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Emergencias. Tanto la sociedad como las administraciones están cada vez más concienciadas sobre el riesgo que entrañan las avispas asiáticas // Los nidos de mayor tamaño pueden llegar a alcanzar un metro de diámetro TEXTO I. Salgado

Los casos son complicados, muy variados e inaccesibles

Los casos de retirada de nidos de velutinas son muchos y muy variados. Las avispas buscan zonas de sol para instalarse y eso propicia que, por ejemplo, en los árboles, se instalen en las copas, lo que dificulta la labor de retirada por parte de los Bomberos. Cada enjambre puede contener hasta dos mil velutinas. Llegaron a Galicia en 2013 y los primeros especímenes se registraron en Burela y Baiona. Sus nidos ocasionan molestias para la ciudadanía por sus picaduras, pero también para especies autóctonas como las abejas, principal alimento de este tipo de avispas. Además, también son dañinas en los cultivos de fruta.

Tanto la sociedad como las Administraciones están cada vez más concienciadas de los riesgos que entrañan las velutinas. La gente ahora idea trampas caseras que ayudan a ir reduciendo el número de nidos activos, y la Xunta ya activó planes de prevención durante el verano, época de mayor auge de estos insectos.

Miguel Ángel Arca Bello es cabo de bombero en el cuerpo de Santiago y el encargado de las actuaciones relacionadas con la retirada de nidos. Relata a este periódico que se tienen encontrado algunos “de hasta un metro de diámetro, pero normalmente tienen el tamaño de una pelota de fútbol o de baloncesto”. Destaca casos curiosos como uno de Figueiras en el que, cuando llegaron al lugar, una avispa había picado a uno de las personas allí presentes que, sin saberlo, era alérgico. Esta cuestión no es baladí ya que desde 2018 fallecieron siete individuos por culpa de picotazos de velutina.

Otro caso llamativo en el territorio del concello ocurrió en Nemenzo, donde un nido se había instalado debajo de una silla, tal y como se puede apreciar en la fotografía de debajo. Los dueños de la propiedad solo acudían a ella para veranear, y cuando llegaron se toparon con la particular sorpresa, aunque afortunadamente no hubo que lamentar ninguna picadura. Cuando los enjambres se encuentran en zonas céntricas suelen ser en cornisas de edificios, que dificultan mucho más la labor de retirada, tal y como apunta Miguel Ángel Arca: “Hace falta usar la autoescalera, e incluso a veces es necesario cortar el tráfico”. Y es que el gran tamaño de los camiones de bomberos deriva en que no siempre puedan acceder cuando es necesario intervenir en zonas altas que requieran de la autoescalera.

Lo ideal es eliminar el nido durante la noche, cuando la abeja reina está en él y con su muerte se asegura que no se volverá a formar tras inyectarle el veneno. Pero cuando esto ocurre en un árbol es importante verificar la seguridad para los bomberos, ya que la visibilidad puede ser nula.

Con el paso de los años la sociedad ha ido concienciándose y ya es común ver trampas caseras. Hay que colocarlas a un metro y medio de altura en los lugares donde más acuden las reinas, que son los árboles en flor, cerca de los apiarios, garajes o trasteros... Para tratar de evitar la aparición de un nido, debe instalarse la trampa en torno a la primavera. De hecho, la provincia de A Coruña es en la que más abunda la avispa asiática, con más de diez mil nidos retirados desde 2018. La cifra se torna en anecdótica si se compara con la de 2019, con el doble de enjambres eliminados.

Es necesaria una labor de prevención –que cada vez es más intensa–, pero para cuando se necesita ayuda profesional ahí está el cuerpo de Bomberos, con agentes expertos en la materia que desarrollan una labor esencial . Y cada año lo será más porque las avispas velutinas han llegado para quedarse.

06 sep 2021 / 01:00
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