Los vecinos del casco viejo tendrán rango de distrito especial y podrán sugerir las mejoras que precisan

Santiago. El casco histórico de Santiago constituirá un distrito diferenciado del resto del territorio municipal, como corresponde a su especial categoría patrimonial. De esta forma, contará con un consello vecinal en el que los representantes de las distintas asociaciones existentes en la zona podrán plantear sus demandas y exponer sus problemas específicos.

La propuesta se planteó ya en la campaña electoral, y se recoge dentro de las posibilidades que ofrece la denominada Ley de Grandes Ciudades, y es la de establecer distritos diferenciados para afrontar situaciones específicas que requieren un tratamiento especial.

Es el caso de la zona monumental, declarada Patrimonio de la Humanidad, y que además de unas características particulares, también presenta unos problemas propios, empezando por la pérdida de población y la necesidad de dotarse de unos servicios como el resto del casco urbano, pero que son difíciles de conseguir por su carácter histórico.

De esta forma, de la misma manera que ya existe una Concejalía de Medio Rural para atender las necesidades de este espacio, la Almendra, que ya contaba también con una concejalía específica, dispondrá ahora de un distrito y consello propio.

Estas peculiaridades ya habían quedado en parte delimitadas a través del Plan Especial de Protección y Rehabilitación del Casco Histórico, que delimitaba el ámbito y establecía una normativa específica para el mismo.

En estos meses, se ha llevado a cabo una importante ampliación de los equipamientos de la Concejalía del Casco Histórico, que además del edificio del antiguo Ayuntamiento en la plaza de Cervantes, también ha incorporado la Casa de Elisa y Jimena Fernández de la Vega, en Casas Reais, a través de un convenio con la USC, titular del inmueble.

Rehabilitación. En este local ya está funcionando desde el pasado verano la Oficina de Rehabilitación, para impulsar los programas de ayuda a la recuperación de inmuebles y de elementos singulares de los mismos, y facilitar la tramitación de licencias.

También está en marcha el proyecto para la rehabilitación de un edificio en la plaza de Salvador Parga Pondal, que pasará a acoger el centro vecinal del casco histórico. Se trata del local que en tiempos acogió la biblioteca de la zona, y que ahora está siendo rehabilitado para dar cumplimiento a esta demanda, especialmente por la existencia de diferentes asociaciones vecinales que carecen de espacios adecuados para la realización de sus actividades.

En el momento en el que se planteó la creación de este distrito ya se planteaban una serie de cuestiones fundamentales como la necesidad de mantener el carácter residencial de esta zona, y buscar un equilibrio necesario entre ésta y el uso turístico, que evitara la conversión de la ciudad histórica en una suerte de parque temático.

Una parte de los problemas, como la dotación de nuevos servicios para evitar la marcha de la población ya experimentó importantes avances, como el despliegue de la fibra óptica o los proyectos para mejorar los sistemas de recogida de residuos y reparto de mercancías.

Con todo, este excesivo peso del sector turístico se ha hecho notar de forma especial en los últimos meses con las restricciones impuestas para frenar la expansión de la pandemia.

Unas limitaciones que se han hecho notar de forma especial en esta área de la ciudad, en la que la práctica desaparición del turismo ha obligado a echar el cierre a muchos negocios.

Esta problemática será también uno de los temas fundamentales que tendrá que abordar tanto el nuevo organismo consultivo como el equipo técnico para tratar de que el centro de la ciudad recupere su actividad económica, fundamental en la ciudad de Santiago. ecg