Los alojamientos extrahoteleros ganan peso en la oferta turística de la ciudad

Las costumbres de los turistas han cambiado y Santiago no es una excepción. De un tiempo a esta parte, los alquileres vacacionales se han convertido en una de las principales opciones para alojarse, una tendencia que en la capital gallega vive un momento álgido. En detrimento del arrendamiento tradicional, muchos propietarios se han pasado a esta modalidad más rentable económicamente, significando un incremento exponencial de los lugares para pernoctar. A día de hoy, y en base a los datos del Registro de Empresas y Actividades Turísticas de la Xunta de Galicia, hay 5.647 plazas en hoteles, por las ya 3.474 en viviendas de uso turístico (VUT).

Esto supone que del total de posibilidades que se generan entre ambos (entre 68 hoteles y 684 viviendas), casi el cuarenta por ciento de los hospedajes son ya VUT, o lo que es lo mismo, de cada diez posibles pernoctaciones, cuatro corresponden al nuevo régimen, una diferencia que se ha ido reduciendo en estos últimos años, especialmente, tras la pandemia.

En todo caso, las variaciones no sólo afectan a las cifras de dormitorios de Compostela, sino que también se aprecia un giro drástico de las elecciones de los visitantes. De este modo, teniendo en cuenta los datos recabados de estos últimos meses, llama la atención el empleo de una modalidad en detrimento de la otra.

Así, durante el pasado mes de julio, las VUT del concello tuvieron una ocupación media superior al 85 %, apuntó a EL CORREO GALLEGO la presidenta de Aviturga, Dulcinea Aguín. Esto supondría que cada día se alojaron en este tipo de arrendamientos un total de 2.953 personas, aproximadamente, por lo que en todo el mes se contabilizarían 91.540.

Por su parte, atendiendo a las declaraciones de la Unión Hotelera Compostela, que aglutina el cincuenta y cinco por ciento de las habitaciones de la capital gallega (unos 1.300 dormitorios), con los establecimientos de 4-5 Estrellas, sus tasas en julio no superaron el 67 % de reservas, porcentaje que vendría explicado, según el alcalde Xosé A. Sánchez Bugallo, en su alto precio.

En esta misma línea, la Asociación Hostelería Compostela, a comienzos del mes pasado, apuntaba una previsión para julio de un 73,44 % de plazas ocupadas, aunque para ello no se tenían en cuenta los que cerraban su viaje a última hora.

Este descalabro en los datos podría ser aún más notable para este mes de agosto puesto que, si bien los hosteleros mantienen una previsión similar, centrada en esa media del setenta y tres por ciento, desde Aviturga son mucho más ambiciosos y apuntan a un llenazo total de sus alojamientos.

Todo ello lleva consigo la posibilidad de batir las marcas históricas de pernoctaciones en esta temporada estival superando, incluso ampliamente, los 300.000 viajeros alojados, puesto que la ligera bajada de un modelo (a tenor de sus impresiones, que en todo caso no concuerdan con las aportadas por Raxoi) se compensa con el incremento exponencial del otro.

OTRAS MODALIDADES. Aunque este tipo de estancias son las que copan la mayor parte de la oferta de descanso de Compostela, que asciende hasta las 15.343 plazas, existen muchas otras modalidades, algunas de ellas también con gran éxito, especialmente entre los peregrinos.

En el municipio, documentadas en la Xunta hay 130 pensiones (2.496 plazas), 29 albergues (1.749 plazas), 24 apartamentos (239 plazas), 8 de turismo rural (92 plazas) y 2 cámpines (1.646 plazas).

Albergando todas estas opciones, en un utópico llenazo absoluto de todas ellas se rozaría el medio millón de pernoctaciones.