Manolo, el sintecho que recuperó su dignidad gracias al apoyo de Cáritas

Santiago. La de José Manuel es una historia de superación. Manolo, como le llama todo el mundo, tenía un trabajo estable en un local de hostelería de A Pobra do Caramiñal, pero un día todo se torció. Se quedó en el paro, se separó de su mujer y acabó en la calle. Se trasladó a Santiago, donde pasaba largas horas, a la espera de que apareciese una oportunidad, en la estación de autobuses de San Caetano. Fue allí donde un día se le apareció un ángel que le ayudó a transformar su vida.

El ángel se llama Carmen y es funcionaria de la Xunta. Un día entabló conversación con el hombre, le invitó a desayunar y a partir de ahí nació una amistad que permitió a Manolo poner en orden su vida. Tal y como relató en declaraciones a la Cadena Cope, Carmen le ayudó con toda la tramitación de la ayuda de la Risga, lo que le llevó a empezar a frecuentar el Centro Vieiro de Cáritas en Santiago. Allí demostró su valía, lo que le dio paso a hacerse con un puesto de trabajo en Arroupa, la empresa sin ánimo de lucro que gestiona la entidad caritativa de la Iglesia.

Manolo trabaja ahora en esta empresa, donde comienza cada día su jornada a las ocho de la mañana. “Ahora estoy bien, ni mejor ni peor... bien. Cosa que antes no”, relataba ante los micrófonos de Cope. Ello le ha permitido recuperar la dignidad: ahora tiene un empleo, una vivienda y una vida digna. Después de atravesar los peores momentos, la vida le ha dado otra oportunidad. ecg