Mayo será peor para Lavacolla, que pierde el único vuelo que mantenía
En verano se queda sin el enlace estratégico con Lisboa de la TAP, que ya avanzó que lo pospone para octubre // Ryanair operará en julio, pero reducirá frecuencias
Después de un catastrófico mes de abril, en el que apuntó un desplome del 99,7 %, mayo será todavía peor para Lavacolla, puesto que pierde el único vuelo semanal que mantenía en medio de la pandemia del coronovirus, el que venía enlazando la capital gallega con Málaga cada domingo, una conexión de ida y vuelta que daba algo de vida (nada comparado con lo habitual) cada fin de semana a la terminal de Rosalía de Castro. Así lo avanzaba ayer Nicolás Álvarez, director del portal Aeronoticiario SCQ, en una entrevista en Onda Cero, en la que también sostenía que todo apunta que hasta finales de junio, inicios de julio, no empezará a normalizarse el tráfico aéreo.
Las previsiones que manejaban inicialmente las compañías para volver a funcionar en torno a la segunda quincena de mayo, comienzos de junio, como planeaba en un principio Ryanair, por ejemplo, se han ido al traste. La aerolínea de bajo coste irlandesa, líder en el aeropuerto de Santiago, acaba de indicar que no prevé poner los aviones en el aire antes de julio y que cuando lo haga será con todas las prevenciones y con reducción de frecuencias. De ahí que sigan en el aire muchas de las conexiones de la temporada de verano, sobre todo, las internacionales, que podrían estar condicionadas por las restricciones de los países de destino.
Por su parte, la TAP, que pretendía realizar este mes de junio un desembarco muy beneficioso para Galicia en Lavacolla, también ha modificado sus planes. Ya no aterrizará en Santiago este verano, sino en otoño. Variaciones en su programación confirman que no establecerá la ruta entre Compostela y Lisboa hasta octubre. Y el interrogante se mantiene en si finalmente será uno o dos vuelos diarios los que comunicarán la ciudad del Apóstol con la capital del país vecino. Se trata, sin duda, de un enlace estratégico para Galicia, puesto que ofrece la posibilidad de conexión con los numerosos destinos intercontinentales que la TAP opera desde su hub de Lisboa.
En cuanto a Iberia Express, que también preveía restablecer la conexión con Madrid esta semana, seguirá concentrando sus vuelos con la capital del Reino en A Coruña mientras no se levanten las restricciones de movilidad.
El aeropuerto de Rosalía de Castro registró en abril un total de 829 pasajeros, lo que representa una caída del 99,7 por ciento, con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Y tan solo contabilizó en su pista de operaciones 74 vuelos, es decir, un 96,3 por ciento menos que en abril de 2019. La crisis sanitaria del coronavirus ha provocado también que en los cuatro primeros meses del año Lavacolla haya perdido el 46,4 % de sus usuarios en relación al pasado año, con un total de 433.886 entre enero y abril. Si se mantiene esta tendencia y se pierde la temporada estival, el fin de ejercicio podría ir acompañado de un batacazo monumental con la pérdida de hasta un millón de pasajeros.
Lo cierto es que la aviación comercial será uno de los sectores que más sufran la crisis económica vinculada a la pandemia del covid-19. E incluso algunas compañías podrían quebrar, como ya lo hizo la colombiana Avianca.
Sin mercancía por el parón de DHL, Iberia y Lufthansa
Santiago. Todo es muy llamativo en las estadísticas que hizo públicas Aena este miércoles de la red española de aeropuertos, y una de las cifras que más sorprende, al menos para Lavacolla, es la pérdida del cien por cien del tráfico aéreo de mercancías en el mes de abril, cuando tan solo se contabilizaron en la terminal de Santiago 18 toneladas. En conversaciones con este periódico, Nicolás Álvarez explicó que el desplome se debe sobre todo al parón de la compañía de carga DHL y también de las aerolíneas Iberia y Lufthansa, que, aunque en menor medida, también realizan el transporte de alguna mercancía.
No fue tan brutal el descalabro de carga en abril en la terminal de Alvedro, que en el contexto actual solo registró una caída del 54 % de sus mercancías con respecto al mismo periodo de 2019. Así, sumó un total de 5.346 toneladas de mercancía.
Santiago apuntó una disminución del 29,2 % del tráfico de carga en relación a los cuatro primeros meses del ejercicio pasado. A medida que avance el plan de desescalada y se acerque la nueva normalidad se espera que esta también llegue a los aeropuertos españoles y al tráfico aéreo, aunque este dependerá de normas exteriores.