Medio millón de euros para paliar los fallos de la remodelación del mercado

Un ascensor que se estropea cuando llueve mucho, problemas de fontanería en los baños públicos, humedades por filtraciones en las cubiertas o puertas correderas que se atascan. Estas son algunas de las 16 deficiencias que un informe municipal ha detectado en la Praza de Abastos. La mayor parte, explica Marta Rey, gerente de la cooperativa que gestiona el mercado, se arrastran desde 2015. En marzo de ese año se inauguró su remodelación tras un desembolso de 5,15 millones de euros. Pero las obras no quedaron bien y ahora el Concello tendrá que invertir medio millón más.

“Desde el primer momento tuvimos muchísimos problemas por fallos de diseño y defectos de obra”, explica Rey. Desde el año 2000 una cooperativa formada por 70 comerciantes se hace cargo de la gestión de la Praza de Abastos. Su gerente indica que los costes de las continuas reparaciones comprometen las cuentas de la asociación. Hasta ahora desde el mercado han ido lidiando con fondos propios para realizar algunos arreglos, como los tres cambios de motor que ha necesitado el ascensor acristalado. El miércoles volvía a ponerse en marcha tras semanas parado. Cada reparación le cuesta a la plaza entre 2.000 y 3.000 euros.

Para poner remedio a las deficiencias, Raxoi encargó un estudio técnico que está ultimando. “El Informe sobre el Estado de la Praza de Abastos de Santiago de Compostela busca las patologías que sufre en la actualidad este inmueble, analiza las causas que las provocan y cuál sería el protocolo para corregirlas”, indican desde el Concello. El documento recoge hasta 16 deficiencias y prevé un presupuestos de medio millón de euros para tratar de arreglarlas de forma definitiva. Raxoi tiene previsto llevarlo a la Xunta de Goberno próximamente.

“Lo que más nos urge son las deficiencias que hay en la cubierta del murallón, filtran agua desde siempre”, indica Marta Rey. La gerente del mercado de Abastos recalca también los continuos problemas en las puertas correderas que se deberían de abrir automáticamente para dar acceso a las naves. “Se estropean continuamente”, indica Rey, quien considera que tienen fallos de diseño. “A veces se quieren hacer las cosas muy bonitas, pero luego no funcionan”, asevera.

La remodelación del mercado de Abastos se concluyó durante el mandato del popular Agustín Hernández. Fue una obra ambiciosa para renovar el segundo punto más visitado de la ciudad después de la Catedral y que lleva funcionando desde el año 1873. Las trabajos se ejecutaron durante el año 2014, pero el resultado no ha sido el deseado. Aunque el inmueble es de titularidad municipal, el plan de renovación contó con un presupuesto total de 5,15 millones y fue financiado por tres administraciones. El Ministerio de Fomento puso el 51 % la Xunta, el 23 % y el Concello de Santiago aportó el 27 % restante. Fue la Dirección General de Arquitectura Vivienda y Suelo, dependiente del Estado, el que contrató las obras a la empresa Tragsa. Tras su finalización, la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, se desplazó a Santiago para participar en la inauguración.

Desde el Concello recuerdan que “desde que se acabaron las obras se arrastran estas deficiencias”. Recriminan además que “ni el Gobierno del PP, ni después el de Compostela Aberta hicieron nada al respecto” y que fue durante el nuevo mandato de Xosé Sánchez Bugallo cuando se encargó el informe y el proyecto técnico para poder subsanarlas. “En el proyecto que irá a la Xunta de Gobierno próximamente se dará solución a parte de las patologías encontradas en el informe”, subrayan fuentes municipales a EL CORREO. Algunas de las encontradas, indican, ya fueron resueltas gracias a los fondos de mantenimiento de la Praza de Abastos y otras por el propio Ayuntamiento porque “el presupuesto estimado sólo permitió atender a lo más urgente”. Una vez que el documento pase por la Xunta de Goberno local, se dispondrá de 500.000 euros para poder hacer frente a las reparaciones pendientes.