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ENTREVISTA

Leticia Sierra combina novela negra y periodismo para dar forma a sus libros

Tras el éxito de su primer thriller, presenta ‘Maldad’ // En su obra recién publicada aborda el tema del ‘bullying ’ en el ámbito escolar

El libro ha estado semanas en el TOP4 de ventas de las librerías Fnac

Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, Leticia Sierra Dorado se reconoce una periodista vocacional que ama su profesión, aunque lleve años alejada de ella. Su primera novela, Animal, con la que obtuvo un gran éxito, le dio la oportunidad de rescatar a esa redactora que pasó por las redacciones de La Nueva España, La Voz de Asturias, El Comercio y Tribuna de Salamanca, y los estudios radiofónicos de Cope Salamanca y Cadena Ser Madrid para dar vida a uno de sus personajes principales, el mismo con el que aborda Maldad, su segundo thriller, centrado en esta ocasión en el bullying, con el que regresa a Galicia.

¿Cómo surge lo de escribir un libro y publicar?

Pergeñar Animal evitó que dañara a alguien de forma grave e irreparable. ¿Esa persona se lo merecía? Por supuesto. ¿Era el camino? No. No hay que confundir nunca venganza con justicia. Pero ese lado oscuro que llevamos dentro afloró en mí, de forma brutal y visceral, haciendo que perdiera totalmente el control sobre mí misma. En un momento de lucidez, decidí canalizar esos sentimientos turbios, incontrolables y criminales en algo creativo y comencé a dar forma en mi cabeza y en mi libreta de apuntes a la historia de Animal. Pasar esa historia al papel fue sanación y una buena terapia.

¿Tenías claro el género y la historia que querías contar?

Por supuesto. Quería matar sobre el papel. Tanto el género como la historia (que no es autobiográfica, que quede claro) siempre los tuve claros.

Dejaste aparcada la profesión de periodista, aunque está muy presente en tus dos novelas. ¿La echas de menos?

Siempre echaré de menos el periodismo porque llevo el bicho dentro. Para mí, fue y es vocacional. Pero no volveré a la profesión mientras los medios de comunicación sigan siendo la voz de su amo y sigan primando más los intereses económicos y políticos que los informativos, la objetividad y la honestidad periodística. No reniego del periodista, sino de los medios de comunicación que adulteran una profesión maravillosa. En cuanto a la protagonista periodista, quería realzar la profesión tal y como yo la entiendo y denunciar la hostilidad del medio en el que se ha de mover un periodista a diario para poder hacer bien su trabajo, y Olivia es ese reflejo.

¿Cuáles son tus referencias literarias?

Tengo muchas y de distintos géneros: Agatha Christie, Lorenzo Silva, Domingo Villar, Gabriel García Márquez, Alejandro Casona, Eduardo Mendoza, Vázquez Figueroa...

¿Cuánto hay de Leticia en Olivia? ¿Y de tu propia experiencia periodística?

De Leticia en Olivia hay bastante como profesional. Para crear el personaje puse sobre la mesa todos mis conocimientos, pocos o muchos, sobre lo que sé sobre periodismo, sobre patear la calle; buscar información cuando nadie te la quiere dar; sufrir cuando la competencia te pisa una noticia; buscarte la vida cuando vas a contrarreloj, te están respirando en el cogote para que llenes una página y no tienes datos para armar una noticia; sobre salir de casa por la mañana temprano y llegar a casa más tarde que la Cenicienta. Olivia es la representación de ese profesional que trabaja fuera de una redacción, con todo lo que eso conlleva.

En ambas novelas hay mucha información de los procedimientos. ¿Cómo fue el proceso de documentación?

Cuento con fuentes directas en el Cuerpo Nacional de Policía, agentes en activo que se desviven y me ayudan en todo momento para que la historia esté fundamentada con rigurosidad y veracidad. Lo mismo con los aspectos anatómico forenses, sobre farmacología y Penal.

Y para el tema del bullying escolar de la segunda novela?

Para eso me encontré con muchas puertas cerradas. Fue un proceso muy complicado. Primero, porque es un tema que trata de menores de edad y ya, en sí mismo, es delicado. Y, segundo, porque es un tema tabú, del que nadie quiere hablar. Incluso, me di de morros con mucho negacionismo. Resulta que las estadísticas están ahí (1 de cada 4 escolares en España sufren acoso escolar cada día), pero pocos centros educativos reconocen sufrir el problema.

La documentación obtenida fue a través de fuentes pertenecientes al colectivo docente (otra víctima más dentro de las aulas) que han pedido permanecer en el anonimato.

Te centras en el periodismo de investigación, ¿crees que está infravalorado en este momento en que los medios están tan en precario?

Sin ninguna duda. El periodismo es una profesión poco conocida y muy denostada. Se trata de una profesión que deja poco tiempo a la vida personal, con jornadas laborales larguísimas que hacen muy complicada la conciliación familiar, con unas condiciones económicas y contractuales mediocres en la mayoría de los casos. El profesional de la información se ve sujeto a presiones, a veces insostenibles y de difícil lidia; presiones que, en ocasiones, ponen en un aprieto la honestidad y el buen hacer del profesional.

Pero en mis libros, también hago autocrítica porque la palabra, ya sea hablada o escrita, es una herramienta que mal utilizada puede ser peligrosa y causar un daño innecesario e irreparable. Igual que digo que hay muy buenos profesionales que esto lo llevan grabado a fuego, también está el emborronafolios que se hace llamar a sí mismo periodista y que empaña la profesión al convertir la palabra en una escopeta de feria.

Animal fue un gran estreno en el ámbito literario, ¿te esperabas el éxito que tuvo?

Para nada. Animal fue mi primera incursión en el mundo literario y no pensé que fuera a gustar tanto. Fue el libro más vendido de LibrOviedo 2021 y uno de los más leídos en el verano de 2021; fue traducido al griego y tuvo mucha repercusión en países como Honduras o Uruguay...

¿Crees que todos podemos llegar a ser ese ‘animal’?

Todos llevamos un animal dentro, lo creo con convicción. A mí me pasó. Creo humildemente que conocemos de nosotros mismos solo aquellas habilidades, cualidades y defectos que hemos practicado en situaciones sin excesivo estrés o tensión emocional. Nadie es capaz de saber lo que realmente haría en circunstancias en las que no se tiene experiencia vital propia.

¿Cómo está siendo la acogida de esta última, Maldad?

Creo que buena. Ha sido el libro más vendido de Libroviedo 2022 y ha estado semanas en el TOP4 de ventas de Fnac así que va por buen camino.

Abordas un tema muy de actualidad, como es el acoso. ¿Qué te llevó a elegirlo?

Por desgracia, la fuente de inspiración fue un caso real: hace unos años una niña se suicidó en Gijón tirándose por un acantilado porque estaba sufriendo acoso escolar. El caso me puso los pelos de punta porque, en su entorno escolar, todo el mundo sabía lo que estaba pasando y nadie hizo nada para pararlo. Me espeluznaron dos cosas, por un lado, el hecho de que niños de corta edad sean capaces de hacer sufrir hasta ese punto, y, por otro lado, la mirada ciega de la sociedad y el negacionismo que hay en torno a este problema.

¿Firmas de libros previstas?

Tengo un otoño movidito. De momento estaré presentando en A Coruña el 23 de septiembre; en Fnac Plaza Callao el 8 de octubre; en Lugo en 14 de octubre; en Zamora el 27 de octubre y en Salamanca el 28 de octubre.

04 sep 2022 / 01:00
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