Largas colas en las gasolineras ante el temor por la escalada de precios

El frenesí de los precios de los carburantes está volviendo locos a los compostelanos, en busca del valor más bajo posible. Con un ritmo de subidas constantes, con varios céntimos de diferencia al alza en apenas 24 horas, los conductores se ven empujados a llenar los depósitos cuanto antes. Esta tendencia, que se reproduce desde comienzos del mes de marzo, hace que algunos combustibles ya estén en la frontera de los dos euros, algo inimaginable tiempo atrás.

Debido a esta situación, antes de decidir enchufar la manguera del surtidor en la capital gallega, se hace necesaria una ronda, vía internet o pasando por las estaciones de servicio, para comprobar cuál es la ideal, siempre teniendo en cuenta la relación calidad/precio.

De este modo, tanto las low cost como las clásicas mostraron estos últimos días largas colas de vehículos cuyos propietarios deseaban llenar los depósitos antes de que los precios se tornen insostenibles. Y es que todo apunta a que lo peor está por llegar debido a la guerra en Ucrania.

En este sentido, la gasolina 95, de las más utilizadas en el parque nacional, presentaba ayer en Compostela una curva de importes que oscilaba entre los 1.629 euros/litro y los 1,859. Por si no fuera poco, en su gama premium, en la cada vez menos empleada gasolina 98, estos ascendían a 1,989, por lo que pasarán, más pronto que tarde, de la barrera de las dos unidades.

Por su parte, el gasoil, que por tradición presenta unas cantidades ligeramente inferiores, la opción más barata estaba en 1,529, mientras que la más cara ascendía a 1,819. Este margen se supera con la versión mejorada, en la que el límite superior se situaba al cierre de esta edición en 1,879, por los 1,699 del inferior.

TENDENCIAS entre la población. En esta locura de valores entre un bien de primera necesidad para muchas personas, el temor que vive la población de la ciudad quedó patente en el fin de semana, cuando, incluso a última hora del domingo, las estaciones de servicio más económicas presentaban largas colas de coches, dado que la diferencia entre unas y otras, a la hora de llenar el depósito, puede llegar hasta los 15 €.

Cabe citar que, en esta problemática, el polígono de Costa Vella, con Plenoil y Petropix, presentan hasta la fecha los precios inferiores, anteriormente citados, entre todo Santiago, por lo que la oferta está colapsando aún más la entrada al área empresarial. De hecho, la fila de vehículos llega, por momentos, incluso a la rotonda en la que se ramifican las distintas calles.

En esta guerra entre gasolineras, dada la mayor competencia actual, las más clásicas -que según apuntan los expertos cuentan con un combustible de mejor calidad- ofrecen la posibilidad de reducir los valores más altos con descuentos con la tarjeta de fidelización, unas bajadas que llegan incluso hasta los cinco o seis céntimos el litro.

En todo caso, la desesperación entre los conductores ha llegado a tal punto que desde hace unos días ya hay algunas estaciones que han apagado su panel de precios para evitar que alguno sufra un colapso ante el ascenso imparable de los registros. Llegados a este extremo, cualquier fórmula es válida para combatir, a kilómetros de distancia, por poder sacar el coche del garaje sin dejarse un riñón por el camino. Y lo peor está aún por llegar.