil de Tráfico nos indicó que no podíamos seguir”, explica, a la vez que apunta que en el estacionamiento “estamos parados más de 40 camiones que quedamos atrapados por la nieve”.

Enrique, natural del compostelano barrio de Vista Alegre, tiene 49 años y desde los 24 está a los mandos de vehículos de gran tonelaje. No es la primera vez que se enfrenta a una situación así. “En Italia he estado hasta siete días atrapado por un temporal; y en Francia y en Alemania también varias jornadas”, comenta en conversación con este diario, a la vez que quiere agradecer todo el apoyo recibido por parte de la Cruz Roja, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y del ayuntamiento albaceteño de La Roda.

“El restaurante del área de servicio está cerrado debido a la pandemia, pero Cruz Roja abrió aquí un puesto en el que reparte café caliente y bocadillos. Además, al mediodía la Guardia Civil, la Policía Local de La Roda y funcionarios del Ayuntamiento nos llevaron a un restaurante del pueblo a comer. Hoy (por ayer) hemos ido sobre cuarenta, aunque en este estacionamiento estamos algunos más atrapados”, explica Enrique, que está haciendo vida en su camión. “Tengo de todo en la cabina: provisiones como para dos días en caso de quedar incomunicado. Además, en el camión estoy muy calentito porque tiene una buena calefacción”. Estas últimas horas las pasó “viendo series y películas en Netflix”, mientras los 20.000 kilos de carne que transporta permanecen refrigerados en el remolque del tráiler.

Lo que más se echa en falta, dice, es una ducha caliente. “Las de la estación de servicio están cerradas y para ir al baño tengo que salir del camión e ir a la gasolinera”, relata, confiado en poder retomar la normalidad lo antes posible. “La Guardia Civil nos informa en todo momento del estado de la carretera y de cómo evoluciona el temporal”, dice.

Enrique es un veterano del volante y está acostumbrado a luchar en el asfalto contra las inclemencias del tiempo. “Google me envió un aviso hace unos días de que el año pasado di tres vueltas al mundo en camión; y eso que estuve un par de meses parado debido a la pandemia”, comenta el conductor, que calcula haber superado con creces los dos millones de kilómetros en su trayectoria. Últimamente viaja principalmente por España, aunque dos veces al mes suele subir a Francia, en concreto a la zona de Normandía.

Confía en poder llegar hoy a Madrid, entregar la carne, darse una buena ducha caliente y volver a lo suyo, la carretera: “Tengo que descargar, volver a cargar... y rumbo hacia Galicia. Lo que no sé es si voy a casa o salgo de ruta otra vez. Porque al estar aquí parado me cuenta como descanso semanal”, concluye.