Murales sobre el Camino en pueblos de Castilla y León

Una de las rutas jacobeas más elegidas por los peregrinos es el Camino Francés, que une la localidad de Saint-Jean-Pie-de-Port con Compostela. En su etapa número 17 alcanza la provincia de León, tras salir del municipio palentino de Terradillos de los Templarios con destino a El Burgo Ranero. Así, el Camino Francés atraviesa la provincia de León hasta su entrada en O Cebreiro. Uno de los pueblos leoneses por los que discurre es Sahagún, en el que el arte peregrino se encuentra muy presente.

Bajo convocatoria del ayuntamiento, Manuel García ha ganado el concurso de murales con una pintura sobre el Camino. Se trata de un peregrino de espaldas, con el bordón en la mochila, cruzando el arco de San Benito. “El concurso consiste en la realización de una serie de diseños y propuestas para plasmar en fachadas. Está enfocado a la tradición del pueblo, y el Camino pasa por el pueblo, de hecho, siempre se habla de que estamos justo en la mitad del trayecto”, explica el ganador del certamen. Así, teniendo en mente esa arraigada tradición peregrina, de la que tanto le han hablado su padre y su hermano, quien este verano ha realizado el Camino en bicicleta, Manuel apostó por reflejar varias escenas peregrinas. Él nunca ha completado la Ruta, pero sí conoce Compostela tras pasar varios veranos aquí. En total, completó su obra en trece intensas jornadas de trabajo. Y, como si en la capital gallega estuviese, la lluvia le obligó a interrumpir las labores durante un par de días.

El objetivo de Sahagún es atraer más turismo al pueblo, aprovechando el paso del Camino. De hecho, además del mural ganador, hay otros, como el de una concha de vieira, también realizado por Manuel García. Él lleva ocho años dedicándose a la pintura de forma profesional, a los que se suman muchos más como aficionado. De hecho, no es la primera vez que completa pinturas con temática vinculada a Compostela, ya que en otro pueblo leonés, Villadangos del Páramo, el rostro de un peregrino protagoniza otra fachada. El premio que ha recibido, más allá de la cuantía económica, le permitirá modificar el aspecto de la plaza de toros del pueblo, en la que realizará diseños de tradición taurina.

Mientras Manuel pintaba sus murales, los peregrinos que pasaban por Sahagún se paraban para preguntarle cuántos días llevaba trabajando, impresionados por el resultado: “Les llama la atención. Siempre se hacen fotos en el peregrino que hice en Villadangos”. También los vecinos le han felicitado, y han colaborado con la causa con las galletas o el material que ofrecían al artista: “Un día pedí una radial y me la trajeron en menos de quince minutos”. La intensidad de los colores, y la visibilidad de las ubicaciones escogidas hacen el resto. “Es un pueblo pequeño, y estos dibujos resaltan mucho. El primer año que se hizo el concurso fue todo un bum”, cuenta. La buena acogida que tienen estas pinturas es, para su creador, una muestra de que el verdadero arte urbano tiene un espacio bien valorado. “Muchas personas tienen la visión de que los grafitos son algo sucio, sin embargo, los que realizan personas como yo representan arte del bueno”, explica para aclarar que un grafito no siempre es sinónimo de pintadas o firmas sin demasiado contenido.

Así, a 340 kilómetros de Compostela, en el caso de Sahagún; y a 275, en el de Villadangos del Páramo, el Camino tiene más que un trazado para que pisen los peregrinos. La cultura de Santiago, los lazos con el Apóstol y con una tradición que une a tantas personas alrededor del mundo posee varios espacios propios como parte de la identidad de León.