Mario Clavell cuenta su experiencia vital como ‘caracol’ en el Camino

En pleno confinamiento y con el Camino cerrado al público, salió a la luz Los Caracoles también llegan a Santiago, un libro en el que Mario Clavell , profesor jubilado de origen catalán que lleva varias décadas afincado en Compostela, reúne las experiencias que vivió durante sus dos grandes peregrinaciones, separadas entre sí por diez años.

El autor plasma así las experiencias vitales que marcaron su viaje, las historias que otros caminantes le confiaron durante el trayecto y las reflexiones que surgen como parte de la peregrinación. La obra se divide en tres partes: Pacharán para comenzar el Camino; El caracol vuelve al Camino; y El caracol llega a Santiago. Clavell, que encarna al caracol durante las más de 200 páginas que componen la obra, señala las diferencias que caracterizaron cada una de las peregrinaciones. “Lo primero es que tenía 10 años más y esa ya es una diferencia sustancial. Reconozco que el segundo Camino fue doblemente revelador, era una experiencia que ya conocía y tuve la oportunidad de centrarme más en aprovechar todo lo que la Ruta podía ofrecerme”.

En este sentido, el autor señala el potencial de la Ruta Xacobea para ayudar a las personas. Explica que “los Caminos de más de dos semanas dan la oportunidad de conocer a muchos compañeros de peregrinación, pero sobre todo de autoconocerse a uno mismo”.

De este proceso de reflexión parten buena parte de las ideas plasmadas en el libro. Sin embargo, sorprende al leer la obra la gran cantidad de referencias a terceras personas: peregrinos, hospitaleros y demás individuos relacionados con el Camino. La obra bebe de todo tipo de alusiones, también de las pintadas y grafitis que se encontró en su viaje. Con respecto a esto, el autor señala que, pese a que durante la peregrinación todavía no había decidido escribir el libro, apostó por apuntar todas sus vivencias, “primero con papel y bolígrafo y la última vez ya con el móvil”.

“El libro se basa en enhebrar testimonios y recuerdos; es una esponja”, explica Mario Clavell, orgulloso de haber dejado por escrito las reflexiones que, en mayor o menor medida, marcaron su vida.

El escritor explica que el objetivo no era hablar de la rutina del Camino, ni de las paradas gastronómicas que endulzaron el viaje, “que también”, sino reflejar las vivencias emocionales y espirituales que subyacen al viaje. Es por ello que apunta al “final de la segunda parte del libro”, como su extracto preferido, el momento en el que llega a Santiago tras su segundo viaje, “más cansado, pero con muchas más sensaciones sobre las que reflexionar”.

Pese a labor de documentación que mantuvo durante sus dos viajes, ordenar una obra de estas características no fue tarea fácil. Encontrar el estilo y el enfoque adecuado para transmitir sus sensaciones fue una labor compleja que finalmente fue posible gracias a los conocimientos e ilustración del autor, según confiesa.

En este sentido, asegura que para darle la forma que quería a su creación se inspiró en otros libros de este tipo. Clavell destaca, de entre la gran cantidad de bibliografía que trata la Ruta Xacobea, la obra de Sergio Reis, autor brasileiro que conoció en Compostela. “Fue en 1993 y él llegaba después de una larga peregrinación. Años más tarde leí su libro y me marcó”, señala el exprofesor y escritor.

Además, el libro cuenta con dos dedicatorias especiales a dos personas que fueron de vital importancia en sus aventuras jacobeas. Así, Mario Clavell quiso homenajear a Gerhard Bookjans, peregrino alemán que lo “salvó en un momento en el que me encontraba muy bajo físicamente”. También cuenta con una mención especial el “meninho tetrapléjico de Villafría”.