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Limpiar la mugre de nuestros establos más sucios

Ariel, una editorial de prestigio, presentó en este nuevo año un libro muy interesante “La patria”. Su autor, Joaquim Bosch, es un juez que ejerce en Moncada, investigador y docente para la formación de magistrados, colabora en publicaciones jurídicas y goza de acreditado prestigio. El título no puede ser más expresivo: “La patria en la cartera”. Sus reflexiones sobre las múltiples formas de la corrupción son elocuentes, pisan el callo. Se refiere a las “conductas indecentes” que forman parte de nuestro paisaje institucional” y añade que “han pasado los años, las legislaturas y los sucesivos sistemas políticos... pero esa vergonzosa patología se ha mantenido y nunca parece que vaya a limpiarse la mugre de nuestros establos más sucios”.

A propósito de la mugre, y de su brillante prosa, ni que estuviera pensando en el compostelano Hospital de Galeras. Circula por las redes un videoclip grabado en abril de 2018 que permite ver el lamentable estado en el que se encontraba entonces su interior. Hoy será infinitamente peor. El deterioro y abandono es total en todas las estancias, tal como se aprecia en las escenas del vídeo de la cantante Arantxa Pérez, que eligió este lugar para grabar “Tú vs yo“. Tal cosa ocurrió un año después de que la USC formalizara el contrato de compraventa con Asteriscos, sociedad controlada por Luis Miguel Fontal Vázquez, empresario que reside en Santiago.

Cinco años después, con maniobras dilatorias presuntamente ilegales, esa mugre sigue esperando una solución. Nadie se explica en la ciudad cómo un edificio de tales características pueda ser utilizado como moneda de cambio por quién, de hecho, tras haber desembolsado más de siete millones de euros, debería considerarse su propietario. Retener in extremis 170.000 euros el 20 de enero pasado, le permite “jugar” otra vez con la USC alargando en el tiempo una compra a todas luces especulativa.

Luis Miguel Fontal, que lidera en la sombra esta operación, es una persona poco conocida en los ambientes de la capital gallega, reservado, casi huidizo, tuvo el gesto hace años de financiar un lavado de interiores con Ferrovial, a quien contrató para limpiar, desescombrar y desinfectar amplias zonas de la impresionante mole, pero desde entonces, nunca nada más se supo. Un empresario, que parece conocerle bien, dice de él “que lo enreda todo con tal de lograr sus objetivos”.

La USC, a través de su gerente Xavier Ferreira, fue tajante en el sentido de que demandaría ante los Tribunales de Justicia el desembolso pendiente para zanjar el asunto, pero pese a los intentos de EL CORREO no hemos podido confirmar si los servicios jurídicos se han puesto manos a la obra. Todo lo ocurrido hasta ahora tiene un aire kafkiano, parece una tomadura de pelo, o algo peor, y hay que desenmascararlo cuanto antes. Santiago no puede permanecer impasible ante lo que se esté tramando y condicione el futuro de una zona de especial protección, destinada, con la recuperación prevista en el cercano palacete de la Finca do Espiño, a ser uno de los más atractivos lugares de la capital gallega, tanto para residir, como para disfrutar.

{LOS TAXIS, COMO LA SALUD}

Un taxista es como la salud. Solo se valora cuando se pierde. Si un ciudadano anda con prisa, necesita un desplazamiento urgente, se acerca a la parada y no tiene un profesional a mano, se desespera. Felizmente, las tecnologías ayudan. En Santiago aparecen citadas varias asociaciones, entre ellas Radio Taxi Santiago. Las tres funcionan bien y en pocos minutos llegan al usuario. Su presidente, Jesús García, se lamenta de que la nueva variante Ómicron ralentizó el repunte de la actividad que se notó en los meses de verano y llegó casi hasta octubre. Se queja, y con razón, de que apenas han tenido ayudas, “alguna de la Xunta y poco más”, y que los recortes en el ocio nocturno han eliminado por completo las salidas entre las diez de la noche y las seis de la mañana, antes muy intensas. Lo mismo ocurrió con los servicios al aeropuerto.

Los problemas no paran ahí. “Ha sido complicado, algún compañero tuvo que eliminar chóferes, fue duro salir adelante, no es rentable. Algunos taxistas han enviado al Erte a sus trabajadores, otros han tenido que prescindir totalmente de ellos porque la actividad no da para mantenerlos. Muchos despedidos han buscado otros trabajos, con otro problema añadido: ahora, no encuentran conductores para reforzar el servicio. Las medidas anticovid han supuesto un mayor gasto. La pandemia supuso pérdida de dinero y tiempo”. Ahora, el sector tiene los ojos puestos en este nuevo Año Santo y esperan tiempos mejores. ¿No creen que merecen más que comprensión alguna ayuda?

{APLAUSO}

El Dr. José Pérez Moreiras, compostelano hasta la médula, es un referente internacional en patología de órbita y tiroides. Aunque su popularidad le viene dada por una brillante etapa en la sanidad pública y miles de operaciones en la privada a pacientes afectados por enfermedades oculares al frente de una clínica de prestigio. Pasará a la historia, además, por haber descubierto un nuevo tratamiento para la orbitopatía tiroidea inflamatoria, con un asombroso porcentaje de éxito sin necesidad de recurrir a la cirugía. Según nos cuentan quienes le conocen bien, ha tratado ya a más de 4.000 pacientes con esta patología orbitaria, tanto nacionales como extranjeros.

Discípulo aventajado del omnipresente Manuel Sánchez Salorio –fundador del INGO y “padre” de numerosas promociones de oftalmólogos–, el joven sobresaliente cum laude, que recorrió medio mundo asistiendo a congresos y pronunciando lecciones magistrales en los cinco continentes, vive ahora su edad de oro y le preocupa más curar dolencias que salir al campo a por los 18 hoyos de su afición favorita, el golf. Miembro del selecto club de los Gallegos del Año, el mejor premio para este médico humanista es ver que quienes confían en su trabajo no solo vuelven a su consulta cuando lo necesitan, sino que llevan con ellos a familiares y amigos. Profesionales así son los que necesita Galicia.

{BUFIDO}

Una encuesta del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) es clarificadora en cuanto a los tiempos medios de tramitación de licencias en las siete ciudades gallegas. Los ayuntamientos en los que más se tarda en obtener licencias cuando no se necesita requerir permisos a Patrimonio son Lugo y Ferrol. En Galicia la tramitación municipal media fue de 8,17 meses. Lugo y Ferrol ostentan el triste récord, superan los 9. Pontevedra está en 8,3; Santiago, Vigo y A Coruña, a la par, con 7,7. Estos datos se refieren a 2019/2020. Las alcaldías que lideran Xosé Sánchez Bugallo, Abel Caballero e Inés Rey encabezan el trabajo mejor hecho.

La pandemia ralentizó todavía más esos tiempos. Oscilan entre 17 meses en Ferrol; seguido de Lugo, 15,8; Ourense, 14,5; Pontevedra, 13,7; Vigo, 11,0; Santiago, 10,7, y A Coruña, 9,6. Y lo peor, si hay que pasar por Patrimonio, los tiempos se disparan con siete meses más. Dicen que en el norte de Portugal estos tiempos se reducen a la tercera parte. ¿Qué cómo lo consiguen? Aplican un conocido principio anglosajón: “Los reglamentos están hechos para que los seres inteligentes se apoyen en ellos, y el resto los aplique al pie de la letra”. ¿Impresionante, verdad?

06 feb 2022 / 01:00
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