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ENTREVISTA
José Castillo. Neurólogo y director del IDIS

“Los políticos son mucho más sensibles a la prensa que a un investigador que protesta”

El IDIS acaba de conseguir la reacreditación como instituto de investigación sanitaria y se sitúa en la vanguardia de la ciencia biomédica en España, y desde Galicia. Es una magnífica noticia no solo para sus profesionales, sino para la sociedad en general. Lo que consigan redundará en beneficio de todos. Por eso no habría que olvidar que sin ciencia no existe futuro, y esta no debería depender del color político.

Doctor, ¿qué implica para el IDIS esta nueva reacreditación?

En 2008, el IDIS solicitó la acreditación y se aprobó con fecha de enero de 2010. La ley obliga a los institutos a reacreditarse cada cinco años para demostrar que el funcionamiento es correcto, que se consiguen los objetivos (que son cada vez más exigentes), que mejora en todos sus parámetros de medida y que se van alcanzando los objetivos que se van proponiendo año tras año.

En 2015 hubo la primera reacreditación del instituto, que fue superada con éxito y en 2019 se solicitó la correspondiente para el 2020. Ese proceso conlleva un trabajo enorme porque hay que documentar absolutamente todo lo que se hace (en este caso, más de 1.000 documentos). Los días 3, 4 y 5 de marzo vinieron unos auditores que revisaron in situ todo, visitaron el IDIS y hablaron con una gran cantidad de investigadores. Emiten un informe y hay una comisión nacional, que decidió por unanimidad reacreditarlo para los próximos cinco años.

Esto significa que el instituto ha logrado sus objetivos desde que se creó y esto es una satisfacción para todos los investigadores porque ven que su trabajo ha sido correctamente valorado y nos pone nuevamente en el disparadero.

La investigación no es un trabajo que termine pronto, es que no termina nunca, siempre hay que conseguir objetivos más grandes.

Son muy buenas noticias. El hecho de mejorar lo lleva en su ADN. Incrementar o potenciar su investigación... ¿Ahora se presentan retos más complicados después de haber alcanzado tantos éxitos?

(Risas) Las dificultades en este mundo no disminuyen, siempre aumentan. Parece que cada vez tendríamos que tener las cosas cada vez más fácil, pero cada vez es más complicado. Nos pasa a todos en todos los órdenes de la vida.

La investigación es cuestionarse todos los días si lo que uno hace lo está haciendo bien. Siempre ignoramos más y nos exigimos más.

Y por otro lado, tenemos una dificultad inherente: los recursos no sobran y hay que pelearse porque cuando compites con una comunidad muy grande de investigadores de Europa, para obtener los recursos tienes que ser mejor que los otros.

Lo que va en el ADN no mío, sino de todos los investigadores es ese afán de superación.

Y lo que sí, es que un gobierno tras otro –los investigadores parecemos llorones, siempre estamos demandando más ayudas, que no son para nosotros, sino para la población– y cuando aparece una pandemia, no tenemos una investigación muy potente y las vacunas no somos capaces de producirlas nosotros, llega el momento de plantarse y decir: por qué no tenemos ese tejido. Y aunque es cierto que cada vez en España somos más competitivos, nunca es suficiente para la demanda de la población.

Nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena... ¿Deberíamos alcanzar un pacto por la investigación y que no dependiera del color político? Parece que hay personas que empiezan a ver la luz y a tener claro que hay que destinar más recursos...

... A ver si la acaban de ver bien porque la inmensa mayoría de los españoles queremos pactos sociales que sean independientes del color político, los queremos en sanidad, sobre todo, en justicia, en educación, que no haya que cerrar centros de investigación por falta de fondos. Hay que reclamarlo continuamente y hay que ir concienciando a la sociedad de que esto es importante para todos. Y la prensa tiene que ayudarnos. Los políticos son más sensibles al prensa que a un investigador que protesta, al que no le hace ni puñetero caso. Y la prensa ha de traducir de los sentimientos de la sociedad en palabras escritas que tienen un enorme peso social.

¿Los propios gallegos nos damos cuenta del potencial investigador que existe en Galicia? ¿Se ven reconocidos suficientemente por la población general? Imagino que entre los profesionales no hay duda.

Tienes una enorme cantidad de dosis de razón, pero Goya cuando pintaba en el siglo XIX a Saturno devorando a sus hijos, estaba reflejando la sociedad española. Esta es muy papanatas y cualquier cosa que viene de fuera parece que es mejor que lo que uno tiene dentro de casa. Es curioso que en la prensa siempre parece que realza mucho más un dato nuevo que aparece en un hospital de fuera de la comunidad que no de la propia Galicia, que supera a muchas comunidades de España. Y está a un gran nivel internacional. Además, casi el 50 % de las publicaciones del IDIS tienen carácter internacionales. No estamos aislados, sino al máximo nivel. La producción es buena no solo en cantidad, sino en calidad. Siempre sigo que en ciencia hay que ser como en el fútbol: los mejores son los de aquí (risas).

La ciencia y el conocimiento no tienen fronteras y es necesario avanzar de la mano de todo el mundo. Nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios. Y Galicia en biomedicina está francamente bien situada y da gusto ver a los compañeros que tiran del carro de una forma verdaderamente extraordinaria.

Con los datos sobre la mesa, ¿se puede conseguir más?

En diez años, llegamos al vértigo de lo conseguido, y un poco de angustia. Conseguir recaudar 32 millones de euros de fondos competitivos en un año no es fácil. Yo pienso que podremos conseguir un 2,3 o 4 % más el año que viene por cómo van las cosas este año.

Tenemos la suerte de que los jóvenes que empiezan la carrera investigadora, que es muy dura y a veces muy ingrata y muy cruel, tienen una ganas extraordinarias.

¿Cuáles son los retos que tiene por delante el Instituto?

Propuse, y se aprobaron por unanimidad, los objetivos para 2020. Algunos nos vienen indicados del propio Carlos III, hay unos objetivos de ámbito nacional que tienes que ir cumpliendo (captación de recursos, de talento investigador). Tenemos una tierra preciosa y se vive bien.

El IDIS engloba también a Lugo, su potenciación es muy necesaria y, porque entre otras cosas, tiene una infraestructura de investigación absolutamente maravillosa: el hospital veterinario Rof Codina, que tiene unas posibilidades en investigación biomédica que son extraordinarias.

Tenemos un problema de espacio. Por eso estamos diseñando inversiones muy potentes para conseguir un aumento hasta lograr lo que pretendemos muchos: que es tener un centro propio y no andar desperdigados por muchos laboratorios y espacios del hospital.

Como ciudadano estaré totalmente satisfecho cuando se haya conseguido. Eso es francamente importante.

Tenemos que invertir, como te decía antes, en la captura de talento investigador y que siembren su grupo de trabajo.

Hay que trabajar en la formación de nuevos investigadores de muchas carreras, hay que entusiasmarlos, engancharlos... porque el trabajo cuando te gusta es una especie de droga.

¿En investigación hay tanta competencia como se refleja en el cine? ¿Hay cooperación, compañerismo o hay competencia de la mala?

(Risas). Hay de todo en la viña del Señor. Hay un buen jugar en la mayor parte de los investigadores, pero hay una cantidad de robo industrial, de ideas... el mundo de las patentes es tremendamente complicado.

La competitividad es buena, pero sentir que el juego no es limpio cabrea mucho y produce una sensación de pena y la tristeza. A veces las películas reflejan lo que hay. Hay competidores que no son buenos y que no siguen las reglas de ver lo que de verdad importa.

¿Y va a a seguir al frente, verdad? Estamos en unos momentos en los que no te podría decir nada, mañana hay elecciones... Y cambie o no cambie el panorama, pueden cambiar las personas porque el puesto de director es de confianza, que siempre está a disposición del rector de la Universidade de Santiago como del conselleiro de Sanidade. Y lo que los nuevos decidan bien decidido está. No tengo nada que objetar, siempre he tenido la máxima ayuda de ellos y de sus predecesores. Lo que no pienso dejar de momento son mis proyectos de investigación, mientras las ganas y los medios no falten, y por ahora, las ganas me sobran.

Sobre el IDIS y sus logros

El Instituto de Salud Carlos III vuelve a reconocer el potencial y la excelencia del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago como centro de referencia en el panorama nacional y lo acredita para desarrollar su labor durante los próximos cinco años.

Los indicadores de actividad del año 2019 muestran incrementos en todas sus áreas, destacando la subida del 10 % de fondos captados (32 M€), la producción científica con más de 800 publicaciones; 65 nuevos contratos de personal y el capítulo de la transferencia con 44 patentes y 5 ‘spin-offs’.

Más de 1.000 investigadores de seis áreas biomédicas y casi 100 grupos componen el centro que dirige el neurólogo José Castillo.

Se reactiva además el acuerdo entre la Consellería de Sanidade-Sergas y la USC para regular el funcionamiento del IDIS en régimen de colaboración, reforzando los vínculos entre ambos organismos.

10 jul 2020 / 00:55
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