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Ashraf Hilal llegó de Líbano a Santiago en 2013 para doctorarse en la USC// Ahora dirige dos agencias de viajes y una frutería en Porta do Camiño TEXTO Arturo Reboyras

“Nos gustaría homenajear a las víctimas de Beirut en el Obradoiro”

Ashraf Hilal nació en Líbano hace 29 años. Allí completó sus estudios de Economía y Empresas y montó su propia compañía. Emprendedor donde los haya y siempre con ansias de aprender, en 2013 se desplazó a la capital gallega para realizar un doctorado en Economía y Administración de Empresas en la Universidad de Santiago. “Entonces no sabía ni una palabra de español y me busqué la vida yo solito”, relata con una sonrisa siete años después.

Compostela le enamoró y tras estudiar el mercado turístico en Galicia decidió abrir su primer negocio. “Ahora tengo tres locales en A Porta do Camiño”, explica, antes de detallar que en su época de doctorando fundó con otros amigos la asociación Sharing Galicia, dedicada sobre todo a la acogida de estudiantes erasmus en nuestra comunidad. Eso le llevó a montar su primera agencia de viajes. “Ahora ya tengo dos. Nos dedicamos, principalmente, a las visitas guiadas por la ciudad; y también a circuitos turísticos por Galicia. Llevamos a los extranjeros a las Rías Baixas, a la Muralla de Lugo, a la playa de las Catedrales, a Fisterra... Hasta el punto que ya hemos recibido una distinción como la mejor agencia de visitas guiadas a Santiago”, relata el joven libanés.

Con los erasmus también organiza excursiones, sobre todo al litoral gallego. “Hemos batido un récord: llevamos 255 estudiantes extranjeros a las islas Cíes en el mismo día”, apunta, antes de comentar que su espíritu emprendedor también le llevó a abrir una frutería en Porta do Camiño, en Santiago, donde ahora está desarrollando un proyecto para montar un negocio de máquinas expendedoras para peregrinos.

De su país guarda grandes recuerdos y nostalgias. Reconoce que los acontecimientos de los últimos días le han puesto el corazón como un puño. “Suelo ir cada cuatro o cinco meses a mi país, porque allí tengo a toda mi familia, pero desde que empezó la pandemia no he podido ir”, indica, al tiempo que carga contra el gobierno libanés: “Todo está muy mal organizado, los brotes allí han sido terribles, la pandemia está descontrolada por culpa de un gobierno que no se preocupa por sus ciudadanos, sino de sus intereses propios”, censura Ashraf .

Lamenta no poder estar en Beirut en estos momentos difíciles. “Me gustaría estar allí para poder echar una mano a la gente que esta sufriendo, a los heridos; pero ahora mismo es imposible”, explica. Impactado por las tremendas imágenes de la explosión que arrasó esta misma semana gran parte de la capital del país, después de que saltase por los aires un depósito de nitrato de amonio situado en el puerto de la ciudad, Ashraf no deja de hacerse preguntas y reflexiones sobre cómo pudo ocurrir. “Cómo podía llevar esa carga tan peligrosa tanto tiempo allí almacenada sin ninguna medida de seguridad, cómo pudo incendiarse... No sé qué pensar, teniendo en cuenta que tenemos países enemigos muy cerca”, señala, a la vez que muestra su preocupación por la crisis económica y social que atraviesa Líbano. En su caso, señala que la empresa de construcción que abrió antes de venirse a España “funciona bien, porque trabajo principalmente con clientes fidelizados”, pero es consciente de que el suceso de esta semana pasará una factura muy alta a sus conciudadanos.

En este contexto, Ashraf comenta que, ante la imposibilidad de viajar a Líbano, le gustaría rendirle un homenaje en Compostela a todas las víctimas de la brutal explosión: se contabilizan ya más de 150 muertos, miles de heridos y decenas de desaparecidos. “Nos hemos juntado los tres libaneses que vivimos en Santiago y hemos pensado que estaría bien hacer un acto en su recuerdo en la plaza del Obradoiro, que es un espacio amplio donde se pueden garantizar las medidas de seguridad ante el coronavirus”, señala.

Por eso ya se han dirigido al Concello de Santiago para solicitar la autorización, aunque en Raxoi le han dicho que “los trámites pueden llevar algún tiempo”. Ashraf manifiesta que sería un acto muy sencillo, pero en el que se pudiese expresar la solidaridad con el pueblo libanés. “Un minuto de silencio y unas palabras de apoyo a la gente que sufre”, comenta el joven, que por el momento piensa permanecer en Santiago, aunque viajará a su país en cuanto las circunstancias lo permitan. En Santiago, a donde llegó solo y sin hablar una palabra de español hace siete años, ha hecho muchos y buenos amigos que le animan en estos momentos difíciles. Y que le hacen sentirse compostelano.

09 ago 2020 / 00:16
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