Lincbiotech, con laboratorios en Compostela, lidera un proyecto para frenar enfermedades graves

El sector biotecnológico, una actividad cada vez más en auge en Galicia, sigue dando buenas noticias. La compañía Lincbiotech, con sede en Ourense y laboratorios en Compostela, lidera un proyecto europeo para desarrollar moléculas que frenen enfermedades graves tras obtener una financiación de 3 millones. Contará, como socio, con la participación del Grupo de Neuroenvejecimiento del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), además de cuatro entidades de Bélgica, Portugal y Reino Unido.

La investigación se centrará en analizar la eficacia de las nuevas moléculas en estudios in vivo e in vitro y verificará su potencial para el tratamiento del pie diabético. “Lo que estamos haciendo es utilizar un mecanismo natural de las células para eliminar proteínas que ya han cumplido su función y que por un exceso de presencia estén causando procesos inflamatorios que llevan a enfermedades graves”, explica el CEO de la firma, Juan Sebastián Ruiz-Constantino.

La diabetes –prosigue–, evita entre otras consecuencias que el proceso de cicatrización natural se produzca en condiciones normales. Así, quienes padecen pie de diabético tienen heridas que no se terminan de cerrar, lo que conduce a complicaciones muy severas, como infecciones. Este mal afecta al 25 por ciento de las personas que sufren diabetes y en un elevado porcentaje deriva en la hospitalización y la amputación de las extremidades inferiores. Aproximadamente el cinco por ciento fallece un año después de los primeros síntomas de la enfermedad y este porcentaje sube hasta el 42 por ciento a los cinco años del inicio de los síntomas.

Este proyecto que encabeza Lincbiotech, detalla el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida (Bioga), se llevará a cabo por medio de la convocatoria Pathfinder Open 2022, que cuenta con un presupuesto de 180 millones y financia iniciativas que proponen la aplicación de tecnología de última generación para el desarrollo de soluciones innovadoras.

En las dos últimas convocatorias EIC Pathfinder Open (2021-2022) se presentaron 1.700 solicitudes y solo tres compañías españolas fueron hasta ahora elegidas para obtener financiación. Además, es la primera vez que esta ayuda del European Innovation Council recae en una biotecnológica con sede en Galicia. El año pasado se presentaron 858 propuestas y únicamente fueron seleccionadas, menos del 7 % del total. De los proyectos elegidos apenas dos firmas españolas obtuvieron la luz verde de la UE.

Investigación puntera en Galicia. “La concesión por parte de la UE de este proyecto en una convocatoria tan competitiva, supone, no sólo un espaldarazo a la tecnología que estamos desarrollando en Lincbiotech, sino que también es una confirmación de cómo es posible hacer biotecnología puntera en Galicia y competir, en igualdad de oportunidades, con el resto del mundo”, destaca Ruiz-Constantino.

“El ecosistema gallego de biotecnología maduró mucho en los últimos años gracias a centros de investigación como el IDIS, a organizaciones especializadas como Bioga, a iniciativas como Bioincubatech de la USC y a entidades financieras como Abanca”, añade. A su juicio, “sin este apoyo no sería posible que proyectos de este calado prosperaran en Galicia”.

Lincbiotech es una iniciativa conjunta de los Laboratorios de Investigación en Neurociencias Clínicas (LINC) y de la Fundación del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (FIDIS), y de un grupo empresarial con amplia experiencia en el ámbito de los negocios tecnológicos.

La compañía está especializada en el desarrollo de soluciones innovadoras para un mejor manejo clínico de pacientes que sufren enfermedades altamente prevalentes como el ictus, la enfermedad de Alzheimer y otras condiciones médicas no cubiertas. En sus laboratorios, en el edificio Emprendia de Santiago trabajan siete profesionales, todos ellos licenciados –cuatro de ellos doctores– altamente cualificados.

Sobre el proyecto para el tratamiento del pie de diabético, el CEO de la compañía concreta que la investigación está en una fase inicial. “Creo que estaremos en modelos animales a final de este año o principios del que viene y en ensayos clínicos con personas en un plazo de tres años, aproximadamente”. Para que el tratamiento llegue al mercado el plazo será superior, en el entorno de los diez años.