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Melenas de jipi o de cantautor del Village

{LA SALA YAGO, UN HORROR}

Amancebado sobrino, el otro día salí a dar una vuelta por la zona vieja y pude comprobar con mis propios ojos el gran deterioro que sufre la sala Yago, a la que solía acudir con frecuencia con tu tía Marie Louise antes de que me pusiese la cornamenta con un turbio poeta hindú. Te estoy hablando de hace al menos veinte años, cuando aún me movía con cierta agilidad y no tenía que pedir a mi asistente que me atase los botines de piel. Ahora, cuando intento hacerlo yo solo, la columna me hace una especie de crac muy doloroso que me deja doblado todo el día y me impide erguirme, por lo que voy por la calle encorvado y jurando en arameo. Cualquier día de estos tendré que contactar con el doctor Máximo Alberto Díez Ulloa, al que en cierta ocasión encomendé con éxito la curación de mi osamenta tras sufrir un raro pinzamiento que me obligó a guardar cama durante una larga temporada. Yo estoy achacoso, sí, pero lo de la sala Yago no tiene nombre, y más desde que tapiaron sus soportales con unos burdos tableros de fimapan blanco con menos estilo que un mantel de hule. La próxima vez que me cruce con nuestro señor alcalde, don Xosé Sánchez, le pediré con insistencia que dinamite semejante horror y también escribiré una carta a la concejala de Urbanismo, doña Mercedes Rosón, para que ordene poner en su lugar unos paneles decorativos, unas verjas floridas, unas rejas de estilo barroco, unos maceteros con flores japonesas o lo que sea menester con el fin de mantener la rúa do Vilar liberada de elementos tan antiestéticos. Supongo que los propietarios del edificio tomaron dicha decisión para evitar que los okupas invadan dicho espacio, como ya hicieron hace años varios jovenzuelos estalinistas que decían defender la cultura y no sé qué historias, pero sin duda la mejor fórmula no es tapiar los soportales con tableros de cocina cutre. En fin, te mantendré informado de mis gestiones al respecto.

{una capa para BORJA VEREa}

Después de pasar por delante de la sala Yago, dirigí mis torpes pasos hacia el Casino con el objetivo de tomar uno o varios vermús y allí tuve la ventura de coincidir con don Borja Verea, presidente del Partido Popular en nuestra sacrosanta ciudad, y don Ubaldo Rueda, exdirector del instituto Rosalía de Castro y activo promotor cultural a través de la organización de premios literarios de gran prestigio nacional e internacional. Al joven político lo conocía solo a través de fotografías y lo cierto es que en persona me causó muy buena impresión a pesar de que, en mi opinión, viste de una forma demasiado informal. Creo que ahora se dice casual. No sé, Damián, imaginaba que su atuendo sería más al estilo Pablo Casado, que parece siempre recién salido de un campus inglés o norteamericano de alto standing, pero no. De hecho, ni siquiera lleva corbata y calza zapatillas deportivas en vez de zapatos de cordones como Dios manda. Quizá me anime a escribirle una carta para ofrecerle en préstamo mi elegante capa de color morado y los botines de piel de cocodrilo que heredé de mi tío Francis Snacker, al que le dio por aprenderse de memoria, poco antes de fallecer, todos los discursos de sir Winston Churchill. Ya sabes, whe shal never surrender y esas cosas.

{APOYO A LOS TAXISTAS}

Por lo demás, la conversación del señor Verea me pareció muy amena y creo que conoce a fondo los problemas y necesidades de nuestra ciudad tanto por lo que observa y analiza personalmente como a través de lo que le cuentan los representantes de sectores tales como la cultura, la universidad, la empresa o los propios taxistas. Espero, en este sentido, que la reunión que mantuvo con el rector de la USC, don Antonio López, sirva para agilizar el adecentamiento estético del campus Vida, que lleva años sumido en el abandono, y que las ayudas de todo tipo lleguen al fin a promotores culturales tan activos como Fran Reixa e Iván Arias, con los que también mantuvo un encuentro. Jesús García y Jesús Penas, en nombre de los taxistas, también tuvieron oportunidad de ponerle al día de la dramática situación que padecen los profesionales del volante desde que se declaró la pandemia, con muchas jornadas de parón total. Voy a recordarle de nuevo a mi cochero, O´Leary, lo afortunado que es trabajando para mí con sueldo fijo y asegurado a pesar de lo poco que trabaja. Ahhh, el servicio está cada vez peor.

{PELUQUEROS ESENCIALES}

Opino, Damián, que los peluqueros y barberos de Santiago tienen mucha razón al quejarse por las nulas ayudas que están recibiendo para mantener sus negocios a flote, cuestión que acaban de denunciar profesionales tan conocidos como Ermitas Silva, Bernardo Nogueira, Manuel Bandín o Andrés Muñiz. Es cierto que parece como si no existiesen, pese a que prestan, a mí y a infinidad de personas aseadas, un servicio esencial. De hecho, durante el confinamiento total decretado cuando estalló la pandemia yo acabé con tales melenas que parecía un jipi, o un antisistema, o un neoliberal de esos que no se peinan. Hace meses llegaron a confundirme incluso con el doctor Fernando Simón, que al final ha decidido raparse después de parecer, durante una larga temporada, un cantautor del Greenwich Village. Hemos perdido las formas, sobrino. Te lo tengo dicho mil veces.

{ESCALERAS MECÁNICAS}

Leí con mucho interés en este nuestro periódico, torpe sobrino, la atractiva idea que propusieron los concejales populares Alejandro Sánchez Brunete y María Castelao para reformar la calle donde su ubica el ambulatorio Concepción Arenal, consistente en instalar rampas mecánicas que permitan a los usuarios carentes de agilidad, como es mi caso, afrontar sin esfuerzo la pronunciada cuesta existente hasta la zona de A Rosa. En cierta ocasión, Damián, sufrí un amago de angina multidisciplinar en medio de dicha pendiente pocos minutos después de visitar al doctor Ayape Amigot, que es quien me trata, siempre con gran acierto, de todos los males que padezco, y por poco me desplomo en medio de la calle en medio de fuertes resoplidos causados por el resuello. Eso no me hubiese ocurrido de existir las citadas rampas mecánicas, así que pujaré fuerte para que el proyecto vea la luz. Adelanteeeee, míster Bruneteeeeee. Debo dejarte, sobrino, mil ocupaciones requieren mi atención urgente.

15 mar 2021 / 01:00
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