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La Policía de Barrio espera la llegada de varios inspectores para estrenarse

Terminarán sus prácticas en la Academia Galega en el primer trimestre del próximo año // Es una vieja demanda vecinal

La ansiada Policía de Barrio podría ser clave a la hora de mitigar algunas de las cuestiones que más afectan en estos momentos a la ciudad, como son los problemas con viviendas okupadas en barrios como San Pedro o Belvís, y las fiestas de estudiantes en pisos, que se centran en el Ensanche compostelano.

El proyecto está a la espera de que varios inspectores de la Policía Local terminen sus prácticas en la Academia Galega de Seguridade Pública, según confirmó a EL CORREO GALLEGO el concejal de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Muíños.

De hecho, la intención inicial del edil era poder poner en marcha en Santiago la que él denomina Policía de Distrito antes de que finalizase este año, pero el período de prácticas de los agentes acabará en el primer trimestre de 2021, así que probablemente habrá que esperar hasta esa fecha.

Recuperar esta figura tiene mucho que ver con el hecho que hace años funcionase “muy bien”, además de ser una vieja demanda tanto de vecinos como de comerciantes. De hecho, recientemente los residentes del barrio de San Pedro, en una reunión mantenida con los representantes municipales, insistían en la puesta en marcha de este servicio de vigilancia.

En este sentido, los diferentes colectivos vecinales y de comerciantes también se muestran a favor de que se recupere esta figura, que a través de su contacto directo con los compostelanos realizaba una labor preventiva de gran importancia. Con este servicio, los agentes vigilarán distintas zonas de Compostela, prestando especial atención al casco histórico. Así, los ciudadanos podrán contactar con estos funcionarios que patrullarán la capital gallega a la hora de denunciar o para avisar de algún problema de seguridad.

Según explicó el edil compostelano, los agentes recorrerán las calles en distintos turnos y en parejas, que estarán destinadas siempre en el mismo distrito, con el objetivo de contar con una Policía más cercana y que haga de interlocutora con los ciudadanos, para que estos les trasladen los problemas que les afectan y sus inquietudes.

De esta forma, se pretende que se rompa esa barrera, que en ocasiones separa a los ciudadanos de la Policía y se establezcan lazos estrechos para así actuar de forma más efectiva ante los problemas concretos de una zona determinada de la capital gallega.

PREVENCIÓN. Es decir, lo que se busca con este grupo de agentes es la anticipación, ya que este tipo de unidades están basadas en una filosofía eminentemente preventiva, y prima en ella el trato directo con los vecinos, el auxilio, la ayuda personal, la búsqueda de soluciones a los problemas inmediatos, así como la integración en el seno de la vecindad donde desarrolla su labor. De momento, todavía no está definido si los agentes patrullarán a pie, en moto o en coche, aunque lo ideal sería que pudieran vigilar los barrios caminando, porque ese modo de moverse contribuye a acercar la Policía a la gente, pero es algo que todavía se está desarrollando.

Tanto el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, como el edil de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Muíños, insisten en que la capital gallega es una de las ciudades más seguras de España y que no hay problemas de delincuencia serios.

Opinión diferente es la que tienen los habitantes de barrios como Pelamios, Belvís o San Pedro, que desde hace un tiempo sufren problemas vinculados a varias viviendas okupadas. En todos los casos, los residentes denuncian que los trapicheos de drogas son continuos, así como los incidentes derivados de estas prácticas, que en ocasiones terminan en peleas, incluso con armas blancas.

INSEGURIDAD. Asimismo, los afectados denunciaban que los robos habían aumentado en los negocios de sus barrios y afirmaban, incluso, sentir temor de salir a la calle. Bugallo y Muíños rebajaban la tensión y hablaban de problemas de convivencia más que de delincuencia.

Además, organizaron diversas reuniones con los colectivos vecinales de los puntos afectados para intentar acercar posturas y dar una solución que pasa por el aumento de la presencia policial y la puesta en marcha de los agentes de barrio.

datos
en los 90 patrullaban
en motocicleta

··· Distintas asociaciones vecinales y barrios de la ciudad, como Raigame, del Ensanche, o los barrios de Conxo y San Pedro pidieron en reiteradas ocasiones que se recuperara esta figura tras sufrir robos y actos vandálicos en repetidas veces. Muchos en la capital gallega guardan un excelente recuerdo de las patrullas de proximidad que en la década de los 90 recorrían las calles de Compostela en sus motocicletas. Finalmente, estas peticiones han sido escuchadas.

··· Otra opción que se barajó para incrementar la vigilancia en algunos puntos de la ciudad fue la instalación de cámaras de seguridad. Uno de esos lugares fue la Alameda, que tiempo atrás sufrió varios actos vandálicos en un período muy corto de tiempo. Así, la estatua de las Marías, ubicada en el paseo central del parque, estuvo varias veces en el punto de mira de los gamberros y apareció con pintadas. También varios bancos fueron arrancados de cuajo.

14 oct 2020 / 00:00
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