“La Puerta Santa se ha cerrado, pero sigue siempre abierta la que es Cristo”

El cierre de la Puerta Santa se celebró el sábado con un acto presidido por el arzobispo de Santiago, al que acudieron cientos de personas que aprovecharon para decir adiós al doble Año Santo 2021-2022, así dispuesto por el Papa Francisco con motivo de la crisis sanitaria provocada por la covid-19. Monseñor Barrio mostró su agradecimiento, en primer lugar, por lo vivido a lo largo de este año y recordó al papa emérito Benedicto XVI, que visitó Santiago con motivo del Año Santo de 2010, de quien apuntó que “su admiración” se había plasmado “con todo el sentir religioso y también humano”.

Monseñor Julián Barrio Barrio fue quien cerró la Puerta Santa con llave pasadas las 16.45 horas tras orar, de rodillas primero, y de pie, después, ante ella. Antes de la ceremonia se llevó a cabo un repique manual de las campanas de la Catedral, a cargo de la Asociación Cultural Campaneiros de Galicia. Tras el Rito inicial en la Catedral, el nuncio de su santidad en España, Bernardito Auza, hizo una lectura del mensaje del papa Francisco que, con motivo de la Clausura del Año Santo, ha enviado al arzobispo compostelano, destacando el papel del peregrino que se dirige a Santiago pues “aprovechan cada etapa de la vida para reflexionar y buscar el sentido de la propia existencia”. Asimismo, el sumo pontífice hizo referencia a la pandemia, “con un Bienio Jubilar que no ha sido nada fácil a nivel mundial”. Por último, el papa Francisco hizo especial hincapié en la urgencia de “salir del yo para construir el nosotros”, de forma que se edifique una Iglesia “en clave de fraternidad”. Así, en base al lema Santiago te espera, ha animado a los fieles “a caminar con esperanza” más allá de la comodidad y como “comunidad siempre en camino, abierta a las novedades de Dios”.

Tras la lectura, se procedió a la procesión hacia A Quintana saliendo por la Puerta de Platerías, para entrar por la Puerta Santa, con un repertorio musical con varias piezas del compositor gallego Juan Durán (Premio da Cultura Galega 2013 y Premio Reina Sofía de Composición 2018) de fondo. Acto seguido, ya en el interior de la Catedral, el arzobispo presidió una Eucaristía en honor de la virgen Peregrina y en conmemoración del final del Año Santo, acompañado del nuncio de su Santidad en España, del cardenal Rouco Varela, de su obispo auxiliar, de los obispos de la provincia eclesiástica, miembros del cabildo catedralicio y vida consagrada, sacerdotes y numerosos fieles.

Durante la Santa Misa, monseñor Barrio se dirigió a los fieles en una homilía en la que afirmó que “el Año Santo Compostelano a lo largo de la historia ha ido conformando muchos de los aspectos de la cultura, contribuyendo a ampliar la visión moral y suscitando cuestiones de interés existencial que van más allá de los planteamientos éticos, sin ocultar miedos e insatisfacciones”, y afirmó que “este Año Santo ha ayudado a purificar la fe, revitalizar la religiosidad y renovar la vida cristiana”. Como colofón, los presentes disfrutaron del funcionamiento del Botafumeiro y, tras dos años de prohibición debido a la covid-19, el arzobispo subió junto a la representación del Apóstol Santiago para abrazarlo, provocando el aplauso espontáneo entre los asistentes, que quisieron estar allí a pesar del mal tiempo.