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La plaza de Galicia: una puerta a Santiago (I)

SÁNCHEZ-AGUSTINO y

ARQUITECTOS ASOCIADOS

El desarrollo y expansión urbanística de una ciudad a partir del perímetro intramuros de lo que consideramos parte antigua, constituye un caballo de batalla para los planificadores muchas veces de difícil enfoque, planteamiento y solución; generalmente debido al importante lapso cronológico entre una estructura urbana y la que va a ser objeto de desarrollo. Es lo que ha sucedido entre la denominada zona vieja de Santiago y el Ensanche, y entre éste y los nuevos barrios de la zona Sur, como Pontepedriña, Castiñeiriño o Santa Marta. Entre unos y otros se han creado inocentemente barreras que dificultan la cohesión de la ciudad, piénsese en la propia Plaza de Galicia, la Avenida de Romero Donallo, la Calle del Hórreo o la Avenida de Lugo.

Hay proyectos en marcha que van precisamente en la dirección de suavizar esas barreras, la intermodal es un ejemplo, pero se trata de profundizar todavía más en obtener una utilidad extra de aquello que puede a primera vista parecer un problema.

La Plaza de Galicia ocupa en nuestra ciudad una posición geoestratégica de primer orden. Hoy es un quebradero de cabeza para los gestores de la ciudad, pero sobre todo para los peatones, los usuarios del transporte público, los usuarios del aparcamiento, los propios autobuses cuyas líneas confluyen allí y los turistas. El problema se extiende a las áreas adyacentes por la sobrecarga de tráfico, sobre todo en horario punta, colegios, universidad y mercados. Urge pues una solución ambiciosa que no se circunscriba al corsé del perímetro de esta plaza sino que alcance a áreas vecinas e incluso distantes.

Nuestro observatorio urbano propone una intervención de carácter progresivo acorde con la naturaleza patrimonial de la ciudad que debe caminar a conseguir un entorno sano y agradable para el residente y para el visitante.

La minoración del tráfico en superficie es ahora mismo, no sólo una necesidad ambiental, sino un imperativo de las normas europeas, por lo que es necesario su supresión en un plazo razonable de tiempo, lo que habrá de contribuir a una ciudad menos contaminada y menos ruidosa. Nuestra propuesta pasa por convertir a la Plaza de Galicia en centro neurálgico de la ciudad con operatividad real, respondiendo a varias necesidades: punto de llegada, de salida y ámbito de transición entre zona vieja y nueva. La supresión del tráfico lleva a buscar alternativas subterráneas a través de un anillo que circundaría el borde del ensanche y se adentraría hasta la plaza de Galicia, convertida en un gran espacio abierto de uso peatonal exceptuando el tráfico residencial, ello permitiría una transición entre ámbitos (Ensanche-Casco Histórico), pudiendo llegar hasta ella los vehículos de forma subterránea, desembocando en un aparcamiento que ocuparía el subsuelo de la plaza y las calles del Hórreo y Juan Carlos I. con capacidad para 870 vehículos y con un acceso integrado entre cotas, en rampa abierta desprovisto de escaleras.

El proyecto de la plaza parte de un gran plano inclinado que da acceso a un gran vestíbulo a doble altura, permitiéndonos acceder tanto a la calle subterránea como al garaje de tres plantas en la plaza y de una planta en las calles del Hórreo y Juan Carlos I.

Este gran vestíbulo es el que recibe al visitante que llega a Santiago hasta el centro mismo de la ciudad y le traslada a la gran plaza inclinada. La plaza dispone en el lateral de entronque con el Ensanche de taludes con juegos para los pequeños, para dar continuidad a la plaza y la calle, y en el lado próximo a la ciudad antigua, una suerte de planos de agua que discurren por el plano inclinado y se cubren con una pasarela, protegida con paneles fotovoltaicos que hacen las veces de pérgola, que comunica los dos cascos, el nuevo y el viejo, dando una continuidad a la movilidad peonil.

La plaza se completa con una estructura arbórea formada por perfiles en acero granallado por los que subirán enredaderas con flores con los colores de nuestra bandera. Además, encima de la portada se pondrán distintos paneles informativos y publicitarios para añadir financiación al proyecto. El conjunto se completa con nuevas soluciones de iluminación inteligente que contribuya a la mejora de la eficiencia energética y la reducción de consumo eléctrico garantizando una luminosidad nocturna que convierta a la plaza en un referente también de noche.

sanchezagustinoarquitectos.com

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